¿Por qué las tierras públicas son esenciales económica, cultural, social y físicamente? Patagonia explica en 8 puntos la importancia del libre acceso a la naturaleza.
Basada en la nota original de James McElroy, en The Cleanest Line.
Patagonia, la compañía estadounidense fundada por Yvon Chouinard en 1973, ha realizado un fuerte ejercicio para proteger las tierras públicas tanto en dicho país como en otros lugares del mundo. Entre las acciones que ha tomado, por ejemplo, demandó a finales del 2017 al Gobierno de Estados Unidos y al presidente Donald Trump por reducir el Monumento Nacional Bears Ears en un 85% y el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante en casi el 50%.
De acuerdo a un estudio, en México la superficie de la propiedad privada creció durante el periodo de 2007 y 2016, al pasar del 38.8 por ciento de total nacional en 2007 al 43.6 por ciento en 2016. Asimismo, ha habido una reducción de la superficie de propiedad social –ejidos y comunidades–, al pasar del 51.5 por ciento del total nacional, al 47.3 por ciento en el mismo periodo. La protección de las tierras públicas es una problemática global, actual y central porque toca diversas esferas, tanto económicas, medioambientales, como culturales y sociales, que además determinan sustancialmente la vida de las futuras generaciones.
Las acciones gubernamentales buscan, en muchos casos, formalizar los derechos de propiedad privada, facilitar la venta y el arrendamiento de tierras de uso comercial, así como sistematizar la venta de tierras de uso público mediante subastas al mejor postor y mejorar los procedimientos para la expropiación. Pero, vayamos por partes, de acuerdo a Patagonia, estas son 8 razones por las cuales la protección de las tierras públicas (esto es, que se mantengan como públicas y bajo proyectos de conservación), es fundamental:
Economía
La privatización de las tierras públicas genera un beneficio reducido sólo para unos cuantos, imponiendo monocultivos para la exportación, grandes infraestructuras al servicio del capital o el expolio de sus recursos naturales, así como el desplazamiento de los grupos originarios, campesinos y el incremento de la pobreza. Muy por el contrario, la conservación y desarrollo de las tierras públicas promueve un ejercicio más democrático en términos económicos.
Biodiversidad
En la gran mayoría de los casos, la privatización de la tierra está destinada para la construcción de grandes infraestructuras y/o la obtención de recursos naturales. Lo que, inevitablemente, atenta contra la biodiversidad, afectando gravemente la flora y la fauna de los lugares. Mientras que preservar las tierras públicas facilita y fomenta la biodiversidad al permitir que las especies interactúen, se adapten y prosperen dentro de sus entornos naturales, lo que, a su vez, conduce a una mayor estabilidad para todas las formas de vida, incluida la humana.
Mitigar crisis climática
La protección de las tierras públicas, bajo proyectos de desarrollo y conservación ambiental, promueve que sean estos grandes pulmones verdes, preservando su capacidad de absorción de carbono, lo que puede ayudar a mitigar la crisis climática.
Agua potable
El acceso al agua potable es un derecho. Las fuentes de este codiciado recurso natural se encuentran, en muchos casos, ubicadas en tierras públicas. Al ser privatizadas, la protección de este recurso para su administración con eficacia se pierde y se explota, general e indiscriminadamente, en pos de un desmedido afán de lucro.
Salud mental
De acuerdo a estudios científicos, el contacto con la naturaleza es un recurso crítico para la salud mental de nuestro mundo en rápida urbanización. El acceso y contacto con la naturaleza produce distracciones positivas o neutrales, es decir, cambia el enfoque de nuestra atención hacia los estímulos positivos; abre nuestros sentidos, mejora la percepción sensorial y exige que nuestra atención se dirija al entorno por el que nos desplazamos.
Caza, pesca y recolección tradicional
En la gran mayoría de tierras públicas habitan pueblos originarios e indígenas quienes han recolectado madera y plantas de manera sostenible para alimentos, medicinas y otras necesidades culturales en sus tierras ancestrales. Esta relación con el entorno ha permitido la protección de especies que, de otro modo, habrían desaparecido.
-Salida de Trump del Acuerdo de París: grave para EEUU, grave para todos-
Patrimonio e inclusión cultural
La Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada por la Asamblea General el 13 de septiembre de 2007, reconoció los derechos básicos de los pueblos indígenas en algunas áreas de especial interés para estos pueblos, tales como el derecho a la integridad cultural, el derecho a la igualdad y a la no-discriminación, el derecho al autogobierno y a la autonomía, y también, de manera muy importante, el derecho a la tierra, el territorio y los recursos naturales. La privatización de la tierra es, en la gran mayoría de casos, una acción que atenta contra la cultura, lugares que son históricamente significativos y patrimonio de los pueblos indígenas.
Comunidad
Las tierras públicas, ya sea parques urbanos, naturales y/o nacionales, son activos comunitarios importantes que brindan espacios de reunión y acceso al aire libre. Al ser privatizados, se atenta no sólo contra su acceso, sino también contra la creación y fortalecimiento de comunidades que se desenvuelven integralmente con la naturaleza.