Los 5 km del Urban Trail Taxco fueron una prueba llena de piedras y reto que llevó, sin duda, el espíritu del trail running al centro de la ciudad.
El concepto de “Urban Trail” es interesante. No es carrera urbana porque no se corre por entero en grandes avenidas, pero tampoco es 100% trail running porque se desarrolla dentro de una ciudad. Así, el híbrido de carreras de trail dentro de zonas urbanas termina siendo a la vez accesible y demandante.
Comprobamos lo anterior el fin de semana pasado al correr los 5 km del Urban Trail Taxco. Sí, solo 5 km que, al igual que muchos, subestimamos con pensamientos como “5 km los corro hasta para alcanzar el microbús y sin sudar”. Oh, nada más erróneo. Josué Espinoza, ganador absoluto de la competencia, completó el circuito en 22:04 minutos, mientras que, según nos presumen los organizadores, le toma solo 13:30 minutos correr los 5km en plano.
El segundo lugar general fue Fredy Becerril con 22:22 minutos, y el tercer lugar le correspondió a Marcos Mejía, hijo del gran Ricardo Mejía, con 22:42.
La categoría femenil fue liderada por Gladys Paula con 29:37 minutos, seguida por Jessica Basilio con 30:04 minutos y Mónica Bravo en tercer lugar al llegar a la meta en 31:17 minutos.
Con una organización que incluyó apoyo del municipio de Taxco de Alarcón y las marcas Salomon, Suunto y Jumex Sport, la Urban Trail Taxco se vivió sin contratiempos y en un ambiente que recordó al estado de Guerrero turístico de hace un par de décadas, antes de que la violencia lo inundara. Es importante señalar esto, porque la Urban Trail Taxco fue un claro ejemplo de cómo los proyectos deportivos pueden contribuir a mejorar, aunque sea temporalmente, la situación local de las comunidades.
Fueron 909 corredores los que nos paramos frente a Santa Prisca para arrancar pasadas las 7 de la mañana y enfrentarnos al empedrado que recubre las calles de Taxco. Fueron 5 kilómetros, pero subimos pendientes interminables que incluyeron cientos de escalones y descendimos volando por las típicas callejuelas de una ciudad incrustada en el cerro. Fueron más de 200 metros de desnivel acumulado que se presentaron despiadados en cuestas rocosas que muchos estuvimos a punto de escalar a cuatro puntos.
Como siempre, el espíritu de aventura y comunidad se manifestó y vimos a decenas de lugareños apoyando en todo el recorrido a los competidores, entre los cuales encontramos menores y atletas con capacidades diferentes. Una de las ventajas del trail urbano es que se facilita la oportunidad de congregar a participantes de diferentes edades y características.
Comprobamos, pues, que el serial Urban Trail es un reto legítimo para corredores que buscan más reto y aventura que simplemente aventar pasos en la avenida. Felicidades por el concepto y nos vemos en el Urban Trail Guanajuato del 12 de junio. A ver qué tal se ponen esos 10 kilómetros.