Con información de: Blog de Escalada.
Sigue estos consejos para evitar el mal de altura, también conocido como Mal Agudo de Montaña, un padecimiento común en ascensos de altitud.
El Mal Agudo de Montaña (MAM), también conocido como mal de montaña o mal de altura es la falta de adaptación del organismo a las alturas, esto es, una reacción del cuerpo a la baja presión de aire y de oxígeno.
Ocurre generalmente en altitudes superiores a los 2,400msnm, sobre todo para quienes están acostumbrados a vivir en lugares llanos o con altitudes bajas, aunque también el riesgo de padecer mal de altura es mayor en aquellos que han tenido edema pulmonar en otras ocasiones.
Entre el 10% y 25% de las personas no aclimatadas que alcanzan altitudes superiores a los 2,550m desarrollan síntomas leves a moderados durante un período de 6 a 12 horas. Sin embargo, este número aumenta considerablemente en alturas de 4,500m a 5,000m, donde lo padecen entre el 50% y el 85% de personas. Además, el esfuerzo físico agrava la condición, es decir, si se está realizando algún tipo de ejercicio físico es más probable que se padezca mal de altura.
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Síntomas
- Dolor de cabeza entre las 2 y 12 horas después de haber alcanzado una nueva altitud.
- Dificultad para conciliar el sueño o quedarse dormido.
- Mareos, cansancio, aumento del ritmo cardiaco, dificultad para respirar mientras estás en movimiento.
- Náuseas o vómito.
Por ello, para practicar senderismo en altitud es necesario tomar algunas precauciones y así evitar el mal de altura o mal de montaña. No todos lo sienten y los síntomas pueden variar de persona a persona.
Consejos
Ponerse en forma
Lo más importante es no intentar realizar actividad intensa y en altitud si se tiene un estilo de vida sedentario. Por lo tanto, es esencial mejorar previamente la condición cardiovascular (con ejercicio aeróbico) y el VO2 máximo a través del entrenamiento en intervalos de alta intensidad.
Aclimatación
Normalmente el cuerpo necesita de 3 a 5 días para aclimatarse a altitudes superiores a 2,400m antes de poder ascender a puntos más altos. Lo recomendable es no ascender más de 2700m de altitud en el primer día, ni dormir a más de 610m por encima de la altitud a la que se durmió la noche anterior.
Lo ideal es pasar un día de aclimatación por cada mil metros de ascenso. Es decir, si se ascienden mil metros sobre el nivel del mar, lo ideal es quedarse a esa altura un día sin realizar esfuerzos físicos muy demandantes y al día siguiente ascender otros mil metros, y así consecutivamente. Cuanta mayor altitud se gane, más días de aclimatación se necesitarán.
Mantenerse hidratado
Una regla que todos deben saber de memoria: beber agua constantemente (incluso si no tienes sed). El cuerpo comienza a experimentar una disminución en los niveles de oxígeno alrededor de 2,000 metros de altitud. A partir de ahí, el cuerpo responde aumentando la respiración y frecuencia cardíaca. A medida que el cuerpo trabaja más, consume agua más rápidamente. Además, cuanto mayor es la altitud, más seco es el aire.
No hay un número mágico, pero se recomienda que al caminar a altitudes que exceden los 2,000 se ha de beber diariamente de 1 a 1.5 litros adicionales de agua. Es decir, si estás acostumbrado a beber 1 litro, ten en cuenta que deberás beber mínimo 2 litros.
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Comer alimentos nutritivos
Comer sano en una caminata es la obligación de todo profesional. Los alimentos de alto valor nutricional previenen el malestar. Obtener suficientes calorías es lo más importante: se recomienda elegir carbohidratos compuestos para el día previo al ejercicio físico y alimentos ricos en azúcar, así como comida de fácil digestión, como las frutas, durante la caminata.
No consumir alcohol
Cincuenta gramos de alcohol o dos bebidas pueden reducir la respiración a grandes altitudes y dar como resultado menos oxígeno en la sangre. Por lo tanto, evita el consumo de alcohol durante los dos días previos y durante el ascenso.
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Protegerse del sol
El poder de los rayos ultravioleta aumenta con la altitud, porque hay menos atmósfera para absorberlos. Se realizaron estudios sobre el factor de mayor exposición a esta radiación y se concluyó que cada 300 metros de altura el riesgo aumenta hasta en un 5%.
Para actividades de montaña, se recomienda usar protectores solares de SPF 50, que deben reemplazarse cada dos horas. El bálsamo labial, también con protección solar, debe aplicarse cada hora.
Más consejos
Si se está pensando en tomar alguna pastilla para evitar el mal de altura, lo mejor es realizarlo bajo prescripción médica. No obstante, el hecho de ingerirla no asegura que no se padezcan síntomas del MAM, sobre todo en personas sin condición física.
Por otra parte, querer ascender rápidamente, sin aclimatación, sin aprender a orientarse en la montaña, sin saber de meteorología, de técnicas de progresión y del uso y maniobras con equipo, no sólo es poner en peligro nuestra propia vida sino la de nuestros propios compañeros y de quienes tengan que realizar un posible rescate. El montañismo exige un progreso paulatino que vale la pena disfrutar.
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Qué hacer cuando se tienen síntomas de MAM
- No continúes ascendiendo.
- No duermas a esa altitud.
- Si los síntomas empeoran o no desaparecen al cabo de un tiempo, desciende.
1 comentario
Súper completo y puntual, gracias