La historia reclama y descalifica el cruce antártico de O’Brady como el primero, en solitario y sin ayuda externa. La controversia continúa.
Hasta hace unas semanas la noticia era que Colin O’Brady y Louis Rudd habían marcado la historia del trekking mundial al cruzar la Antártida esquiando 1500km, en completa soledad y sin ayuda externa.
– O’Brady
“Cuando puse mi trineo sobre esta línea invisible, logré mi objetivo: convertirme en la primera persona en la historia en atravesar el continente de la Antártida de costa a costa en solitario, sin apoyo y sin ayuda.”
Sin embargo, de acuerdo a distintos medios internacionales, como Explorers Web y The New York Times, existe la posibilidad de que el cruce antártico de O’Brady no fue ni el primero ni tan autónomo.
De acuerdo a la crítica, en primer lugar, O’Brady y Rudd esquiaron en una carretera desde el Polo Sur hasta su línea de meta, algo que nunca mencionaron ni a los medios ni a sus seguidores en línea. Conocida como la autopista McMurdo-Polo Sur, o la carretera de travesía terrestre del Polo Sur (SPOT), es un camino aplanado preparado por tractores que remolcan trineos pesados. Transporta personal y suministros desde la estación McMurdo hasta el Polo Sur. Cuenta con banderas cada 100m que facilitan la navegación y, además, el equipo de construcción rellenó todas las grietas, por lo que es mucho más segura y fácil que cualquier otra travesía campo a través.
De acuerdo a esto, O’Brady y Rudd no necesitaron hacer uso de navegación y su trayecto fue, en términos estrictos, asistido, puesto que se trasladaron sobre la carretera.
Ahora bien, uno de los puntos más controversiales gira en torno al aprovechamiento de las publicaciones en medios para hablar de un posible “primer cruce antártico en solitario”, respecto a a O’Brady, que no sólo no fue en solitario (por la asistencia antes mencionada), sino porque esto ha disminuido el logro realizado por Borge Ousland hace 22 años.
“Para los aventureros profesionales patrocinados que sienten la necesidad de conectarse en tiempo real con una audiencia de redes sociales, la verdadera exploración se convierte en secundaria, frente a la necesidad de establecer “registros”, para reclamar “primeros”, sin importar lo arbitrariamente definido.”
– The New York Times
Borge Ousland, de Noruega, cruzó la Antártida solo y sin apoyo en 1996-7, pero su viaje no se considera sin ayuda porque usó una vela para su esquí, fabricada por el mismo, y que le ayudó a impulsarse. En sus 64 días de travesía no recibió ayuda ni suministros de otros, ni siquiera una taza de café; pero haber usado esa pequeña tela cuadrada le costó la descalificación.
Y, para finalizar la controversia, los críticos mencionan que tanto O’Brady como Rudd iniciaron su travesía no en la costa, como Ousland, sino en las plataformas de hielo, kilómetros adentro, en tierra firme. Su distancia recorrida, 1500km, fue la mitad de lo realizado por Ousland en 1996-97.
Por lo anterior, los medios han puesto sobre la mesa un tema más global y que atañe a los deportes de aventura: la necesidad de hablar de primeros ascensos y hazañas extraordinarias para acaparar la atención internacional, por encima de la propia experiencia. Es decir, el hecho de que, en algunos casos, el fin justifique los medios.
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