Fotos y obra pictórica: cortesía de Victor Cruz.
La obra pictórica de Victor Cruz es única en el mundo: conoce el trabajo del artista de aventura que plasma la belleza de México en sus lienzos.
Victor Cruz pinta desde pequeño, es algo que le ha acompañado toda la vida. Estudió en la Escuela de Diseño, Arte y Publicidad en la Ciudad de México y más tarde su hermano Claudio Cruz García lo involucra en la aventura, el montañismo y fundamentalmente en la espeleología. En el 2006 se incorpora al Socorro Alpino de México, donde se inicia en alta y media montaña y, a partir de un viaje a la Cordillera de Perú en el mismo año y donde descubre pinturas de paisajes en las casas del alpinismo de dicho país, decide emprender una aventura que ha durado doce años: pintar formalmente los paisajes de México.
El objetivo de Victor Cruz es difundir la belleza natural de México usando la técnica de acrílico sobre tela y/o sobre cartón. Si bien la segunda la realiza en su propio taller, la primera, acrílico sobre tela, la usa para representar los paisajes de cuevas subterráneas y subacuáticas, y para ello ha ingeniado un sistema desde el cuál puede pintar suspendido en el aire, a cientos de metros del suelo en las alturas, o bajo tierra.
Pero este camino inició exponiendo en cada edición de los congresos nacionales de espeleología, desde el 2007. Su primera exposición en el extranjero tuvo lugar en el 2009, en el Congreso Internacional de Espeleología en Texas, Estados Unidos.
Conocido hoy en día como El pintor de las cuevas, Victor Cruz está convencido de algo: la mejor manera que él ha encontrado para difundir la gran belleza natural de nuestro país, así como su potencial para la práctica de espeleología, es a través de sus pinturas. Pero no sólo eso. Cruz ha logrado, mediante su arte, trasladar al espectador a ese espacio en el que la perspectiva desde la que él pinta es única (y para muchos, difícil de acceder). Gracias a su trabajo, las personas han podido disfrutar de increíbles paisajes que se hallan metros bajo tierra, bajo el agua o desde la silla de un caballete que él mismo diseñó para instalarse en las alturas.
Con el fin de conocer más sobre el trabajo artístico de Victor Cruz, Freeman le realizó la siguiente entrevista.
Freeman (F): Victor, muchas gracias por concedernos este tiempo para platicar sobre tu obra. En primer lugar, queremos preguntarte, ¿qué significa, para ti, pintar los paisajes mexicanos y qué tan realistas son?
Victor Cruz (V): Muchas gracias a ustedes por su interés. Bueno, mi propósito último es difundir estos paisajes mexicanos a nivel nacional e internacional, por ello me gusta acercarme a la realidad. Si bien a veces me tomo más libertades, generalmente lo que busco es difundir la belleza de las cuevas a través de una innovación continúa pero que, a su vez, le es fiel a la realidad.
Para mi, lograr trasladar al espectador al lugar, es decir, que conozca estos entornos naturales desde un lienzo, es mi objetivo y eso es lo más importante.
(F): Usas varias técnicas, colgado, bajo tierra, bajo agua, de acuerdo a las condiciones del lugar, ya sea en una cueva subterránea, o externa, o en un pozo, etc. Platícanos sobre la técnica de pintar colgado con tu caballete.
(V): Al principio usé un caballete de unas tablas que yo mismo fabriqué, con tres cuerdas, una para el caballete, otra para mi y otra para la mochila de pinturas. Pero el caballete estaba inestable, se movía mucho y era difícil lograr representar lo que quería.
La primera vez fue en Sótano del Popócatl, Zongolica, Veracruz. En aquella ocasión terminé el objetivo de pintar colgado y la obra me gustó pero batallé mucho. Pasé casi cuatro horas pintando, sentado en una tabla (asiento especial).
Entonces busqué dominar la técnica practicándolo en árboles. Me hice un caballete más cómodo, que se guarda en la mochila y se queda fijo por el peso una vez que lo instalo en las alturas. Ahora ya sólo son dos cuerdas las que uso y puedo pintar con comodidad.
(F): ¿Cuál es la experiencia de pintar colgado, con tu caballete también suspendido en el aire, a cientos de metros del suelo?
(V): Encontrar el sitio perfecto para pintar de acuerdo a la perspectiva, ver la cueva desde ese lugar, es sin duda algo único. El estar pintando ahí te obliga a enfocarte mucho, te exige una concentración muy grande, porque está en riesgo tu vida.
Por otra parte, escuchar los sonidos de la naturaleza, las aves, el viento, el cambio constante de los colores, la sombra y la luz, todo te envuelve en una paz y una tranquilidad impresionante. Estás creando bajo las condiciones de la naturaleza.
Creo que es algo que encontré desde pequeño, cuando fui a los museos de la Ciudad y vi las obras de José María Velasco y Dr. Atl, quienes fueron y son una gran inspiración para mi. Luego pensé porqué no pintar debajo de la tierra o colgado en el aire: son ya 12 años con este reto.
(F): Y bajo tierra, ¿cómo pintas y en qué sitios lo has realizado?
(V): El caballete que uso es más ligero, de aluminio y adaptado con un tripié para cámaras fotográficas. Aquí lo que busco es el menor peso posible, pues he de llevar el material para descender por las cuevas.
El Sótano de las Golondrinas es el sitio donde he pintado a mayor profundidad, a unos 370 metros bajo tierra. Fue realmente difícil estar ahí. Otros lugares han sido La Claraboya en Chontalcoatlán, la Cueva de Río Secreto en Quintana Roo, el Sótano de San Agustín en Oaxaca, entre otros.
(F): Otra de las técnicas que has probado es bajo el agua, sumergido. ¿Cómo supiste de esta técnica? ¿implica buceo?
(V): Esta técnica la conocí en un video de un pintor ruso, Denis Lotarev. Desde el primer momento me resultó muy interesante y me puse en contacto con él para entender cómo le hacía para pintar bajo el mar.
Lo intenté en “El Pozo Gavilán”, en Monterrey. Fue el primer ensayo y pude dominar la técnica, pero fue difícil porque no podía quedarme quieto. Es algo que quiero implementar en un futuro cercano. Un gran amigo, a quien le debo mucho, Mario Zavaleta, me invitó a aprender espeleobuceo en la Riviera Maya; tengo el proyecto de pintar en las cuevas que hay en dicha zona, así como en los hermosos cenotes.
(F): Muchas gracias Victor, esperemos que tu inigualable obra siga creciendo y tomando nuevas aventuras.
(V): Muchas gracias a ustedes por su interés, ese es el propósito, que la gente conozca los hermosos paisajes de nuestro país, que afortunadamente son innumerables. Quisiera también decir que esto habría sido imposible sin el gran apoyo que he recibido de mis amigos de diferentes estados de México y de diferentes países.