Mario Rigby, el canadiense que caminó 12,000km para mostrar al mundo la cara más bella de África: su gente y sus paisajes.
Por: Blog de Escalada
En nuestra época, los grandes senderos parecen estar de moda. Mientras las grandes exploraciones fueron la tos ferina de los montañistas a principios del siglo XX, en este siglo parece que los trekkings de largas distancias son el gran llamado de los amantes del aire libre.
Si bien la mayoría de las personas buscan trayectos con buena infraestructura para así realizar miles de kilómetros, el canadiense Mario Rigby pensó en hacer algo más desafiante: recorrer a pie desde Ciudad del Cabo hasta El Cairo: una caminata de nada menos que 12,000km de distancia. El ex atleta profesional, orador y entrenador personal, comenzó la caminata en 2015 y terminó en 2017: la ruta fue nombrada Crossing África.
Rigby dijo a los medios de comunicación que se inspiró a atravesar África porque quería mostrarle al mundo un lado más positivo de dicho continente: su gente y su belleza natural. El deseo era enfocarse en la positividad, no en el sufrimiento y la pobreza que típicamente dominan las noticias. La preparación para el viaje tardó nueve meses.
A principios de 2015, Rigby decidió que quería «romper los estereotipos que establecen los límites de lo que se considera posible y de los lugares a los que se puede ir». Rigby comenzó a investigar y entrenar para una larga caminata épica por el continente africano que, finalmente, duró dos años. En noviembre del mismo año voló a Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, iniciando allí la jornada que lo llevaría a cruzar Sudáfrica, Mozambique, Malawi, Tanzania, Kenia, Etiopía, Sudán y Egipto.
Mario Rigby caminó la mayor parte del sendero. La única excepción fue cuando tuvo que usar un kayak para trasladarse por el Lago Malawi, el noveno más grande del mundo y el segundo más profundo de África. Rigby completó el trekking a principios del 2018.
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El canadiense comenzó a caminar Cape Point , el punto más meridional del continente africano, avanzando un promedio de 25km por día durante las primeras etapas. A lo largo de su viaje, nunca le faltó un lugar para dormir. La mayoría de las aldeas por las que pasó no cuentan con hoteles o albergues, así que, cuando llegaba a una de ellas, se dirigía a una unidad habitacional compuesta por varias familias.
En algunas ocasiones Rigby permaneció en algún lugar de convivencia común hasta que alguien lo saludara y le ofreciera alojamiento. Esta rutina se repitió por toda África. Muchos de sus anfitriones tuvieron la gentileza de buscarle alojamiento con algún pariente o conocido en la siguiente aldea o ciudad a la que se desplazaría.
Cuando Rigby encontró dificultades físicas y burocráticas, fueron personas locales quienes le apoyaron para continuar con su jornada. En particular en Mozambique, donde vivió las experiencias más singulares.
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La estación de noticias local de Mozambique, único canal de televisión disponible en el país, hizo un reportaje de cinco minutos sobre el viaje de Rigby por África. A partir de esto, el canadiense se hizo tan famoso que no podía caminar por las carreteras sin que la gente parara a tomarse una foto con él.
Su fama en el país fue incluso útil. Mientras caminaba durante la estación de los monzones (viento estacional que se produce por el desplazamiento del cinturón ecuatorial. En verano los vientos soplan de sur a norte, cargados de lluvias. En invierno, son vientos del interior que vienen secos y fríos), comenzó a sufrir de hipotermia. Un conductor, que había visto su historia en la televisión, se detuvo e imploró a Rigby para que se quedara con él. El motivo, en realidad, fue cómico: el taxista quería mostrarle a su esposa que lo había conocido. En total Rigby acumuló una media de unos 45 kilómetros al día.
Actualmente el canadiense está abrazando otro proyecto, que iniciará este año. Denominado Proyecto EVA, Mario Rigby conducirá un vehículo eléctrico por todo el continente.