Perderse en la montaña es peligroso. Es crucial cargar todo el equipo necesario para evitar perderse, pero también saber cómo actuar: sigue estos consejos.
Desorientarse, por momentos, es algo normal en la montaña; por ello hay que tener los sentidos alerta y observar siempre por dónde y hacia dónde caminamos, de lo contrario esa fugaz desorientación puede convertirse en estar realmente perdido en medio de la nada, algo que no sólo no se desea sino además es peligroso.
No hay nada comparable con el darse cuenta de que realmente estás perdido, que el sol se pondrá pronto y que únicamente cuentas en tu pequeño kit con algo de agua y quizá una chamarra para pasar la noche. Entonces, piensas, por qué no traje mi teléfono celular con batería extra, GPS, frontal, mapa. En fin, si sucede, ¿qué debemos hacer? Estos son algunos consejos básicos.
Mantén la calma
Este es el punto más importante: mantén la calma, respira, tómate unos segundos para relajarte, controlar tus miedos y pensamientos negativos. La mente clara y el pensamiento reflexivo y meticuloso te permitirán evaluar mejor la situación y tomar buenas decisiones. Siéntate, bebe un poco de agua y respira profundo.
Repasa tus últimos movimientos
¿Hace cuánto tiempo perdiste el camino? ¿cuánto falta para que oscurezca? ¿qué detalles observaste en el camino y que podrías reconocer? ¿puedes ubicar la luna y ver su tamaño para saber si te brindará luz? ¿se acerca una tormenta? ¿qué tanto bajan las temperaturas en el lugar? ¿existe una posibilidad real de contraer hipotermia y exposición? Intenta responder estas preguntas con calma, controlando la angustia. Sólo así podrás tomar las mejores decisiones.
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No avances más, intenta retroceder
En el mejor de los casos, si sabes de dónde venías, no sigas hacia delante. Detente y busca realizar el recorrido que venías haciendo en sentido inverso. Quizá, de esta manera, puedas llegar al punto donde te saliste del sendero. Sin embargo, ten cuidado de no engañarte en haber reconocido los puntos de referencia, es decir, en un estado de pánico, es fácil convencerse de que reconocemos un arbusto distintivo o una formación rocosa: no actúes con desesperación.
Busca señales
¿Hay alguna luz de un pueblo, o de coches, algún punto desde el que puedas reconocer un sendero? Mientras buscas este tipo de señales, no te desplaces sin dejar un rastro a tu paso, pues de lo contrario te puedes perder aún más. Si es de noche, lo mejor es intentar encontrar señales sin moverte mucho del sitio donde estás, así evitarás acercarte a acantilados, vegetación intransitable, árboles que se pueden derribar, etc.
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Deja señales de tu presencia
Mientras intentas encontrar el sendero, las señales y demás, deja tus propias pistas para que sepas de dónde venías así como para que otros te encuentren. Puedes utilizar objetos como piedras o ramas, y situarlas de tal manera que se entienda que recientemente has estado ahí, por ejemplo, flechas sobre la tierra.
¿Estás completamente perdido? prepárate para pasar la noche
Antes de que se te agote la energía, que la desesperación te controle los pensamientos y que el miedo no te deje actuar con claridad: prepárate para la noche. Busca un lugar resguardado, por ejemplo, una pequeña cueva, un árbol bajo, de ramas gruesas. Si no puedes encontrar una opción natural, crea la tuya. Coloca algunas ramas que marquen el contorno del área de tu cama y apóyalas contra algo resistente como un árbol sólido o una roca. Luego, recolecta más ramas para crear un techo aislante. El área de la cama rellénala con hojas secas y ramas pequeñas para aislarlo del suelo.
También puedes dormir encima de tu mochila (si tienes una) o meter tus pies en ella para ganar más calor. Si tienes frío, ¡no dejes de moverte! realiza movimientos ligeros, por ejemplo, flexiones de brazos y pequeños saltos para elevar la temperatura de tu cuerpo.
Por el día, crea más señales para que los cuerpos de rescate puedan hallarte. Cuanto más te muevas, más difícil será para ellos encontrarte. Mantén tu guarida y sólo durante el día, con luz, busca arroyos, señales de algún sendero, mantén la calma.
Intensifica las señales
Si logras hacer una fogata, intenta crear mucho hubo (con hojas secas). Busca una planicie o llanura y ahí crea una cruz grande con ramas. Alerte a los rescatistas haciendo ruido, silbando o gritando. Tres alarmas largas en un silbato son la señal de ayuda universal.
Perderse puede ser una experiencia desgarradora, pero estar tranquilo y actuar racionalmente te mantendrá vivo.
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