Por: Perseo González
El día siguiente amaneció perfecto, no había una sola nube en toda el área. Personalmente me puse muy ansioso de que finalmente iba a suceder; lo que seguía emocionalmente no era muy difícil pero sí físicamente demandante.
El plan era salir del Kain Hut a las 8 am, al ser 4 en el equipo, estar seguros de tener todo era complicado y lento. Las cámaras, casitas ¿cuántas, dos o una? ¿Comida? ¿Cuerdas?. Era evidente que ninguno de los 4 éramos consumados alpinistas; nuestra inexperiencia se dejaba ver en los detalles. Salimos en realidad alrededor de las 10 am y Benja estaba evidentemente preocupado por el retraso.
-¡El día esta bien caliente! – Nos decía para apresurarnos. Y recordé los comentarios sobre el puente de hielo que había que cruzar.
Nos despedimos de Sofía, Pelos y Fer con la convicción de que iríamos por una cumbre y que todo saldría bien. Aunque por dentro, uno siempre carga con los miedos de fracasar en el ascenso y de que algo salga mal en la montaña.
-¡No mames!
-Guey…
Llevábamos poco más de una hora caminando cuando vimos frente a nosotros una empinada pendiente. No era tan larga, pero se veía suficientemente imponente como para robarnos el aliento. En estas últimas temporadas, el trayecto debido a las malas condiciones del Snowpatch-Bugaboo col era por el lado izquierdo del Pigeon. Esta pendiente era la bienvenida a la nueva ruta. Poco a poco comenzamos a subir, siempre con el nervio del puente de hielo; La exigencia física supero lo que esperábamos.
-Voy madrear al próximo escalador que se queje del acercamiento a la principal de Ixcatán. – Dijo Luiyi con un tono irónico. Todos nos reímos y aprovechamos la broma para tomar aire.
Debido a que este acercamiento es “nuevo” de repente tuvimos huellas hacia varios lados y estábamos rodeados de grietas y crevases. Tomamos unos instantes para tomar la mejor decisión y después de unos minutos más estábamos llegando al temido puente de hielo.
Aunque no es el camino de 30 cm de largo y 10 metros de largo, de hielo cristalino con un abismo a ambos lados, que tu mente se imagina cuando dicen “puente de hielo” la realidad es que es bastante imponente. Gran parte de su riego es que la línea entre la nieve, el hielo solido y el abismo en la profundidad del glaciar no es tan clara. En la zona más delicada uno cruza aproximadamente dos metros por un camino de 50cm de ancho donde se puede ver con claridad el desafortunado destino de un paso en falso. Nos dimos un poco de distancia y cruzamos con precaución.
Después de casi 1.5 horas llegamos a la base del “Pigeon”, de ahí pudimos ver por primera ves la South Howser Tower. Era increíble , imponente y gigante. Comimos algo mientras platicábamos con otra cordada que también iban a la Beckey-Chouinard.
-Tienen dos opciones- Nos dijeron – dormir en un bivac medio feo en el South Tower – Pigeon col y hacer acercamiento hasta la base temprano o bajar el collado y dormir a lado de la base de la pared en East Creek Camp.
Era temprano aún, y aunque sabíamos que en el regreso nos pesaría, decidimos bajar hasta East Creek, comer algo, y descansar frente a la pared.
Caminamos por 1.5 horas mas por un col que se veía más complicado de lo que fue en realidad para llegar finalmente a East Creek, el ultimo bivac para atacar la pared. Estar ahí te hace sentir muy pequeño, muy insignificante y realmente privilegiado; alrededor de 15 agujas te rodean solo en esa área: Pigeon Feathers, South Tower, North Tower, Minaret y un sin fin de picos de granito más. Disfrutamos estar en el bivac, descansamos y nos preparamos para escalar la ruta al día siguiente a las 3 AM.
Creo ninguno de nosotros pudimos dormir profundamente, entre los timelapses de Zenith a los que tenían que salir cada 2 horas a ajustar y esos llamados alpinos, la noche fue miserable. Como a las 2:30 AM comenzamos a escuchar voces alrededor lo cual se nos hacia raro, las demás cordadas se iban a levantar igual que nosotros y era muy temprano para que ya hubiera ruido; a las 3 AM que salimos para prepararnos vi a uno de los chicos que venían regresando de escalar la ruta, ¡les tomo alrededor de 24 horas poder escalar la pared! En ese momento sentí presión y ansiedad por partir, por escalar rápido y sin perder el tiempo, no queríamos estar regresando al bivac después de 24 horas.
Desayunamos la horrible comida de astronauta que le venden a los alpinistas en la REI y salimos rápido a la pared. Los primeros 300 m. de la ruta son 3era y 4ta clase, mas difícil de lo que yo esperaba por que realmente no hay opción a caerte, son slabs fáciles pero comprometidas. La prisa por ganar terreno era tanta que por un momento olvidamos que Cristobal y Benja venían tratando de aguantarnos el paso con las cámaras, alcanzarnos y grabarnos de todos los ángulos, mientras nosotros subíamos a toda velocidad por donde el camino nos permitiera. Unos metros más arriba nos despedimos. Hasta aquí llegaban ellos. La responsabilidad del video recaía ahora en nuestras manos y en las capacidades tecnológicas de la GoPro Hero 4 que llevábamos. Después de casi 2 horas de acercamiento desde que salimos del bivac llegamos al primer largo en donde ya te amarras para escalar, ahí nos encontramos con la otra cordada que también iba a subir la ruta, ya estaban casi listos así que esperamos un poco a que avanzaran.
Los 3 primeros largos salimos en simultaneo, eran largos fáciles pero tienes el factor “prohibido caerte” la idea de ir en simultaneo era avanzar lo mas rápido posible esa parte y poder llegar al headwall antes de las 2 pm. El frio que te tiene muy entumido y la mochila de 8 kilos que llevas en la espalda son factores que afectan mucho a tu escalada. Avanzamos rápidamente en los 3 primeros largos de simultaneo y llegamos al primer pitch que haríamos como multilargo normal.
En todas las oportunidades que he tenido de hacer paredes grandes llega un momento en el que entras en el “flow” todo se mueve bien y hay buena sinergia con tu cordada, creo que así describiría como fue que subimos los 10 primeros largos de la ruta. Rapidos, efectivos y sin ningún problema. Creo que tanto Luiyi como yo, sabíamos que era importante llegar a la punta antes de que se fuera el sol. Aún teníamos presente el recuerdo de aquella cordada que tuvo que ser rescatada. No queríamos tener que pasar la noche en una repisa de 2 X 2 muriendo de frío en el pico mas alto de los Bugaboos.
El día estaba totalmente soleado pero a pesar de eso no hubo un momento en el que nos quitáramos la chamarra, los vientos que pegaban a la pared eran muy fríos y solo se necesitaba de un poco de impacto para que tu temperatura corporal bajara. Cuando llegamos al top del largo 10 fue muy cómodo, una repisa grande con un poco de tierra, perfecta para echar una siesta, nos juntamos con 3 cordadas ahí , el largo 10 es el inicio del Headwall, es donde los largos comienzan a ser mas difíciles y ya llevas cansancio de cargar una mochila por 500 metros. Esperamos alrededor de 1 hora, comimos algo, tomamos agua y comenzamos la segunda parte.
Esta nueva etapa fue por un lado cansada y por otro lado comprometida ya que el enfoque de nosotros era llegar arriba, los largos eran mas tardados y estuvimos esperando detrás de otra cordada en cada estación, los últimos pitches subes por un colador donde dado las tormentas de los últimos días, estaba una gran parte lleno de nieve y un poco húmedo. Pasamos lo mas rápido posible por esos largos, la emoción de que ya estábamos cerca se hacia presente en cada estación que avanzábamos, el cansancio también estaba ahí, y es donde creo tienes que estar más atento; la mayoría de los accidentes en la escalada son por errores humanos y después de casi 15 horas de escalar tu cabeza y tu cuerpo no reacciona de la manera mas efectiva, hacíamos las reuniones mas lento, escalábamos mas lento. En lo personal me gustaba repasar todo varias veces ya que se que cuando llega ese momento de cansancio tengo que presentar el doble de atención.
Llegamos al ultimo largo que debería ser es una travesía fácil por regletas pero Luiyi, en su afán de siempre hacer todo mas duro, en ves de hacer un 5.10c fácil hizo como un 5.12c usando los agarres como apoyos y regletas insignificantes como agarres; ese momento fue un poco estresante ya que no se podía dar el lujo de caer, sino, hubiera sido un gran problema poder salir de ahí. Una posible caída de 6 metros lo esperaba y seguro se hubiera estampado en una pared; al final, su afán por continuar y no caer lo obligo a aferrarse y salir por el ultimo colador fácil hasta la ultima reunión.
Después de ese largo, el ascenso a la cima no es fácil, hay que caminar unos 300 metros en 3era y 4ta clase atreves de parches de nieve y piedra suelta, hicimos eso con mucho cuidado ya que sabíamos que teníamos que ir tranquilos, sin prisa y con el objetivo de llegar a la cima.
-¡No mames, ahí!- Le grité a Luiyi emocionado cundo por fin pude ver nuestro objetivo.
Llegamos al Top de la South Howser Tower a las 5:25 pm, habíamos escalado muy rápido y muy enfocados durante varios largos. Un fuerte abrazo entre nosotros coronó el esfuerzo de tanta gente y la planeación de mucho meses. Estuvimos muy agradecidos por todos lo que confiaron en nosotros, los que nos acompañaron y los que nos apoyaron desde lejos. Al final de cuentas, jugar a ser diminutas hormigas escalando montículos de arena, no tiene ningún beneficio tangible para nadie. Y sin embargo es algo que a todos nos apasiona tanto. Tomamos algunas fotos y comenzamos a bajar. Nunca es fácil descender por una ruta así, hay que tener buena habilidad en “route finding” ya que no es tan obvio moverte en la pared. Nos embarcamos y bajamos por un colador lleno de nieve hasta que nos dimos cuenta que estábamos mal y tuve que escalar de nuevo hacia la reunión para bajar hacia otro lado.
Empezamos a rapelear ya que encontramos el camino correcto; todos los rapeles están armados en cadenas que acaban de ser reemplazadas lo que daba mucha confianza. La luz mágica de l atardecer empezó a tocar la pared y pintar el cielo, en mi afán de hacer un último video con luz increíble saqué la Go Pro de mi bolsa y un movimiento en falso (quiero pensar que a causa del cansancio) se me cayó de las manos y rodó 700 metros por un colador de roca y nieve directo hacia la rimaya de la pared.
-¡No! ¡No! ¡Fuck! ¡No puede ser!
Luiyi solo me miró sorprendido.
-No mames. ¡No!- Seguí lamentándome y reprochándome mi error.
Gran parte de nuestro material de escalada de la ruta se había perdido. Me asomé todo lo que pude y en un instante supe que era muy ingenuo pensar que íbamos a recuperarlo. No podía creer que eso nos había pasado, estuve en shock un rato. Era el material no solo del ascenso sino también del video que presentaríamos y por el que Zenith y tantos otros patrocinadores se habían sumado al proyecto.
Después de darle mil vueltas y buscar posibilidades entendimos que el destino de esas fotos y esos videos era quedar en nuestras mentes como recuerdos. La montaña tenía una última lección: “Desapego”.
Llegamos a la base del glaciar después de 10 rapeles, mucho frío y mucha hambre; y nos amarramos para comenzar a caminar de vuelta a East Creek. El regreso fue sencillo, rápido y aunque estábamos los 2 muy cansados nos sentíamos muy felices de que habíamos logrado hacer el ascenso de la ruta que tanto habíamos deseado. Bajamos el colador corriendo con los crampones, sabíamos que no era lo más inteligente pero teníamos una energía que no sabíamos de donde venía, lo importante en ese momento era llegar al bivac a comer algo, calentarnos y poder descansar.
Llegamos a East creek justo cuando necesitábamos prender nuestra lámpara, eran alrededor de las 10:30 pm, saludamos a Benja y Cristóbal que ya nos esperaban con la cena caliente; les platicamos del ascenso y los por menores del día. Tomé valor y les confesé el percance de la Go Pro. Pude ver como se preocuparon por el destino del video, pero muy pronto lo dejaron ir. Ahora era momento de celebrar y de disfrutar. Platicamos y cenamos entre risas y anécdotas, era la primera vez en el viaje que la comida de astronautas sabía bien.
Agradecemos mucho el apoyo que las marcas dieron a este proyecto, PATAGONIA, ALTA VERTICAL, PETZL, EXPOSURE INDUSTRIA Y MONTAÑA, BLACK DIAMOND, RA Store, DEPORTE HABITAT y nuestros inseparables amigos de ZENITH ADVENTURE MEDIA que ayudaron mucho a mantener siempre la motivación a tope.
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