Viéndolo desde arriba
[dropcap size=big]A[/dropcap] mi, como creo que a todos, me gusta encadenar una vía, sacar el crux de un boulder, hacer un top-out o ganar una competencia. Como muchos llegué a creer que hay que tener un talento natural para escalar, un crimp de acero, fuerza inhumana o facilidad nata. Veía escaladores fuertes y famosos y los idealizaba pensando que eran máquinas, mutantes, con un don especial. Ahora, después de haber experimentado un poco más, creo que más que haber nacido con la habilidad, lo importante es irla desarrollando. Caerse mil veces y volverse a subir, trabajar la mente, salir de la zona de confort y sobretodo, superar esos golpes al ego que a veces nos limitan. Todo está en la mentalidad.
En mi vida como escaladora he aprendido que disfrutar y desconectarme de las cosas que me preocupan son los ejes principales de mis fines de semana en la roca, además claro, está todo el esfuerzo que pongo al estar trepada en una vía. No empecé a escalar tan joven como muchos y no me dedico sólo al deporte, pero tengo claro que siendo constante, priorizando el tiempo que le dedico e intentando subir proyectos que me imponen psicológicamente podré ampliar mi gama de movimientos y mi potencial como escaladora.
El otro día me preguntaron cuál es mi objetivo final al escalar y me di cuenta que no hay uno. Siempre tengo proyectos de rutas que quiero ascender pero nunca se van a acabar. El objetivo no es hacer un 14, el objetivo es escalar y luego escalar más. Quiero mejorar mi técnica, mi escalada a vista, me gustaría ser todo terreno: subirme a un boulder o a un multilargo de escalada tradicional por el simple placer de hacerlo, de vivir ahí arriba ese momento donde lo único que quiero es tomar esa regleta y mover el pie derecho 5 cm. hacia arriba. Todo está en la mentalidad.
Una vez leí un libro que me dejó mucho. Lo tomé como un punto importante de reflexión y lo he tratado de aplicar a todas las áreas de mi vida, incluyendo mi deporte. Habla sobre dos tipos de mentalidad: la fija y la de crecimiento. La fija es en la que, o soy buena o soy mala; soy capaz o incapaz, tengo lo que se necesita o no lo tengo. La desventaja con esta mentalidad es que no acepta errores y si me equivoco, me digo a mi misma: “mejor bájate de esa vía porque no está a tu nivel, y aparte seguramente ni es tu estilo”. El ego juega un papel importante en este tipo de mentalidad y hay que protegerlo siempre. No le gusta verme fallar y quedar mal. Si soy buena para el desplome me pide que me quede en Chonta y vaya todos los puentes a Guadalcazar. ¡Ni pensar en acercarme a los slabs o a las placas de Guadalajara! Si me da miedo amarrarme una cuerda mejor no salgo de Bernal y sigo haciendo boulder por que eso sí se me facilita y es ahí donde tendré más éxitos. Es difícil aceptarlo, pero a veces me dejo llevar por esta mentalidad y después tengo un sentido de malestar que no me permite estar tan plena como quisiera. Creo que a varios nos pasa, lo importante es darnos cuenta y hacer algo al respecto.
Por el otro lado está la mentalidad de crecimiento, hacia donde quiero acercarme más cada día. Esta me dice que los mejores son los mejores sin querer serlo, son los que se enfocan en sí mismos sin preocuparse de los demás. Quieren trabajar sus áreas débiles incluso más que las fuertes y pasan mucho tiempo cayéndose en un 12 de placa aunque pudiesen estar encadenando catorces en desplome. Esta mentalidad valora el esfuerzo, el proceso, la constancia y la humildad. Aquí, el talento natural es visto como un plus, más no como una determinante. Cree que la materia prima ahí está, pero hay que pulirla para convertirla en algo palpable. En la escalada se traduciría en intentar diferentes estilos, buscar zonas nuevas y probar todas las disciplinas. Claro que habrá algo más atractivo, pero es increíble intentar de todo y tener días difíciles o días malos, pues son esos lo que nos regresan los pies a la tierra y nos enseñan hacia dónde dirigir nuestro entrenamiento y energía. Una mentalidad que se enfoca en crecer disfruta el proceso, más que el resultado final. Todo está en la mentalidad.
En fin, creo que se pueden hacer algunos cambios hacia el crecimiento, al final todo lo que queremos es pasarla bien y disfrutar ¿o no?
Bibliografía recomendada: Dweck, Carol. Mindset: The New Psychology of Success