El camino del cine de aventura mexicano ha sido largo, pero rico en protagonistas con historias inspiradoras y talentos enormes.
Helios Nieto es uno de esos protagonistas. Como director de diferentes piezas, Helios ha empujado la industria y a su comunidad hacia adelante.
Freeman (F): Helios, ¿cómo era el cine de aventura y montaña hace 15 o 20 años a nivel global?
Helios Nieto (H): El cine de aventura no es nada nuevo a nivel global. Tiene quizá unos 30 años como tal, pero ha cambiado muchísimo. Los últimos años los directores se han relacionado con el cine documental y de ficción, lo que ha generado mejores producciones. Antes, las películas del outdoors eran solamente videoclips, con música súper ruidosa e imágenes en slow motion; ahora ya hay personajes, una narrativa, una historia central. Esa es la gran diferencia entre el cine de aventura de hace 15 años al de ahora.
(F): Y en México, ¿cómo era en ese entonces el cine de aventura?
(H): Si bien había festivales de este tipo de cine, no había una necesidad de consumirlo, no había un mercado que lo consumiera. Recuerdo que hace una década o poco más yo intentaba conseguir discos compactos de películas de Europa y Estados Unidos, pero nunca me pregunté qué oferta mexicana había.
La primera vez que hubo cine de aventura en México fue por el esfuerzo que hizo Armando Dattoli trayendo el Banff. Poco a poco, personas como Emiliano Fernández empezaron a poner sobre la mesa trabajos más interesantes, y a mucho de nosotros se nos antojó contar historias.
Helios Nieto dirigió La Cima de Tu Vida, así como su segunda parte, llamada Otredad. Fue ganador del EcoFilm Festival 2015, al lado de Roger Gómez, en la categoría Campaña Audiovisual, con su cortometraje “Madre Tierra.” Actualmente es pieza fundamental de la comunidad de realizadores de cine de aventura en México.
(F): ¿Cómo ves la situación actual del cine de aventura y montaña en México?
(H): En México creo que está encontrando su camino, su espacio. Han surgido un montón de realizadores y la tecnología ayudó: cámaras más pequeñas y formas de editar no tan complejas. Ya hay casas productoras, productores que trascienden límites, que hablan de personajes que no son perfectos. Llevamos 10 años de retraso pero va avanzando.
Creo que el Freeman Film Festival es un ejemplo de lo anterior. En su edición pasada, hubo piezas de todo tipo y calidad, pero muy disparejo. Creo que, con Ice Calling, Zenith puso la vara muy alta. Así, para la edición de este año los realizadores hicimos el esfuerzo para alcanzar el nivel de Ice Calling.
(F): ¿Cómo puede el cine mexicano de aventura crecer todavía más?
(H): Creo que los esfuerzos deben dejar de ser aislados. Cuando vino Peter Mortimer, director de Reel Rock, a dar la conferencia, mencionó algo que se me quedó muy grabado. Dijo que en Estados Unidos el cine de aventura creció porque trabajaron en conjunto, sumando esfuerzos, uniéndose, compartiendo. Y ya, en su momento, cada quien caminó por su lado con sus propios clientes; pero se vieron como gremio en un inicio.
Esto tiene que suceder en México. Trabajar juntos, contactar a las casas que ya elaboran contenido, participar, relacionarme con otros productores, empezar a tejer redes para echar a andar proyectos grandes, compartir algunos que están en curso para conocer distintas opiniones; en fin, trabajo en equipo, y esto no tiene porqué ser difícil si sabemos el significado de la cordada. Vamos lento, pero vamos bien.
(F): ¿Cuál es la trascendencia de los realizadores de cine de montaña dentro de la comunidad?
(H): Somos un elemento indispensable: somos los que damos cohesión a la comunidad. Todo realizador necesita una historia y presupuesto. El atleta que está empujando la vara encuentra un espacio de comunicación y lo conectamos con la comunidad que está volteando a ver qué hacen esas figuras, esas fuentes de inspiración. Es una actividad muy relevante porque unimos los hilos, somos agentes de cambio y dirigimos los mensajes. Así, también, decidimos de qué hablar y qué tono darle.
Por ello, también es una responsabilidad la que tenemos, entonces le damos la importancia, la calidad, respetamos los pactos, las negociaciones, es decir, tenemos el mismo reto: arriesgar. Y qué mejor que el esfuerzo se realice en equipo: empujar a la comunidad de cultura de montaña, de deportes de aventura.
(F): Háblanos del documental que inscribiste al Freeman Film Festival 2019 y que es Selección Oficial: Ña kaana Yee, Voces de Vida.
(H): En mixteco, Ña kaana Yee, significa “Voces de vida”. Se trata de la evolución de un proyecto en el que íbamos a grabar el Trail de la Mixteca. Fue en la edición del 2018. Estando allí, cuando Abraham, siendo un desconocido, llega a la meta y se da ese abrazo con Ricardo Mejía, nace una complicidad. Creo que ese abrazo reflejó dónde está parado Ricardo, en qué anda esa leyenda que lleva la palabra “éxito” en la frente. Me di cuenta de que Ricardo está entrando a una etapa muy rica, que es la de compartir, y sentí que era una historia que tenía que ir un poco más lejos. Cuando supe que iban a estar juntos Abraham y Ricardo en Suiza, haciendo de las suyas en Sierre-Zinal, pensé: ‘tengo que ir’.
No hay una cámara mexicana que haya grabado a Ricardo Mejía en Suiza; nunca un medio mexicano registró la trayectoria del máximo corredor de montaña de nuestro país en Europa, donde triunfó. Definitivamente tenía que hacerlo. Salomon nos apoyó y de ahí todo fueron sorpresas increíbles; viajar con Ricardo es toda una experiencia, es muy carismático, todo el tiempo se está entregando con su persona.
Este documental no pretende ser la historia de su trayectoria, no cabe en media hora. Nosotros nos centramos en el momento en que Ricardo abre la puerta para que una nueva generación pueda lograr lo que él hizo, que es viajar al viejo continente y probarse. Me gusta pensar en esta frase: “una vez que llegas al piso más alto, hay que mandar el elevador al primer piso”, eso es lo que Ricardo está haciendo. Intenté representar la nueva etapa que está viviendo y para ello conseguimos entrevistar a grandes personajes del medio y que sabemos que le guardan una fuerte estima a Ricardo.
Ojalá les guste el resultado final.
F.