Héctor Ponce de León y Daniel Araiza ya están en Alaska para completar la segunda etapa del proyecto Ice Calling, de hecho, Benjamín Soto, autor de esta nota, también está ahí documentando el proyecto en lo deportivo y, tal vez aún más importante, en lo psicológico.
Curtain Call es una ruta de escalada en hielo de grado WI6+ (en una escala que llega al WI7 y donde “WI” significa “Hielo de cascada”, por sus siglas en inglés). Héctor Ponce de León y Daniel Araiza ascendieron la ruta como parte de su entrenamiento para Slipstream, el primer objetivo del proyecto Ice Calling (ya conseguido).
Curtain Call
Por Zenith Adventure Media
Ciento veinte metros de hielo vertical se imponen frente a nosotros; habíamos estado buscando una ruta que fuera dura, clásica y fotogénica. Cuando la vimos por primera vez desde la carretera supimos que era ella.
“Curtain Call” o “La última cortina” -como sonaría su nombre en una traducción de película española- se había ganado ese título cuando su aperturista Mike Weis se enfrentó al extraplomo que genera el pilar del último largo justo en el crux de la ruta y temió que esta fuera su última escalada.
El hielo y la ruta son hipnotizantes; pioletazo tras pioletazo, Héctor y Daniel entran en un mantra y en un estado de flow que les permiten subir por este imponente gigante. Son toneladas de agua que con solo tiempo y frío han logrado tomar formas dignas de la obra de cualquier escultor. La Última Cortina por momentos lucía invencible y, en otros, tan frágil que podíamos jurar que el siguiente cramponazo terminaría por destruirla completamente.
Escalar el hielo es el arte de hacerse uno con el elemento, de ser valiente para subirse en él y delicado para no alterarlo. Como un artista, el escalador va ascendiendo respetando las líneas naturales de la ruta mientras encuentra el paso entre estalactitas, pilares y cortinas.
Escalar en hielo es un arte que requiere fuerza, talento y control mental en su máxima expresión.
https://vimeo.com/166433357
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