Colin O’Brady y Louis Rudd marcaron la historia del trekking, de forma independiente y casi al mismo tiempo, al cruzar la Antártida esquiando 1500km, en completa soledad y sin ayuda externa.
Colin O’Brady y Louis Rudd se convirtieron en las dos primeras personas en cruzar la Antártida solos y sin ayuda a finales del 2018.
El aventurero estadounidense Colin O’Brady llegó a su destino el 28 de diciembre. El capitán del ejército británico Louis Rudd completó su misión dos días después. Ambos habían partido el pasado 3 de noviembre, cada quien por su lado, sin embargo, O’Brady decidió realizar su último esfuerzo recorriendo 80 millas en una gigantesco maratón de 32 horas sobre esquís, lo que le dio la ventaja final.
Ambos comenzaron su viaje en la plataforma de hielo Ronne y llegaron a su destino en la plataforma de hielo Ross. Sin duda, se trata de una de las hazañas más trascendentes en la historia de las travesías que el hombre moderno ha realizado con éxito, y las siguientes son cinco razones que nos explican el porqué de esta afirmación.
La ruta
La ruta que siguieron es brutalmente larga y probablemente insana para que un hombre la pruebe solo. Todas las demás personas que lo han intentado antes se han rendido o han muerto.
Cada uno de los dos recorrió 1448 kilómetros, luchando contra gélidas temperaturas, fuertes ráfagas de viento en el continente más frío, ventoso y remoto de la Tierra, cruzando desde el Océano Atlántico hasta el Océano Pacífico a través del Polo Sur.
Con las temperaturas promedio en la Antártida que descienden por debajo de los menos 27 grados centígrados, el agua se convierte instantáneamente en hielo. La visibilidad a menudo era tan mala que no podían ver el suelo delante de ellos y debían cuidarse permanentemente de las grietas mortales que acechan en el hielo.
El aventurero británico Louis Rudd, de 49 años, lo realizó en honor al explorador Henry Worsley, un amigo cercano que murió mientras intentaba completar el mismo viaje en 2016.
“Esta ha sido una de las experiencias más profundas y significativas de toda mi vida y, sin duda, mi mayor logro”, escribió O’Brady en Instagram . “Este viaje me ha abierto hasta el fondo y casi me ha roto muchas veces”. Hace diez años, el estadounidense sufrió severas quemaduras a causa de un incendio. Los doctores dijeron que nunca volvería a caminar. Con esta travesía confirmaría de qué está hecho el espíritu humano.
La soledad
Tanto O’Brady como Rudd realizaron la travesía en completa soledad, sin tener contacto alguno ni ayuda externa por más de 50 días.
Para lograrlo, cada uno realizó entrenamientos previos. Por ejemplo, O’Brady llevó a cabo retiros de meditación que implican 10 días de completo silencio, sin leer, escribir ni tener contacto visual con otras personas.
La comida
Rudd afirmó que por las mañanas comía papillas con chocolate caliente. Para la cena, consumía comidas liofilizadas y batidos de proteínas. Antes de partir compró 70 bolsas de mezcla de senderos tropicales. También comió barras de chocolate con leche, salami y queso.
O’Brady, por su parte, trabajó con un patrocinador para diseñar las “Barras de Colin” con alto contenido calórico basadas en sus necesidades nutricionales. Barras de Colin
Ambos exploradores tuvieron que jalar toda su comida, combustible y equipo detrás de ellos en un trineo.
Desgaste físico
Ambos recorrieron casi 1500 kilómetros a través del desierto helado, remolcando un trineo lleno de equipo que al inicio pesaba unos 180 kilos.
Según sus cálculos, O’Brady consumió unas 8000 calorías, más o menos, en un día, pero sus nutricionistas calcularon que gastaría unas 10,000 calorías por día, por lo que sabía que perdería peso.
Rudd estima que perdió casi 16 kilos, o aproximadamente el 20 por ciento de su peso corporal, durante su dura experiencia de 56 días. El veterano dijo que tuvo que coserse el pantalón cuando sintió que se deslizaba mientras esquiaba.
Las palabras de O’Brady al esperar a Rudd al final de la ruta fueron las siguientes,
“Día 56: CONTACTO HUMANO. ¡Ahí esta! El capitán Louis Rudd llegó a la meta esta tarde. He estado esperando aquí para saludarlo, la única otra persona en el planeta que ha completado este cruce. ¡Es increíble verlo y ser el primero en felicitarlo en persona! Sin mencionar que es bastante reconfortante ver y hablar con otro ser humano después de la larga y tranquila caminata de los últimos dos meses. Ciertamente ahora tenemos un vínculo de por vida al completar este viaje épico.”
– Colin O’Brady