Cae la tercera repetición de Sleepwalker (V16), el posible bloque más duro de Estados Unidos, a cargo de Nalle Hukkataival, tras la apertura de Web, y el segundo encadene logrado por Woods.
Escalado por primera vez por Jimmy Webb en diciembre de 2018, Sleepwalker es posiblemente el bloque más duro abierto en Estados Unidos. Ubicado en Black Velvet Canyon, en Las Vegas, Daniel Woods le realizó la primera repetición en enero.
Ahora tocó el turno a Nalle Hukkataival, quien también estuvo probando el bloque y consiguió ascenderlo a inicios de este mes de febrero.
Tres ascensos de un V16 en un período tan corto de tiempo es una hazaña sin precedentes en la historia del bloque mundial. Sin duda, la reunión de esta triada -Webb, Woods y Hukkataival- en las Vegas, trajo extraordinarios frutos aún cuando Nalle no pudo usar la misma beta que los otros escaladores.
Hukkataival estableció el grado máximo en bloque en octubre del 2016 con Burden of Dreams, propuesto como V17. Este 2019, Charles Albert propuso un segundo V17 con No Kapote Only.
“El año pasado abrí este proyecto en Red Rocks y, después de trabajarlo, estaba cerca de ascenderlo, cayendo en el último movimiento. Luego, las frías temperaturas invernales reclamaron el cañón. Incluso por dos meses traté de sellar el trato, nunca tuve la oportunidad de pelear.
– Nalle Hukkataival
Volviendo a la revancha este invierno, de manera rutinaria, trabajé para regresar a donde había quedado, con la esperanza de obtener una oportunidad real este año. Fue realmente refrescante finalmente la sesión en la roca acompañado. Webb y Woods se habían unido a principios de este invierno para encadenarlo. Su beta, sin embargo, no me sirvió de nada. […] Jimmy y Daniel tenían la altura para pasar por alto una secuencia, así que estaba solo luchando en mi propia pelea.
Todo se redujo a la observación del clima y realmente muy poca escalada que bajó mi motivación y me hizo preguntarme si valía la pena seguir arrastrándome día tras día.
Ayer lo logré. Fue bastante anticlimático. No parecía algo que no hubiera ya hecho 10 veces. Mi piel simplemente no me falló eestaa vez. Estoy feliz de que no lo hiciera.
En definitiva, ¡aliviado! También una lección para aprender acerca de cómo no todas las batallas merecen la pena. Lucho cuando la escalada se convierte en una cuestión de gestión de los factores externos y muy poco en la escalada real.
Pocas horas después, otra tormenta de invierno puso fin a la escalada aquí por un tiempo. ¡Estás obligado a tener suerte de vez en cuando! ¡Sí!”