Mauricio Díaz Arellano Kurtz, integrante de Aire Libre, guerrero del trail running y promotor del outdoors mexicano, la hizo en grande: el pasado 17 de abril corrió el maratón de Boston logrando la meta 30 segundos antes de las tres horas, tiempo que lo posiciona en la categoría de corredores sub elite, y como uno de los mejores 20 mexicanos de la edición.
Pasada la emoción de la carrera, cachamos a Mau para que nos contara de la experiencia y cómo el trail ha influido en su desempeño en maratones.
La primera aclaración fue de peso: Mauricio nos contó que la única razón por la que corre es para sentirse pleno: normalmente lo hace sin reloj y sin pensar en la velocidad o los kilómetros; una rareza entre la tendencia en el uso de la tecnología en cada zancada. No sorprende que lo hayan apodado «el corredor zen«.
«Mau» pudo calificar al Maratón de Boston de este año después de correr el Maratón de Chicago en 2015 en menos de 3 horas. Desde entonces, se entrenó para conseguir la mejor fuerza y condición. Su rutina de 4 días de rigor y un promedio de 60 kilómetros a la semana se sumó a sus visitas al cerro como parte de las actividades de Aire Libre.
Correr en trail para volar en el asfalto
Mau nos cuenta que durante el Maratón de Boston se encontró con varias pendientes que suelen ser un knock out para muchos, pero nos confesó su secreto: a partir del maratón de Chicago, prácticamente todos sus entrenamientos han sido de trail, disciplina que lo tiene bien curtido para las irregularidades del terreno.
A la par de su ardua preparación como corredor, Mau es uno de los fundadores de Aire Libre, proyecto de corredores que comunican, comparten y documentan rutas de trail running. Aire Libre organiza retiros que tienen como eje principal la conexión entre la naturaleza y el deporte.
Por ahora, Mau ya tiene la vista puesta en su próximo objetivo: el Ultramaratón de Guachochi, en las Barrancas del Cobre, Chihuahua, que sucederá del 17 al 19 de julio de este año. En 2015 se quedó con las ganas de correr el Caballo Blanco, también en Chihuahua, pues fue cancelado a causa de la violencia del narcotráfico en la Sierra Tarahumara.