Empezar es importante, pero hacerlo con el pie derecho es fundamental. Karina Carsolio nos da algunos consejos para nuestros primeros pasos en el Trail Running
Durante los últimos años el nombre de Karina Carsolio se ha convertido en una de las máximas referencias a nivel nacional en el mundo del Trail Running. Desde sus inicios no ha dejado de sorprendernos con su evolución como corredora de montaña y aunque su carrera deportiva es aun muy joven, su paso por el mundo de la competición ha sido firme y en constante ascenso.
Su currículum deportivo no solo cuenta con una larga lista de victorias en competencias nacionales, sino que recientemente sumó una de las más importantes a nivel internacional, consiguiendo el 1er lugar en el Ultra Trail Picos de Europa, realizado en España en mayo de este año.
Fe de erratas en el video: dice Karolina Carsolio, debe decir Karina Carsolio.
Así pues, si tienes planeado dar tus primeros pasos en el mundo del Trail Running, aquí te compartimos unas palabras y consejos que nos hace llegar Karina, integrante del equipo de embajadores de La Sportiva México.
Por Karina Carsolio
¡Pásele, pásele! Hay kilómetros verticales, ultra maratones, sky races, skylines, fell running, desert running, ice races y self supported races, entre otras. El mundo de las carreras ha crecido y se ha diversificado tanto que en ocasiones los que se inician en el deporte terminan corriendo carreras para las que probablemente no están preparados.
Gente que ha corrido decenas de maratones de calle, da el brinco a correr ultra maratones de montaña sin pensarlo dos veces y a la hora de la carrera se sorprende que lleva corriendo 5 horas y solo ha recorrido 30 km. “¿Pero cómo? Si mi tiempo en maratón de calle es de 4:25”. Pues correr en calle y luego querer correr en montaña es como nadar en un chapoteadero y luego nadar en mar abierto.
Así que, cómo puede uno iniciarse o hacer la transición de correr en calle a correr en montaña. No hay receta secreta. Conforme más corras en montaña, mejor conocerás tu cuerpo y tu ritmo en éste terreno e irás descubriendo lo que a ti mejor te funciona. Aquí les comparto algunos consejos que pueden transformar el “mañana empiezo” en un “regreso en unas horas, me voy al Ajusco”.
1.- Calzado adecuado
Se ha puesto de moda correr minimalista. Facebook está repleto de fotos de corredores con huaraches chabochi, orgullosamente enseñando sus ampollas. En mi opinión, esto es como si les dieras a los Tarahumaras unas botas de montaña y les dijeras que ahora van a correr con eso. Hay que pensar que el cuerpo tiene memoria y si toda tu vida has usado tenis, probablemente es lo más adecuado para tu cuerpo. He visto niños de la sierra correr como locos en Converse, pero quizá yo me resbalaría en cada curva. Así que, si estás acostumbrado a correr con tenis, te recomiendo buscar unos específicos para montaña o trail.
2.- Terreno de entrenamiento
Una vez tuve una maestra de teatro que me dijo “practica al mismo nivel al que ejecutarás, así cuando realmente ejecutes será diez veces mejor”. Entrena en el terreno en el que vas a competir, conoce como tu cuerpo corre entre raíces, en la nieve, en las rocas. Si vives en la ciudad y entrenas en el asfalto, busca los desniveles, aprovecha nuestras queridas banquetas agrietadas, los escalones salidos de los edificios, la grava que nunca limpiaron los camiones de carga, etc. Sal de lo plano entre semana y los fines de semana aprovecha para encontrar los terrenos más técnicos que puedas.
3.- Downhill
La mayoría de la gente que empieza a correr en montaña se queda atorada a la hora de bajar. La mejor solución: practica, practica, practica. Encuentra una bajada con piedras, barro, caídas y APRENDE A CAER. Vivimos en una sociedad en la que desde chiquito te dicen “mi amor no te acerques a las escaleras te vas a caer” ¡Qué error! No hay nada más sano que aprender a caer bien, porque eventualmente te vas a tropezar. Así que piérdele el miedo a la caída y poco a poco irás agarrando más confianza hasta que la bajada se vuelva adictiva.
4.- Respiración
El cuerpo no se mueve sin oxígeno y aprender a llevar la mayor cantidad de este nutriente vital a la hora de estar bajo estrés, es la mejor herramienta para no cansarse tanto. Busca cual es la respiración que mejor te acomoda, esta va a ser diferente en las subidas, que en lo plano o que en las bajadas. Varía tus ritmos de respirar hasta que encuentres uno que puedas mantener, que te acomode y que guíe tus pisadas.
5.- Enamórate de la soledad (mi favorito)
Gran parte de correr en montaña es estar solo y curiosamente es algo a lo que mucha gente le teme y a lo que la gran mayoría no están acostumbrados. Aprender a gozar la soledad es conocer tu cuerpo mejor que nadie. Vete a correr solo (sin sacar el celular, ni fotos, ni nada que te distraiga de tu soledad) y aprende a escuchar lo que tu cuerpo tiene que decir, él sabe mejor que nadie qué necesitas y un gran efecto colateral es que te va a empezar a gustar y pronto no querrás regresar antes de cinco buenas horas de soledad montañesca.