Entrevista especial: el Rey de las Montañas, Ricardo Mejía, consigue el 3er lugar de los 100km del UTMX a sus 55 años, su primera carrera de esa distancia.
No bastan las palabras para describirlo. Racional en lo debido, apasionado hasta los huesos, entregado como muy pocos, soñador y humilde como los grandes, creador como los genios, inalcanzable como ningún otro: él es Ricardo Mejía, él es el Rey de las Montañas.
Hace unos meses, a principios de año, Ricardo Mejía le platicó a Freeman que correría, por primera vez en su vida y a sus 55 años, los 100km del UTMX. Pero, como siempre, su objetivo no era sólo llegar a la meta sino, como él mismo afirma, “hacerlo bien”, siempre pensando en el pódium.
Al día de la carrera, el pasado 27 de octubre, precedieron largos meses de trabajo, entrenamiento, preparación física, adecuada alimentación, y lo que nunca faltó: la seguridad de que esos 100km los iba a correr no sólo con el corazón sino con una entrega total.
Fue así que el campeón del Skyrunner World Series, campeón de la Sierre Zinal en cuatro ocasiones, de la Valmalenco-Valposchiavo, Zegama Aizkorri, de la Copa del Mundo, del Maratón Galarleiz y la Copa del Mundo en Kinabalu, Malasia, dos veces ganador y dos veces segundo del SkyMarathon Iztaccíhuatl, entre tantas otras, se había propuesto una nueva meta: salir de la distancia a la que estaba acostumbrado y de la cual se ha mantenido a lo largo de los años como el mejor, para probarse en un ultra.
Y el Rey de las Montañas llegó a la meta de la prueba más larga del UTMX siendo el primer mexicano, con 55 años, detrás de dos extranjeros, “conseguí algo grande en una prueba que no es la mía”, afirma.
Freeman tuvo la oportunidad de realizarle una entrevista para conocer más de cerca qué significó ganar el tercer lugar de los 100km del UTMX, y que podrás leer a continuación.
Freeman (F): Ricardo, muchas felicidades. ¿Cómo te sientes con el resultado que obtuviste en el UTMX?
Ricardo Mejía (R): Muchas gracias. La verdad es que me siento muy satisfecho. Se cumplió el objetivo, el gran reto de este año de terminar 100km. Estuve entrenando, trabajando bastante, lo más apegado para llegar a un buen término y finalmente salió bien.
(F): ¿Cuándo fue que pensaste en realizar una carrera de 100km?
(R): Fue aproximadamente hace dos años y medio. Había ganado los 50km del UTMX y pude observar el ambiente que generaban los 100km. Entonces se me metió en la mente y pensé “algún día voy a correr 100km” y siempre supe que sería en Huasca. De hecho, decía “si voy a llegar que sea por ahí de las 6:30-7pm cuando ya es de noche y hay ambiente”.
(F): ¿Esta es la primera vez que te inscribes a una carrera de 100km?
(R): No, en el 2016 y 2017 ya me había inscrito a los 100km de UTMX y faltando unas semanas renuncié porque no estaba bien físicamente.
Siempre me visualicé en llegar en primer lugar; esa ha sido mi manera de ver las cosas como corredor, si lo voy a hacer lo hago bien o mejor lo dejo para otra ocasión. Si iba a correr un ultra es porque estaba lo mejor preparado posible, así que en esas ocasiones preferí no correr.
(F): ¿Cómo fue el camino para llegar al UTMX 2018 y sus 100km?
(R): Desde principios de año pensé en los 100km y a lo largo de todos estos meses concentré mis entrenamientos para la prueba. Carreras, entrenamientos, alimentación guiada, fisioterapeuta, intenté apegarme a todo ello lo más que pude para hacer un buen papel.
Finalmente, en la línea de salida, entre tanta gente, la oscuridad y con un ambiente increíble, pensé “estoy bien”, pero cuando dieron la señal de salida dije “tengo que estar mejor ahora” y a partir de ese momento lo di todo y en ningún momento dejé de visualizarme en la meta.
(F): ¿Por qué los 100km del UTMX? ¿siempre pensaste que esta prueba la harías en Huasca? o ¿alguna vez pensaste en otros ultras, incluso del extranjero?
(R): Hay muchas carreras en México de 100km que tienen muy buena reputación. Sin embargo, no me atraían por las fechas en las que se realizan. Algunas son en marzo, cuando apenas inicio la temporada de preparación. Otras son en julio y estoy en Europa.
Tampoco pensé hacerlo afuera, en el extranjero, pues, como decía, cuando puedo es en estas fechas y ahorita en Europa ya hace mucho frío.
El que me queda por fechas y me gusta es el UTMX, así que me decidí por esa carrera. Es una buena culminación del año.
(F): Cuando llegaste a la meta y te dieron el micrófono para dar unas palabras, después de agradecer la motivación recibida por el público, así como a los organizadores por la carrera dijiste algo así como, “ahora sí ya me gradué de los 100km”. ¿Piensas volver a ponerte a prueba en unos 100km o realmente fue esta tu graduación?
(R): Es una pregunta que me han hecho mucho. La verdad es que sí, con esta ultradistancia ya me siento graduado. Creo que es la primera y última. No quiere decir que no lo disfruté, pero fue una prueba que me propuse y la conseguí. El antes y durante de la carrera es muy difícil, exige mucha dedicación. Quizá distancias de 50km o 60km sí haré, pero 100km no lo sé.
Había tenido oportunidades para correr 100km o 100 millas, pero nunca me atrajo, a mi me gustaba correr y en ultra distancias caminas mucho.
(F): ¿Cómo te sentiste a lo largo de la carrera?
(R): Pasé por muchas crisis. A partir del kilómetro 28 tuve calambres y no se me quitaron hasta la meta.
Pero mi mente ya estaba en que tenía que llegar, un calambre lo soporto, la lluvia, el frío, las caídas, todo, sabía que era ese momento o nunca.
En el Maratón Des Sables corrí 80km [una de las carreras más duras del mundo, en el Desierto del Sahara, Marruecos] con los dos pies rotos. Así que pensé, he corrido en peores condiciones. Tenía que llegar.
Al sentir la motivación de mi familia que estaba en ruta y tanta gente que se trasladó para verme correr, se me borraba el dolor; mi mente sólo veía la meta y el centro de Huasca. La verdad es que no pregunté ni en qué kilómetro iba, sólo corría y corría con los calambres que me dolían hasta el alma. Estuve a punto de continuar descalzo. Por ahí del kilómetro 90 cambié de tennis y corrí un poco mejor.
(F): ¿Hubo algún momento a lo largo de la carrera en el que te cayera el veinte de que estabas corriendo 100km? ¿algún momento que te inundara de emociones?
Sí, el primer momento fue en el 30km, cuando vi a mi familia, me dio muchas ganas de llorar, me emocioné mucho, ahí me di cuenta que estaba haciendo esa carrera. Ya no había nada que me detuviera, ese momento me impulsó de manera sobrehumana.
Luego los paisajes increíbles, lo que vi durante 80km de plantíos de flores, de milpa, los bosques verdes, correr a través del agua, fue único, me emocionaba. Y finalmente, cómo la gente se me entregaba, cómo me motivaban, si no la vives no se puede comprender.
(F): ¿Qué significa para Ricardo Mejía haber ganado, a sus 55 años, el tercer lugar de los 100km del UTMX, siendo ésta su primera carrera con dicha distancia?
(R): Me siento muy orgulloso por haberme demostrado que podía.
Las redes sociales son un arma no sé de cuántos filos (risas), la verdad es que muchas veces inflan a los corredores, les hacen creer que son más de lo que realmente tienen.
Hace unas semanas publicaron una lista de los favoritos para esta carrera; había tantos, pero yo me preguntaba quiénes son. No los menosprecio, pero así es correr en las montañas, no es cosa sencilla. Yo pensé, qué bueno que no me tomen en cuenta [para la lista].
Y pues luego, al final, la gente que me conoce se emocionó mucho al verme llegar a la meta y esa es la satisfacción. Hice lo mío, me apasiona y engrandece correr con los mejores. Por ejemplo, no sabía que venía Mario Mendoza, como sales de noche no sabes ni quién está. Luego en la meta me dicen que nos vimos en el Mundial de Ultra Distancia en Italia en 2017, eso me emocionó mucho, correr contra gente que trae buen nivel.
Fui, con 55 años, el primer mexicano en llegar a la meta, detrás de dos extranjeros; conseguí algo grande en una prueba que no es la mía.
(F): ¿Qué sentiste cuando supiste que tu hijo Marcos Mejía llegó en tercer lugar de los 37km?
(R): Mucha satisfacción de ver a mi hijo en el pódium, me enorgullece ver que Marcos tiene talento, le falta mucho que aprender, pero es paso a paso. Y pues él tiene mi apoyo incondicional, así como el de su familia.
(F): ¿Ricardo, qué sigue ahora, qué tienes en mente?
(R): Por lo pronto descansar, recuperarme. Tengo que ver qué proyectos deportivos hago para el próximo año. También organizar mi carrera Trail de la Mixteca y seguir impulsando a los jóvenes para llevarlos a Europa.
(F): Ricardo, muchas gracias por tu tiempo. Enhorabuena.
(R): Gracias a ustedes.
También me gustaría agradecer a los organizadores, el Staff, a mis patrocinadores, a mi nutrióloga Elizabeth Reyes Castillo y mi terapeuta el Dr. Vinicio. Así como también a mi esposa, hijos, sobrinos y hermanos que también se desmañanaron para apoyarme en los puestos de control.
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