Estos son los 10 puntos que la Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo (UIAA) considera para su Manifiesto de los Escaladores.
La Unión Internacional de Asociaciones de Alpinismo, (UIAA, por sus siglas en francés), fue fundada en Chamonix, Francia, en 1932, gracias a la unión que tuvo lugar de 20 asociaciones de montañismo en un congreso.
La creación de la UIAA fue un momento clave para el desarrollo y la historia de la escalada y el montañismo a nivel mundial. Si bien comenzó en Europa luego se extendió al mundo (a 62 países, para ser exactos), y a partir de ese momento se formó un comité encargado de estudiar y proponer soluciones de los problemas que pueden presentarse en estos deportes.
La UIAA posee el rol, a nivel internacional, de representar a los escaladores y montañistas en una amplia gama de temas relacionados con la seguridad en las montañas, la sostenibilidad y las competencias.
Por ello, se ha encargado de desarrollar documentos como la Declaración Ética en la Montaña, que puedes leer aquí, así como el que te presentamos a continuación: El Manifiesto del Escalador.
Éste establece las diez promesas que todo escalador y montañista preocupado por las buenas acciones, debería respetar.
Manifiesto del Escalador
1. Practico el deporte teniendo en cuenta la necesidad de proteger el entorno en la montaña
Las problemáticas como el impacto devastador del cambio climático y la promoción del turismo responsable en las montañas son preocupaciones que debo tomar en cuenta siempre como montañista.
La Comisión de Protección de las Montañas de la UIAA se fundó en 1969 y desde entonces ha desempeñado un papel influyente en la promoción de proyectos (de distintas asociaciones y organizaciones internacionales) sobre sostenibilidad y protección del medio ambiente en las montañas. Aquí puedes encontrar toda la información al respecto.
2. Leave no trace o No dejo rastro
Dejar el mínimo rastro posible en mi paso por las montañas. Respetaré la roca y minimizaré mi impacto, siempre de acuerdo a la ética y los valores locales de equipamiento.
3. Siempre traigo de vuelta lo que cargo conmigo
Este punto va mucho más allá de no tirar basura en nuestro paso por la montaña y de traer de vuelta a casa todos los deshechos (humanos y no humanos) que generamos.
La actividad en las zonas de montaña genera cantidades significativas de desechos sólidos y aguas residuales, que pueden contaminar el agua y el suelo a través de un almacenamiento y eliminación inadecuados.
Por ello, no sólo la UIAA se involucra en proyectos mundiales que tienen como objetivo limpiar las montañas, sino que además nos invita a los montañistas a contribuir y ser parte de las iniciativas de limpieza que se lleven a cabo en las zonas que visitamos. Si quieres conocer todos los proyectos que la UIAA apoya, aquí.
4. Respeto la cultura y estilo de vida de los residentes y comunidades de las montañas que visito
La Comisión de Protección de las Montañas de la UIAA, reconoce que las actividades en las montañas no sólo deben mostrar la cultura local, sino también estar alineadas de manera sostenible con los valores que los locales defienden, tanto económicos como culturales e, incluso, de índole más intrínseca, como los espirituales.
Las comunidades de montaña se encuentran a menudo en las zonas más extremas y sensibles del mundo. Generalmente rodeadas de pobreza. Por ello, la UIAA invita a los montañistas y escaladores a involucrarse en la protección del modo de vida de los residentes de montaña y, qué mejor, colaborar en los proyectos que buscan mejorar la vida de dichas comunidades. Toda la información aquí.
5. Actúo responsable y de acuerdo a la cultura y las leyes del lugar que visito
Para lo anterior, como montañista y escalador debo conocer previamente las formas de vida, tradiciones, normas y leyes de las sociedades que viven en los espacios naturales o alrededores de las montañas que visito.
6. Escalo limpio
Abrazo el juego limpio y cumplo con todas las reglas de anti-doping que corresponden conmigo y mi deporte.
7. Ofrezco ayuda a otros, incluso cuando esto implique no alcanzar una cumbre o mis metas personales
La montaña es el espacio para la amistad por excelencia. No vale la pena conquistar un pico si eso significa dejar a un amigo en problemas, o a cualquier compañero montañista, sea cual sea mi relación con él.
Las montañas son lugares espiritualmente puros. El principio de la «amistad» debe estar por encima del ego, por encima de convencer a la gente cuán poderosos soy. Las montañas no perdonan esto.
Puedes leer la inspiradora historia de amistad en la montaña, de donde sale este punto, aquí.
8. Uso equipo de escalada y de montaña certificado
La UIAA ha desarrollado mecanismos para revisión de equipo certificados que son tomados en cuenta a nivel internacional.
Para poder desarrollar actividades de escalada y montañismo de manera segura es importante usar equipo certificado y, nunca, de segunda mano. Asimismo, escalar montañas y rutas de acuerdo a mis habilidades técnicas y mi experiencia.
9. Respeto a otros montañistas y comparto mis conocimientos
«Creo que el alpinista realmente bueno es el hombre con la capacidad y técnica del profesional y con el entusiasmo y la frescura del aficionado» – Edmund Hillary
Para desarrollar buenas prácticas en la montaña, así como para evitar el aprendizaje por ensayo-error, es importante compartir mis conocimientos técnicos de escalada y montañismo, considerar el punto de vista de otros montañistas y, sobre todo, respetar a otros escaladores.
Es mejor absorber la experiencia de expertos que ya se han equivocado y aprendido, a cometer los mismos errores. Aquí puedes leer más.
10. Escalo considerando a otros compañeros
Basado en la Declaración del Tirol, la UIAA propone retomar tres puntos importantes.
Responsabilidad y autonomía: montañistas y escaladores practican deportes que conllevan riesgos. Por ende, soy responsable de mi mismo y de mi seguridad.
Trabajo en equipo: los miembros del equipo debemos estar preparados para hacer compromisos con el fin de equilibrar los intereses y habilidades de todo el grupo.
Hacer comunidad: le debo un respeto igual a cada persona que me encuentro en las montañas o en la roca. Incluso en condiciones aisladas y situaciones estresantes, no debo olvidar tratar a los demás como quiero que me traten a mi. Puedes leer más al respecto aquí.