Foto y texto: Blog de Escalada, aliado de Freeman Outdoors. Texto original, aquí.
El senderismo es una actividad saludable y nutrida en valores, ideal para practicar con las nuevas generaciones. Conoce estos consejos.
Por: Blog de Escalada
Los padres practicantes de actividades al aire libre suelen preguntarse: ¿cómo puedo hacer senderismo con niños? El motivo es simple: la paternidad/maternidad es mucho más que tener un hijo (a), es también dejar un legado para la humanidad. Crear la nueva generación de practicantes de deportes al aire libre es tan, o más, importante que tener una postura ética con el deporte.
Uno de los aspectos que más fortalecen y son clave para el crecimiento de los deportes es la renovación de las nuevas generaciones. Igualmente, los mitos y prejuicios con respecto a la introducción de los niños en el deporte hace que la generación de practicantes se quede vieja, conservadora y, desgraciadamente, resistente a cambios y nuevas prácticas. Los jóvenes outdoors, preferentemente introducidos por los padres, siempre pueden proporcionar una renovación natural de las ideas y de los modelos de gestión, formas de acción y de trabajo que consolidan a un deporte.
Todos nosotros, independientemente del sexo, soñábamos de pequeños con cambiar el mundo. Para quien es adulto, especialmente en la franja de los 30 años o incluso con varios hijos en la vida, sabe que a medida que el tiempo pasa, quedan pocos de aquellos sueños e idealismos. Exactamente por eso, la paternidad/maternidad no ocurre solamente en la creación de una nueva vida, sino en toda la formación de ese otro ser humano. En cada fase de la niñez hay una nueva oportunidad para que los padres se reinventen como lo que son. En la introducción del niño(a) al trekking o senderismo los padres pueden encontrar esas oportunidades.
Antes de proceder con la información básica sobre la forma de introducir a los niños (as) al senderismo, hay que tener en cuenta que el desarrollo de un niño no se produce de forma lineal. Durante su crecimiento, el niño experimenta avances y retrocesos, viviendo su desarrollo de modo particular. Por lo tanto, no se ha de tomar la siguiente información como una receta de pastel, ya que todo ser humano es diferente.
La construcción de la personalidad de un niño debe respetar cada edad, sabiendo que siempre hay una manera propia y particular de manifestarse. Los datos abajo, sobre distancia y peso, fueron obtenidos a partir de una investigación con educadores físicos, pediatras y en libros de diseño de productos. Todos estos números son tentativos, pudiendo variar de niño a niño.
Niños de 0 a 3 años
Hay un consenso entre los pediatras de que no hay una edad correcta para que el niño comience a caminar. Lo que es ampliamente aceptado es que existe un período para que eso suceda. De acuerdo con la literatura médica existente, el periodo para que un niño ande es entre los 10 y 18 meses. Sin embargo, todos los médicos concuerdan en un punto: tanto anticipar etapas, como no estimular al niño, pueden ser generadores de futuros problemas.
Por lo tanto, para trekking o caminatas, cuando el niño aún no camina, lo mejor es cargar con el porta bebé, una especie de mochila que permite a los padres e hijos moverse y tener un contacto más intenso con la naturaleza. Si el niño (a) tiene entre 7 y 11 meses y ya gatea, es importante llevar una manta o una lona para que pueda estar más a gusto, así como para minimizar el contacto con el suelo (animales, bichos, espinas, etc.). Otro aspecto que tenemos que tener en cuenta es que la fase oral de un niño tiende a ser de 18 meses, en ésta, el niño tiende a usar la boca para descubrir el mundo.
Para los niños que ya caminan, lo ideal es motivarlos a andar distancias de entre 400 metros y 3km, respetando, siempre, el límite físico del niño. La distancia máxima propuesta (3km) es más recomendable para quienes ya están en el límite del rango de edad (3 años).
Preferiblemente en esta edad, lo ideal es que no carguen ningún peso (evitar las mochilas infantiles). El motivo es simple: el niño debe gozar del placer de estar en la naturaleza y tener el mínimo esfuerzo. Los padres, por otro lado, deben portar mochilas para que, desde esa edad, los niños se reflejen en ellos y ellos mismos se sienten motivados a usar mochilas.
Niños de 4 a 7 años
Cuando los niños tienen entre 4 y 7 años poseen toda la energía del mundo. Esta época de la vida de un ser humano es el momento ideal para conocer la actividad de trekking y senderismo. Asimismo, poseen una curiosidad inmensa con todo, queriendo detenerse cada minuto para entender lo que está pasando. Esta curiosidad debe ser estimulada por los padres, que también deben enseñar conceptos de perseverancia, resiliencia y concentración.
Como a esta edad el niño ya sabe manejar el tenedor, cepillarse los dientes, peinarse, saltar en un solo pie, apilar objetos sin dificultad y subir y bajar sin mucha dificultad, la actividad de trekking y senderismo se convierte en una actividad placentera para padres y hijos.
Por lo tanto, el senderismo con niños de esta edad no se limita a salir del punto “A” a “B”. Debe existir una “agenda”, con paradas para enseñanzas, reflexiones, contemplaciones y conversaciones sobre el día a día. Puede parecer apocalíptico, pero es fundamental que los padres aprovechen esta franja, pues después de eso ya se acerca la adolescencia y otro concepto de diplomacia en la educación.
Para los niños en el grupo de edad de entre 4 y 7 años, lo ideal es caminar de 3km a 7km. Con este tipo de actividad se quemará la energía que los niños tienen, sin ningún riesgo de lesión. Otro aspecto que debe tenerse en cuenta por los padres en esta introducción es el uso de mochilas. El motivo es evidente: en todo trekking o excursión, el practicante siempre usa mochila. En la literatura médica existente, se estima que un niño puede cargar de 15 a 20km del peso corporal. Como es una introducción a las actividades de montaña, la prudencia es permanecer entre unos 5 y 15km como máximo.
Niños de 8 a 13 años
El grupo de edad que supera los 8 años puede ser el más gratificante para padres y madres dispuestos a realizar travesías, trekking más exigentes y hikkings fuertes. En esta edad los niños empiezan a tener una resistencia física compatible con actividades que los adultos logran realizar. Esto no significa que obligar a un niño de nueve años a caminar 10km en cada paseo sea una buena idea. Forzar a los niños a realizar actividades es hacer que terminen odiando la actividad.
Lo que es imprescindible en las actividades físicas con niños es procurar tener una actitud positiva. Al hacer trekking con niños, lo que menos importa es la distancia, sino que sientan placer y diversión.
Como en esta edad, la resistencia física varía mucho de niño al niño, así como el peso y disposición, lo más indicado son las distancias de 10 a 15km. Como los niños poseen mucha energía en esta edad, la capacidad de cargar peso también es incrementada, por lo que los padres y madres deben estar atentos a no sobrepasar 15km de peso en las mochilas.
2 comentarios
para el senderismo importante una bueno mochila y equipo adicional de hidratacion.