El pasado 28 de abril Mauricio Huerta escaló una de las paredes del llamado «Palacio de los Palacios» en Polanco, Ciudad de México, como una actividad para The North Face. ¿Qué consiguió su encadene?
La primera vez que escuché a alguien hablar en serio de escalar un edificio fue en el 2007, cuando el gran «Natas» me contó de sus planes de escalar -al mejor estilo «hombre araña clandestino»- la Torre Mayor. Hasta donde sé, nunca lo intentó realmente, pero se quedó la idea de hacer una demostración de la escalada en un lugar donde típicamente solo habitan oficinas o comercios, un lugar que podría parecer muy lejano a la aventura.
Mau Huerta, nuestro MaMau, que ganó en 2016 el master de escalada TNF en Chile, que hizo el primer 5.14d/9a mexicano (Lujuria, Jilotepec, Edo. Mex.), también logró el primer ascenso de un largo en yoyo a un diedro de unos 30 metros en el Palacio de Hierro.
Escalar edificios no es una idea nueva, pero sí poco explorada en México. Ya en el 2006 Timmy O’neill se proponía como el «Simio Urbano» en el documental «First Ascent» (no confundir con el más reciente First Ascent: The Series), donde simulaba proponer un proyecto documental a los grandes bolsillos de Hollywood para que lo grabaran escalando Los Ángeles. ¿La razón? Tal vez la misma por la que se eligió al más lujoso Palacio de Hierro del país para la escalada de Mau:
«Vine a Hollywood a reclamar el lugar que me pertenece en Sunset Boulevard» – Timmy O’neill
Lo diré de otra forma: Queremos reclamar el lugar que creemos que la escalada debe tener en un mundo que aún no la conoce.
Y de eso se trató el evento de The North Face con Mau Huerta escalando el Palacio de Hierro: hubo cámaras, líderes de opinión, empresarios y personas que habían tenido contacto mínimo con la escalada en roca y que hoy están pensando en practicarla, en difundirla o, incluso, en invertir en ella.
La escalada como inspiración
Yo solo quiero escalar… -Mau Huerta
«¿Quién es el hombre araña?», nos preguntaban los elementos de seguridad del Palacio de Hierro el día de la escalada de Mau. «Es Mauricio Huerta, el mejor escalador del país», les contestábamos para que tuvieran una referencia rápida, y con sutilidad nerviosa preparaban su teléfono para tomar una foto medio a escondidas. ¿Es realmente Mau el mejor del país? Depende de qué modalidad y criterio se utilice; en un deporte tan diverso y con grados tan subjetivos tal vez no exista realmente un escalador que sea «el mejor», pero el comentario funcionó, no hay duda.
Unos veinte o quince años atrás era difícil pensar en que una marca del tamaño de The North Face llegara a México para invertir en crecer la escalada. Pero entonces llegó el festival Banff y nos emocionó con sus historias, apareció el Cuaz y se rifó con la revista Xtremo, surgieron nuevos héroes para nuestra generación como Serratos, Chere, y el Chamán (entre muchos otros). Y, por supuesto, llegó Javier Canché y abrió el Onix, la sala de escalada que mostró el camino para el boom que estamos viviendo hoy. La historia no comenzó ahí, por supuesto, pero definitivamente hay un antes y un después.
Hoy tenemos nuevos héroes y heroínas. Mau sale en activaciones con TNF y viaja por el mundo semanas después de que Lary Arce publicara en National Geographic mientras Mariana Fierro arrasa cada competencia que se le pone enfrente y decenas de escaladores se anotan grados cada fin de semana que hace dos décadas se reservaban a la imaginación. Quien piense que salir en medios o tener patrocinios son payasadas no está tomando en cuenta la dedicación y esfuerzo de atletas, emprendedores y empresarios mexicanos que están llevando más lejos los límites de las actividades outdoors en lo deportivo, lo social y en lo económico.
Hoy la escalada y los deportes de montaña dan trabajo a miles de personas en el país y contribuyen a la transmisión de una cultura de sustentabilidad y respeto. En Estados Unidos la industria de la recreación al aire libre genera 887 mil millones de dólares al año y siete millones y medio de trabajos directos. Es claro que vale la pena seguir impulsándolo en México.
«Yo solo quiero escalar», me dijo Mau con su característico tono sincero y reservado cuando lo conocí hace varios años. ¿A dónde nos llevará en unos años «solo» seguir escalando?
Y sí, también Honnold escaló edificios. Lo hizo para un comercial de seguros.