¿Quieres mejorar tu escalada pero no sabes cómo hacerlo?
Definitivamente el conocimiento viaja en todas direcciones y en muchas ocasiones solo es necesario estar abiertos a recibir consejos (y ponerlos en práctica). Recientemente un amigo se acercó a la redacción de Freeman con un juego de copias y nos sugirió escribir sobre un famoso artículo de entrenamiento publicado hace muchos años.
Quizá “The rock climber´s training manual” no nos hizo descubrir el hilo negro, pero si nos ayudó a confirmar muchas de las cosas antes aprendidas y, sobre todo nos mostró una manera simple de explicar algunas de ellas, quizá las más elementales. A simple vista parecen lógicas, pero en realidad son cosas en las que no siempre ponemos atención y en definitiva pueden ayudarnos a mejorar nuestra escalada en poco tiempo (o hacernos permanecer estancados durante meses, incluso años).
En resumen, les compartimos un par de ellas.
Por Javier Serratos.
El problema: Somos diferentes y tenemos distintos objetivos, pero entrenamos igual.
La mayoría del tiempo nuestro entrenamiento (por llamarlo de alguna manera), se basa en lo que están haciendo los amigos cuando llegamos al muro. Si hacen boulder hacemos boulder, si hacen tabla hacemos tabla, si hacen campus hacemos campus y si socializan, pues socializamos.
Generalmente nuestros proyectos no son los mismos, pero entrenamos igual, sin considerar que algunos nos preparamos para un bloque vertical de tres metros con regletas microscópicas, mientras otros lo hacemos para una ruta de 35 metros con buenos agarres y que desploma más de 30 grados.
Es muy importante entender que todos somos diferentes, al igual que nuestros objetivos y por lo tanto respondemos de manera distinta a rutinas específicas.
La solución:
1.- Establece proyectos y prioridades. Empieza planteando metas a corto plazo que sean realizables y trabaja con base en ellas. Una vez alcanzadas podrás ir jugando con los tiempos y las dificultades.
2.- Identifica tus áreas de oportunidad y fortalezas. Trabaja fuerte en las primeras, sin descuidar las segundas. Si lo haces al revés el avance es muy lento.
3.- Sal del área de confort. Hay dos tipos de escaladores, los fuera de serie y nosotros los mortales. Los primeros pueden permitirse comer tantos tacos como quieran, beber litros de cerveza y desvelarse hasta el amanecer y seguirán encadenando las rutas más duras del planeta. Nosotros tenemos que entrenar mientras ellos comen, beben y se desvelan.
El Problema: Si quieres mejorar, tienes que entrenar.
“Improving is the obvious reason to train and every climber I have met has always wanted to get better”.
Incluso deben entrenar aquellos que se escudan en la famosa frase de Alex Lowe que dice que “el mejor escalador del mundo es el que más se divierte”. Quien sube fluido por los 5.9, algún día querrá subir igual por los 5.11. Quien va sobrado en los V7, algún día querrá flotar también en los V9. Y quien queda en tercero en la Copa del Mundo, seguramente querrá quedar en primero la próxima temporada. Así es, los fuera de serie también entrenan y lo hacen fuerte. Recuerda: 1% talento, 99% trabajo duro.
La solución:
4.- Mejora tu fuerza. Trabaja específicamente en ganar fuerza de dedos y de tracción. Hay muchos métodos, desde el simple hecho de escalar hasta trabajar en las tablas o el campus. Infórmate de cómo hacerlo y hazlo de acuerdo a los proyectos y prioridades que estableciste anteriormente.
5.- Aumenta tu resistencia. El cuerpo entiende al ácido láctico y es capaz de asimilarlo. Al mejor escalador del mundo también se le abren las manos, solo pasa más tiempo antes de que suceda (bueno… muchísimo más tiempo).
6.- Mejora tu técnica. Aquí no hay secretos, se trata de escalar tanto como se pueda. El cuerpo tiene memoria y mientras más movimientos (y trucos) le enseñes, más oportunidades tendrás de resolver diferentes secuencias. Varía tus zonas de escalada, cambia de estilos y muy importante, usa correctamente los pies.
Y si no dispones de más de 40 horas a la semana para salir a la roca (que es lo común para nosotros los Godinez), el mejor camino para mejorar y prevenir lesiones, es entrenar. Recuerda que el saber que estás mejorando equivale a una sobredosis de motivación y lo mejor de todo, es que es divertido.
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