Vía: Fundación Princesa de Asturias.
Dos leyendas del alpinismo mundial, el polaco Krzysztof Wielicki, y el italiano Reinhold Messner, fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Deporte por su trayectoria alpina, sus valores y su labor humanitaria.
Ante 21 candidaturas de 12 países diferentes, el jurado del Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2018 seleccionó el pasado 15 de mayo a los alpinistas Krzysztof Wielicki y Reinhold Messner por sus inigualables trayectorias deportivas y por su contribución en diferentes ámbitos del alpinismo.
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de los Deportes se concede a “la labor de fomento, desarrollo y perfeccionamiento del deporte de manera que esta labor constituya además, a través de la solidaridad y el compromiso, un ejemplo de las posibilidades que la práctica deportiva conlleva en beneficio de los seres humanos”.
La Fundación Princesa de Asturias es una institución privada sin ánimo de lucro que tiene como objetivo contribuir a la difusión y promoción de valores científicos, culturales y sociales. El Premio Princesa de Asturias, que se celebra cada año, galardona la labor científica, cultural y humanitaria a través de ocho distintas categorías: Artes, Letras, Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Cooperación Internacional, Concordia y Deportes.
Krzysztof Wielicki y Reinhold Messner encarnan los valores del alpinismo humanitario en su sentido más esencial. Con sus trayectorias deportivas han marcado nuevos hitos en este deporte y han inspirado a nuevas generaciones.
Krzysztof Wielicki, nacido en Polonia en 1950, es reconocido como uno de los alpinistas más destacados del mundo. Fue el primer alpinista en la historia en conquistar tres ochomiles invernales, el primero fue el Everest en 1980. Asimismo, fue el quinto en realizar los 14 ochomiles.
En el 2018 Wielicki lideró la expedición polaca para intentar encumbrar el K2, último ochomil sin ascenso invernal y en la que se vivió uno de los momentos álgidos de los valores de compañerismo y humildad que distinguen al alpinismo. La expedición llevó a cabo la operación de rescate en el Nanga Parbat de Elisabeth Revol, a la que lograron poner a salvo, y Tomek Mackiewicz, por quien no pudieron hacer nada.
La comunidad alpinista internacional ha reconocido el compañerismo y nivel de liderazgo de Wielicki a lo largo de los años en la montaña. A sus 70 años, el alpinista ha escrito y es coautor de un buen número de libros.
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Considerado históricamente como referencia y punto de partida del alpinismo moderno, Reinhold Messner, por su parte, fue el primer hombre en pisar la cima de los catorce ochomiles sin oxígeno. En 1978, junto con Peter Habeler, fueron los primeros alpinistas en encumbrar el Everest sin oxígeno. Fue también el primero en escalar la «Vertiente Rupal» que, con aproximadamente 4,500 metros verticales, es la pared más grande del planeta, en el Nanga Parbat.
Cruzó la Antártida sin ayuda externa en 1991-1992, el desierto del Bhután del Takla Makán y Groenlandia en 1993 y el Desierto del Gobi en el 2004.
Fue Miembro del Parlamento Europeo, con el Partido con la Federación de los Verdes de Italia; ha fundado seis museos, The Messner Mountain Museum, y en el 2010 también fue galardonado con el Piolet de Oro.
Messner y Mackiewicz recibieron una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón- un diploma, una insignia y la cantidad en efectivo de 50,000 euros.