El año apenas comienza y ya queremos que termine lo que con él llega, pero los incansables -como Javier-, siguen en pie de guerra desde su trinchera.
Un encadene peculiar fue el que logró Javier “la máquina de máquinas” Serratos (como diría Jonathan “Persianas” González) el 31 de diciembre pasado, en una ruta que toca varias otras y, que además, termina en el suelo, no en lo alto.
Se trata de “Pura Vacilada”, una propuesta de 5.13d/14a que vio su “First Descent” al primer pegue de Javier, para sorpresa y alegría ante la lesión en la muñeca que lo tenía “detenido”, un concepto que parece que le es poco común.
Esta es una ruta que une 4 rutas distintas: Kraken 12a, Crackups 13b/13c, Crackups vs. M&M’s (propuesta de 14a) y Penitente 12c. Con la gran peculiaridad de que esta última no se escala, se desescala; es por eso que él dice que en vez de ser el primer ascenso puede ser el primer descenso.
Así lo relata Quetzali Galindo, escaladora de alto rendimiento y compañera de vida de Javier que nos ayudó a publicar la nota a sus espaldas (Javier Serratos es nuestro editor en jefe, de ahí la complejidad):
Tenía más de un mes que no íbamos a La Cueva, pero uno de nuestros propósitos era volver antes de que terminara el 2016 porque para nosotros es un lugar muy especial al que teníamos que ir.
He de reconocer que Crackups es una ruta que le costó más de lo normal. Siempre se le olvidaba, se equivocaba, iba de malas y, en pocas palabras, no le gustaba. Todo tiene que ver con que es una ruta que nunca le llamó la atención. Creo que la cual empezó a probar un poco por compromiso. La gran sorpresa fue que se enganchó a tal grado que después lo notaba más emocionado con esa ruta que con otras.
Es una ruta que te exige todo: buena cabeza, fuerza de voluntad para aguantar los empotres y la larga distancia, y mucha fortaleza de todo el cuerpo, pero no sólo de dedos ya que terminas acalambrado de todos lados. Es una ruta difícil de imaginar para encadenar a vista.
Antes de que subiera le dije, “Por qué no te llevas unas 4 cintas por si le pasas y la terminas, sólo están las cintas hasta el crux de Penitente y si te caes desescalando no será divertido”. Pero su respuesta fue “Uy no espérate, falta que pase todo lo demás, mejor sólo pruebo un poco y listo”.
Desde que empezó se le veía muy muy fuerte, pero desintonizado. Todo se le iba olvidando e iba cometiendo errores en su secuencia, pero estaba tan relajado en “sólo probar”, como él decía, que continuó, y continuó, y continuó, con atención a resolver todos esos errores de los que a veces no te recuperas. Se notó su gran experiencia como escalador para resolver situaciones comprometidas.
“Ok, no hay rango de error porque no quiero empezar el año arrastrado por el piso por falta de protecciones en la ruta”, me contó después que pensó al iniciar el desescale de la última ruta.
Pasó el crux de la última ruta y yo sólo le decía “A lo tuyo y concentrado hasta abajo”. Y así fue, con gritos de emoción desescaló como si nada.
El objetivo de volver antes de que terminara 2016 estuvo cumplido.
¿Por qué “Pura Vacilada”?
Desde que llegamos a la cueva lo primero que me dijo fue “Esa ruta cuando se haga se debería de llamar pura vacilada, porque así es, pura vacilada el querer desescalar una ruta”
Sea para cuesta arriba o de bajadita, los retos siguen y vienen fuertes. ¡Que vengan más encadenes!
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