Viejos los Cerros, cortometraje mexicano presentado en el Freeman Film Festival 2016, fue seleccionado para la muestra oficial del Kendal Mountain Festival.
Hace poco más de un año, con el pretexto de alguna reunión sobre la inseguridad en las montañas, coincidí con Sama Vagamontes, un tipazo que muestra en sus palabras más edad de la que refleja su rostro. Con esa emoción que lo caracteriza, aprovechó los primeros instantes del final de la reunión para comentar sobre el proyecto Mont Blanc a los 80, un proyecto que llevó a María García, en ese entonces de 79 años, a festejar su cumpleaños al Monte Blanco después de casi 60 años de haberse retirado del montañismo.
Pero para Samael el asunto no se quedó en un proyecto. Poco después publicó el tráiler de un cortometraje que tenía entre miras y que continuaba con la narrativa de su proyecto anterior: el montañismo para las generaciones mayores, las que formaron parte de una época de exploración que no se ha repetido aún en México. La respuesta fue evidente, habría que llevarlo al cine.
Debo ser honesto, las dudas comenzaron a llegar. Hubo comentarios sobre la calidad de los cortos que conformarían lo que terminó por llamarse Freeman Film Festival y que para entonces sólo era “el festival mexicano”. Palabras más, palabras menos, la advertencia era esta: un festival de cine debe incluir la mayor calidad posible.
¿Sería una apuesta perdida quemar la bala con Cinépolis para exhibir cortometrajes amateur a nivel nacional?
La visión que dio respuesta a las dudas siempre fue la misma: en el cine de montaña y aventura no buscamos el mejor guión, el mejor maquillaje o la dirección de arte experta; en este tipo de cine buscamos algo mucho más fundamental y humano: inspiración para trascender.
Así, después de unir siete excelentes cortometrajes mexicanos -todos con una pasión suficiente para justificar la apuesta-, exhibimos y nos dimos cuenta de que había sido el camino correcto: con detalles aquí y técnica por mejorar por allá, pero los cortometrajes presentados reunieron más gente que cualquier otro contenido de cine de montaña y aventura independiente en México. El triunfador no oficial de la muestra fue claro, no sólo por comentarios, sino por la cantidad de aplausos y risas en la sala. Viejos los Cerros y la entrañable PGR se llevaron el festival.
Con lo anterior, Viejos los Cerros hizo lo impensable y tendió un puente entre generaciones que el montañismo mexicano joven no se ha esforzado en conocer, aunque sigamos usando sus refugios y sus rutas y digamos que “abrimos camino” donde hace cincuenta años muchos ya habían estado. Es un puente que impulsa la cultura de montaña y recuerda que hubo un tiempo en que los mexicanos tenían mucho más cerca los cerros.
El logro de Samael y su co directora, Mariana Mata Galindo, fue reconocido en el Kendal Mountain Festival, uno de los festivales de cine de montaña más importantes del mundo, de forma que Viejos los Cerros fue confirmado como integrante de la Selección Oficial del festival a llevarse a cabo del 17 al 20 de noviembre en Kendal, Reino Unido. Eso sí, falta ver cómo le va en la noche de premiaciones.
En un medio tan pequeño y de realizadores tan jóvenes, es un orgullo enorme el que un cortometraje de aventura mexicano llegue tan lejos. Es, como decía al principio, inspiración para superarnos con lo que venga para cada quien.
¿Hasta dónde llegará el espíritu de montaña y aventura mexicano?
¡Felicidades Samael y Mariana!
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