Proyecto 40+1, 41… o lo que resulte conveniente para la ocasión.
Por Javier Serratos A.
Todo tiene sus pros y sus contras con esto de la edad. Cuando eres chico quieres ser grande, cuando eres grande quieres volver a ser chico, cuando necesitas experiencia te faltan años y cuando necesitas vitalidad entonces ya te sobran unos cuantos. Bien lo dice Silvio… “Nadie está contento con lo que le tocó”. En mi caso, más allá de estar contento (o no), prefiero estar consciente. Consciente de lo que tengo, de quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy (o al menos intentarlo).
Y no solo eso, también procuro estar consciente de cómo podemos contagiar y contagiarnos. ¿De qué?, de nuevos sueños, de nuevas ideas y de nuevos proyectos que nos hagan sentir otra vez la ilusión de aprender, de conocernos, de equivocarnos, de seguir luchando y de seguir creciendo, no contra el paso del tiempo, sino de la mano de él. Los que llegamos a los 41 somos más afortunados de quienes no llegaron y también de quienes llegaron en no tan buenas condiciones. Y me gusta ser consciente de esa fortuna que no todos tenemos.
Así que con el pretexto de mis 41 inicié un nuevo proyecto que por sí mismo se divide en varios y un tanto diversos. No todos tienen que ver con el mundo vertical, pero sí con el del outdoor, que es en donde mejor me desenvuelvo, en dónde más fácil me pierdo y también en donde más fácil me vuelvo a encontrar. La idea es cumplir algunos de mis sueños e intentar ayudar a otras personas a conseguir los suyos (sin pretender sonar o llegar a ser un filántropo). Ser yo, hacer lo que más me gusta y disfrutar de mi edad con las cosas buenas y las no tan buenas que pueda traer.
Por lo pronto comencé festejando de la manera que más me gusta hacerlo… ¡Escalando! Quienes me conocen saben que puedo llegar a Jilo y dar 20 pegues en día, pero aunque lo creía posible, no estaba del todo seguro de poder dar 41. La idea era escalar rutas clásicas y obviamente que me gustaran (se trataba de festejar, no de un castigo), incluyendo repeticiones y rutas de diferentes niveles. Al final todo salió de maravilla.
El día tuvo un clima inmejorable, con poca gente en la zona, no fue necesario desmañanarse y menos aún desvelarse, Quetza pudo probar su proyecto y yo tuve oportunidad (piel y pila) para dar mis 41 pegues sin ninguna caída.
Empezamos a las 9am y terminamos a las 6pm… horario de oficina, pero ¡Qué oficina!
Desalmada, Sal de Mí, Mal hablada, Gula, Excitada, La Llorona, Desalmada Natural, Chaneque, Endiablada y otras clásicas formaron parte del 40+1. Contentos de llegar completos a ésta edad y al final del día, hicimos la parada obligada con doña Chave para festejar con los clásicos elotes y esquites “El Tope”, una última parada en casa para partir el pastel con la familia y listo, acabó el festejo, pero comenzó el proyecto.
A lo largo del año les seguiremos contando lo que pase con el 40+1.