Los mejores consejos para purificar agua en la montaña y las recomendaciones para no usar botellas de plástico nunca más.
El agua es probablemente el elemento fundamental en nuestras salidas en la montaña. Estar bien hidratado es imprescindible para poder realizar nuestras actividades.
El consumo inadecuado de líquidos durante el ejercicio afecta la regulación de la temperatura corporal, la función cardiovascular y el metabolismo del músculo. Por el contrario, el consumo regular de líquidos durante el ejercicio prolongado es efectivo para aumentar el tiempo de rendimiento.
-Sigue leyendo sobre la adecuada hidratación aquí-
En las salidas cortas a la montaña, de uno o dos días, podemos llevar un termo o cantimplora con el tamaño adecuado para conseguir la hidratación adecuada. Ahora bien, en salidas más largas o en situaciones de emergencia, llevar toda el agua que necesitamos es imposible. Por ello, contar con un sistema eficaz para poder purificar el agua que encontramos en el lugar que visitamos, puede ser una necesidad.
Tomar el agua directamente de una fuente, arroyo, río, lago, es peligroso. Parásitos, organismos dañinos para la salud, animales muertos o heces, pueden ser causa de intoxicaciones fuertes e, incluso, enfermedades graves.
Es importante señalar que el “filtrado” y la “purificación” no son lo mismo. Filtrar es eliminar restos orgánicos y, dependiendo el sistema, algunos parásitos. Potabilizar, en cambio, es eliminar todo tipo de parásitos y organismos peligrosos para la salud.
Pero, ¿cómo podemos purificar (potabilizar) el agua en la montaña?
Hervir el agua
Al conseguir que el agua llegue al punto de ebullición durante 3-5 minutos el agua se purifica. Para ello, se necesita tiempo, fuego y/o combustible y recipientes adecuados.
Productos químicos
Los productos químicos, que se pueden encontrar en cápsulas o pastillas en tiendas especializadas, así como el Yodo, permiten potabilizar el agua.
Al poner entre 2-10 gotas de Yodo en un litro de agua, por ejemplo, logramos matar microorganismos, bacterias y virus.
El cloro en formato de pastillas potabilizadoras, que suele ser más económico, también funciona, aunque no elimina ciertos virus y bacterias como la poleo y la hepatitis, comunes en climas tropicales.
Sistemas de potabilización
Estos son los filtros portátiles que se pueden instalar en nuestras botellas y cantimploras, enroscándose en la parte superior. Los filtros, por ejemplo de carbón activado, eliminan las clorinas y contaminantes orgánicos del agua.
Otra opción es el Sistema de Luz UV (Ultravioleta), altamente recomendable porque consigue potabilizar el agua al cien en unos cuantos minutos y tiene un tamaño y peso adecuados para ser transportado.
Botellas de plástico: NO SON OPCIÓN
Las botellas de plástico son altamente contaminantes. Tienen su origen en el petróleo, un recurso no renovable y, por ende, no sustentable.
Además, se elaboran con Tereftalato de Polietileno (PET) y durante su producción se usan otras sustancias tóxicas, metales pesados, químicos y pigmentos que quedan en el aire perjudicando la salud de humanos y animales, y tardan 500 años en degradarse.
Para producir una botella de plástico PET de un litro hacen falta ¼ de litro de petróleo y 3 litros de agua. Actualmente se utilizan más de 6 billones de litros de petróleo y 75 billones de litros de agua para producir botellas que, finalmente, se tiran a la basura, afirma Flaska.
De acuerdo a la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, nuestro país produce 9 millones de botellas de plástico al año, y hay 90 millones de botellas de refrescos y de agua hechos de PET (reciclable, pero no biodegradable) que son lanzados a la vía pública, carreteras, bosques, playas, ríos y mares. Asimismo, de acuerdo a dicha Comisión somos el segundo consumidor de envases de PET para refrescos en el mundo y el primero para recipientes de agua embotellada.
A nivel mundial, Forbes afirma que cada minuto se compran un millón de botellas de plástico. Los océanos se llenan de ocho millones de toneladas de plástico al año y las estadísticas señalan que esto va en incremento constante.
Botellas adecuadas
Finalmente, como amantes de las montañas y la naturaleza, comprar botellas de plástico (PET) en cada una de nuestras salidas, no es una medida ecológica ni sustentable.
Hoy en día existen un buen número de botellas y cantimploras reutilizables, hechas de materiales que no son tan contaminantes. Esto es lo más importante, que sean reutilizables, es decir, que la duración de su vida sea prolongable.
Lo primordial es que no estén compuestas de PET. Una opción son las que están realizadas con Tritan o que son BPA Free.
Otra opción son los termos y botellas de acero inoxidable. En el caso de los termos, como su nombre lo indica, tenemos la ventaja de que mantiene la temperatura del agua por un tiempo.
Así que, continuando con la filosofía de Leave No Trace, es decir, dejar el mínimo rastro en nuestro paso por la montaña, lo principal será dejar las botellas de plástico a un lado (bueno, en caso de encontrarla tirada en la montaña, lo mejor entonces sí será recogerla y traerla de vuelta con nosotros a la ciudad) y usar una botella de un material menos contaminante y que sea reutilizable.
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