Si quieres llegar a la meta este 2018, dile adiós a tus “propósitos” outdoor y llámales por su nombre: objetivos. El método SMART y sus cinco elementos.
Por: Carlos Vértiz
¿Estas harto de hacer propósitos y no cumplirlos? ¿o de hacerlos y que por una u otra razón, no los logras? Tal vez el problema que muchos de nosotros tenemos es que no diseñamos correctamente una estrategia para alcanzar eso que nos propusimos a fin de año: una cumbre, una medalla, un viaje o un proyecto personal.
Una estrategia es, tal cual, planear los procesos que seguiremos para poder llegar con éxito a nuestros objetivos.
Un claro ejemplo que les puedo compartir me sucedió en el año 2014. Comencé a practicar montañismo con mis amigos todos los domingos del año, así es, ¡todos! No había descansos.
Tenía hambre de cerros, de lograr todas las cumbres posibles en la región, el progreso y habilidades para moverme en diferentes terrenos era evidente. Aprendí a la mala, pocas personas nos instruían o aconsejaban, y tenía ciertas áreas de oportunidad para aventarme cumbres retadoras o muy largas. Pero mi cuerpo necesitaba descansar, mis piernas adaptarse a las distancias, y mi mente digerir un reto como el de ir a un cerro que tiene seis falsas cumbres que te engañan cada media hora; sí, el famoso y temido Don Sapo.
Cuando te atrapa la montaña, el tiempo pasa y aprendes a dosificar tus energías, a manejar mejor tu agenda, a seleccionar las cumbres que quieres realizar, de manera gradual, poco a poco y acorde a tus posibilidades físicas y mentales, así como a tus habilidades técnicas para conquistar una ruta de cierto nivel, pues como en todos los deportes, hay de rutas a rutas.
En resumen, con el tiempo me di cuenta de lo importante que es fijarme objetivos claros, revisar mi cartera, entrenar; así, decidí marcar puntualmente en la agenda cada uno de ellos y los cumplí en su mayoría, aunque dos o tres tuvieron su palomita hasta el siguiente año.
¿Cómo se logra este cambio? Pensando claramente sobre qué quieres alcanzar, pero también desarrollar, paso a paso, una estrategia muy sencilla utilizando el Método SMART. Es mucho más efectivo plantear objetivos claros, que solamente escribir propósitos en tus redes o hacer un decreto.
Un objetivo real debe cumplir con cinco elementos fundamentales para que puedas lograrlo, y si no lo logras, ¡no está mal! Quizá tus amigos te hagan un meme, o te dé el bajón unos días, quizá quieras cambiar de disciplina, pero sin duda aprenderás de esa experiencia. Ya habrá tiempo de mejorar la estrategia, hacer cambios e intentarlo de nuevo. Recuerda esa frase que todos usamos:
“Las montañas siempre están ahí.”
Método SMART
S de eSpecífico
Tus objetivos deben ser lo más específicos y detallados posibles. Tu cerebro debe entender, sin ningún tipo de ambigüedad, qué es lo que quieres conseguir.
Ponle nombre y lugar a tus retos. No digas “subiré un 4mil”, “escalaré un 5.10”, “correré un 100k”. Pensar en una montaña, una ruta o trail en específico es clave. Las preguntas que debes hacerte y responder concretamente son: qué o cuál, cuándo, cómo, dónde, con qué y con quién.
M de Medible
Este punto es 100% cuantitativo. Todo objetivo debe ser perfectamente medible. Deberás marcarte los parámetros necesarios para saber que estás mejorando, y que definitivamente el día que llegue ese objetivo puedas enfrentarte a él.
Mide tu progreso, graba tus tiempos. Para ello podrás usar una de las múltiples aplicaciones para deporte que miden velocidad, minutos por kilómetro, ritmo cardiaco, de acuerdo a tu reto. También un excelente método para mejorar es graba en video tus entrenamientos en roca o en montaña.
A de Alcanzable
Antes de fijarte un objetivo, evalúa si estás preparado para él y si está dentro de tus posibilidades. La pregunta clave, ¿me es posible lograr esa ruta o cumbre? ¿tengo las habilidades y el entrenamiento para hacerlo?
Sé objetivo con tus capacidades físicas, emocionales, tu grado de entrenamiento, tu progreso desde que iniciaste tu deporte predilecto. Además, recuerda que hay factores externos, como el clima, el señalizado de ruta, las condiciones del terreno, la accesibilidad, entre otros, y que son importantes de estudiar.
R de Realista
Es importante que seas realista, es decir, que seas consciente de los recursos con los que dispones (dinero, equipo, facilidades, tiempo, etc.) para lograr tu meta.
Queremos ir al Everest, subir al Capitán en Yosemite, realizar un salto base en Monterrey, o cruzar el polo sur. ¡Y claro, es posible! decenas de personas lo han logrado. Pero seamos realistas, podremos plantearnos proyectos duros y que rebasan nuestras barreras físicas y mentales, pero con tiempo y entrenamiento, siguiendo un proceso coherente.
T de Temporizado
El objetivo debe de estar marcado en el tiempo. Todo aquello a lo que no le pongas fecha, probablemente no lo harás ¿cierto?
Abre tu calendario digital, tu agenda o tu aplicación favorita y ponle fecha a ese reto. Por cierto, este 2018 tendremos varios puentes vacacionales en el país, donde probablemente podrás calendarizar esos objetivos personales.
Ahora bien, esto solamente es una base estratégica que se ha usado por profesionistas, atletas y empresas. No obstante, cada persona tiene diferentes maneras o habilidades de aprender, diferentes recursos o posibilidades, pero el principal punto de estas líneas, es que dejemos de ponernos propósitos y empecemos a trazarnos objetivos.