Daniel Ballesteros es amigo y colaborador de Freeman Outdoors. Autor del blog Humildad Mochilera, español de nacionalidad, viajero insaciable, Daniel ha recorrido Sudamérica, África, Europa y ha vivido durante 22 días en un submarino.
Relato y consejos: recorrer 100km del Parque Nacional Los Alerces, un mágico y solitario lugar en la Patagonia argentina.
Por: Humildad Mochilera
31 de mayo de 2019. Estaba de camino a Bergen (Noruega) sobrevolando los fiordos, instantes antes de aterrizar. Contemplaba por la ventanilla los paisajes y sentí que ya había visto algo parecido, con esa belleza y símil contraste de lagos y altos cerros.
Entonces todavía no sabía qué me estaba recordando pero, menos de una hora después, estando en el bus que me llevaría a Hagavik, lo vi. Me acordé perfectamente. Fue como retroceder en el tiempo, concretamente a finales de febrero de 2016 cuando me encontraba recorriendo el Parque Nacional Los Alerces (El Chubut – Argentina).
Hablemos de aquel lugar. Admito que casi pasa desapercibido. No sé por qué no es un lugar tan frecuentado como ocurre con el resto de la Patagonia. Yo fui por recomendación de unos amigos que hice viajando y fui testigo de lo maravilloso que es el Parque Nacional Los Alerces. Ubicado en el oeste de la provincia de Chubut, posee una superficie de 259.570 hectáreas pertenecientes a la ecorregión de Bosques Patagónicos.
Ideal para recorrer los casi 100km de longitud en un periodo de 5 o 6 días, el lugar es un destino perfecto para contemplar gran flora, numerosas aves y nada más y nada menos que nueve lagos. Sus nombres: Futalaufquen, Menéndez, Rivadavia, Krüger, Verde, Cisne, Stange, Chico y Amutui Quimei, unidos por ríos como el Arrayanes y Desaguadero, para terminar con el río Futaleufú. Éste último cruza la frontera para atravesar Chile y desembocar en el océano Pacífico.
En el lago Menéndez, en el Brazo Norte, se halla el alerzal más longevo conocido. Uno de sus individuos tiene casi 60 metros de altura, más de 2.20 metros de diámetro y 2,600 años de existencia.
Pero no acaba aquí, todo lo descrito hasta ahora se encuentra majestuosamente escoltado por montañas como el Cerro Situación (2307 msnm), Cerro Alto el Petizo (1970 msnm) o Cerro el Riscoso (1866 msnm), entre otros.
El parque entero rebosa de Alerces, Arrayanes, Maquís y mucha más flora, dotando al lugar de una imponente vegetación de bosque andino-patagónico y, recalcando que algunos ejemplares de Alerce superan los 4000 años de edad (Fitzroya cupressoides o Ciprés de la Patagonia es un árbol de la familia de las podocarpáceas nativo de Chile y Argentina. Puede medir hasta más de 50m de altura y vivir alrededor de 4000 años).
La fauna no se queda atrás en este entrañable lugar, pues numerosas aves como el Chucao, el Carpintero Negro Patagónico, el Cóndor o la Cotorra Austral (entre muchos otros), acompañan durante todo el territorio a quienes se aventuren a recorrerlo.
En ningún momento dejaremos de estar en compañía de seres tan únicos como el Gato Huiña, el Monito de Monte, el Tucotuco o el Puma. Tan solo habrá que estar con los ojos bien abiertos para avistarlos, así como a otros muchos autóctonos de la zona o especies introducidas como la liebre.
El Parque Nacional de Los Alerces ofrece muchas posibilidades a la hora de pernoctar gracias a sus diversos campings, con sus más y con sus menos comodidades pero todos en primera fila de lo que yo consideraría un espectáculo continuo de paisajes.
Estando en el bus que me llevaba del Aeropuerto de Bergen a Hagavik, recordé mi paso por ese lugar, volví a ver la Laguna Escondida, las rocas blancas rumbo a la cumbre del Cerro el Petizo, las vistas de los lagos desde arriba, rozando las nubes bajas. Me vi de nuevo en el laberinto de Arrayanes y entre miles de cañas donde no logré ver Monito de Monte alguno, lástima. Sin duda un lugar que merece la pena visitar.
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Datos de interés y recomendaciones
Existe una ruta de bus (Esquel-Cholila) que atraviesa el parque, con varias paradas a lo largo de los casi 100km de recorrido. Se puede adquirir un ticket de trayecto completo, pudiendo subir y bajar en todas las paradas que se quiera siempre y cuando se mantenga la misma dirección.
Tanto en Esquel como en Cholila hay folletos informativos de todos los campings disponibles en el Parque Nacional, así como de las diversas rutas de senderismo abiertas al público, información sobre la flora y fauna de la zona etc.
No está permitida la entrada de mascotas (o al menos esa era la normativa en 2016).
Es necesario llevar provisiones de comida y bebida pues no todos los campings tienen donde abastecerse. Depende de los días que uno se vaya a quedar por el parque.
Se recomienda hacer caso estricto a las indicaciones de los guardabosques en cuanto a los horarios de ascensos, prohibiciones, ya que dependiendo de las épocas del año, hay posibles desprendimientos y otras variables. Puede que algunas zonas no se encuentren temporalmente disponibles para el acceso.
Si en cualquier momento a lo largo de tu estancia en todo el parque, tienes la fortuna de observar un puma, se debe informar al guardabosque más próximo (suelen estar en campings como el Arrayanes). Solo es para tenerles informados y mantener un estudio de sus idas y venidas a lo largo del parque.
Puedes leer más de Humildad Mochilera sobre la Cascada Irigoyen, el Camping los Arrayanes y sobre el Cerro Alto El Petizo, en el Parque Nacional Los Alercers.