Uno de los más grandes escaladores de los años 50s y 60s del Valle de Yosemite, Tom Frost, falleció el pasado 24 de agosto, mismo día que Jeff Lowe.
Tom Frost no sólo abrió muchas de las rutas más importantes del Valle de Yosemite, fue también exitoso en el mundo profesional. Nació en Hollywood en 1937 y realizó sus estudios en ingeniería mecánica en la Universidad de Stanford, años en los que descubrió la escalada a través del Club Alpino de la escuela.
Perteneció a la época de oro en la que fueron realizados los grandes ascensos de Yosemite, junto a Royal Robbins, Chuck Pratt, Yvon Chouinard, entre otros.
Junto con Robbins y Joe Fitschen realizó el segundo ascenso a La Nariz, en El Capitán en 1960. Al año siguiente, Frost y Robbins, junto con Chuck Pratt abrieron la segunda ruta de El Capitán, Salathé Wall.
En 1964, Frost, Chuck y Robbins se asociaron con Yvon Chouinard para ascender la pared de El Capitán de América del Norte, la ruta más difícil del mundo en ese momento. Las imágenes que Frost tomó con su cámara Leica, han sido reconocidas como algunas de las más importantes de la historia de la escalada estadounidense.
“Durante la segunda parte de los años 50’s y principios de los 60’s se encontraron en el Valle de Yosemite unos pocos escaladores selectos que se arriesgaron a aventurarse a escalar las paredes más grandes que se habían intentado alguna vez y como resultado cambiaron la escalada para siempre. Tom Frost estaba entre esos pocos.” – Jim Herrington
Junto a Chouinard, creador de Patagonia, durante los años 60’s y 70’s Frost revolucionó el material de escalada, aplicando sus conocimientos de ingeniería.
En 1980, Tom Frost y Dorene, su esposa, fundaron Chimera, empresa que fabricaba accesorios de iluminación para la industria del cine y la fotografía. Frost trabajó también como diseñador. Adoptaron una hija, Marna, y más tarde tuvieron otro hijo, Ryan.
Tom Frost murió a los 81 años de edad, víctima de cáncer, el 24 de agosto de 2018.
“Tom Forst es mi más grande héroe, sin duda.” – Tommy Caldwell