El Nanga Parbat, la novena montaña más alta del planeta con sus 8,126 msnm, ha recordado por qué es considerada una de las más peligrosas del mundo.
Por: Javier Santiago
Hace unos días dos experimentados montañistas de talla mundial intentaban ascender la ruta de la arista del Mazeno cuando la última señal de posición del GPS marcó un retroceso de 180 metros con 150 metros de desnivel negativo, esa fue la última ubicación que dio el GPS. Inmediatamente comenzaron las labores de rescate y el helicóptero que recorrió la zona confirmó que en el lugar donde se emitió la última señal del dispositivo había ocurrido una avalancha.
Así pues, después de varios días de búsqueda infructuosa, el fin de semana pasado el alpinismo mundial se volvió a vestir de luto al confirmarse el fallecimiento de dos grandes del himalayismo: Mariano Galván y Alberto Zerain.
Para los que no estaban muy familiarizados con estos nombres, al leer esta nota se darán cuenta de que ambos tenían amplia experiencia en alta montaña y practican el alpinismo en su esencia pura: subir con la menor cantidad de recursos, sin asistencia y a la mayor velocidad posible. Además ambos tenían un carácter similar; de otro modo no hubieran sido cordada. Eran muy humildes y nada mediáticos.
Alberto era camionero de profesión y Mariano guía de montaña. Lo que parecía que más les motivaba no era el dinero, sino el vivir al máximo, explorar lo desconocido y disfrutar la naturaleza. Mariano y Alberto se habían conocido apenas en 2016 cuando ambos coincidieron en el Dhaulagiri y el compañero de Alberto, Juanito Oiarzabal, tuvo que abandonar su intento de cumbre a causa de una neumonía. A partir de ahí el equipo de Oiarzabal consideró prudente que Zerain continuara su ascenso con Galván, logrando ambos la cumbre.
Los que sí sabían de ellos seguramente no lo podían creer, ya que si había montañistas que les podía pasar de todo y sobrevivir, eran Mariano y Alberto. Por ejemplo, Alberto Zerain alcanzó atención mundial en el 2008 cuando se encontraba en el C3 (campamento 3) del K2 y lanzó su ataque en solitario a la cumbre, alcanzando a los sherpas de las expediciones comerciales para luego ayudarles a fijar cuerda, colocar tornillos sobre el hielo y montar reuniones, para finalmente abrir la huella y llegar solo hasta la cumbre, todo esto sin oxígeno suplementario. Recordemos que ese año fallecieron 11 personas intentando escalar el K2, aunque Alberto no se enteraría hasta llegar de vuelta al campo base.
Por su parte Mariano Galván se dedicaba a ser guía de montaña en el Aconcagua, por lo que por su espíritu de cooperación se ofrecía a rescatar a otros montañistas, ya fuera por la ruta normal o por la pared sur, no importando si eran clientes de las empresas para las que trabajaba o no. Entre sus ascensiones destaca la que hizo al Broad Peak en el 2015, atacando en estilo alpino la cumbre desde el campo base del K2 hasta el C3, punto a partir del cual siguió la ruta abierta por Carlos Carsolio en 1994, con tramos de escalada en roca de V+, y que nadie había vuelto a repetir.
Antes de su fallecimiento Mariano Galván había alcanzado 7 cumbres de más de 8,000 metros; mientras tanto Alberto Zerain había logrado 10:
Cumbres de ochomiles de Alberto Zerain:
- Everest (1993)
- Makalu (1995)
- Lhotse (2001)
- Gasherbrum II (2006)
- Gasherbrum I (2006)
- K2 (2008)
- Kangchenjunga (2009)
- Dhaulagiri (2016)
- Manaslu (2016)
- Annapurna (2017)
Cumbres de ochomiles de Mariano Galván.
- Lhotse (2011)
- Everest (2012)
- Gasherbrum I (2013)
- Gasherbrum II (2013)
- Broad Peak (2015)
- Dhaulagiri (2016)
- Manaslu (2017)
Con esta trágica noticia y el reciente fallecimiento de Ueli Steck también en los Himalayas, nuevamente vemos que el montañismo de máximo nivel, aquel en el que la innovación y empuje orilla a los límites, no respeta experiencia ni títulos y cobra la vida de los mejores. Aún los más expertos sucumben, ya sea por un error técnico, descuido, imprevisto, o como en el caso de Mariano y Alberto, por condiciones de la montaña. Que descansen en paz estos grandes montañistas.
A modo de homenaje, les compartimos las siguientes líneas tomadas directamente de ellos y que nos hacen reflexionar sobre qué es el montañismo.
«¿Que me lleva una y otra vez a moverme entre montañas?
…cuando te decidas a escalar, acalla tu Ego, ya que éste es más ruidoso que los crampones que rascan la desnuda roca, y más ruidoso que las tintineantes metales que cuelgan de tu arnés. AMA, VIVE, RÍE, ESCALA.»
Mariano Galván. Trelew, Argentina, 17 de marzo de 1980 – Arista Mazeno del Nanga Parbat, Pakistán, 24 de junio de 2017. Fuente: cuenta personal de Facebook.
«La montaña se podrá reír del iluso que piense que, tras haber coronado una cima, la ha conquistado y su límite está por encima de cualquier cumbre.
A personas que no saben frenar a tiempo por equivocación o por creerse superiores, la montaña tarde o temprano les detendrá, y si pueden volver a contarlo, agradecerán la enseñanza recibida.»
Alberto Zerain Berasategi, Vitoria, España, 20 de agosto de 1961 – Nanga Parbat, Pakistán, 24 de junio de 2017. Fuente: Bitácora de expedición al K2 en http://www.alberto-zerain.com