Foto de portada y texto original: Revista Blog de Escalada.
Breve historia del primer ascenso femenil al Everest sin oxígeno: Lydia Bradey, la neozelandesa que ha tocado el techo del mundo por lo menos cinco veces.
Fue en 1998 cuando la alpinista de Nueva Zelanda, Lydia Bradey, llegó a la cumbre del Everest, convirtiéndose en la primera mujer en lograrlo sin oxígeno suplementario.
Diez años después de que Reinhold Messner y Peter Habeler establecieran un nuevo récord al escalar montañas en el Himalaya y lograran, el 8 de mayo de 1978, el primero ascenso del Monte Everest (8,848 m) sin oxígeno suplementario, la neozelandesa repetiría la hazaña.
Siguiendo sus pasos, el 14 de octubre de 1988 Lydia lograría ser la primera mujer en alcanzar la cumbre de la montaña más alta del mundo en el más puro estilo.
Controversia
No obstante, este ascenso no se libró de la controversia. Bradey acababa de cumplir 27 años y decidió probar la ruta más popular siguiendo a otros equipos que también operan en la montaña. Pero en un pequeño detalle: esencialmente por su cuenta.
Subió del campamento 2 al campamento 4 el 13 de octubre y continuó el 14 a las Col Sul, detrás de un equipo español que sí utilizaba oxígeno suplementario. A pesar de escalar sola y sin usar las cuerdas, llegó a la cumbre principal alrededor de las 4 de la tarde.
Lydia Bradey regresó totalmente exhausta a la tienda poco después de anochecer. Allí descansó hasta el mediodía del día siguiente y luego descendió al Campamento 2 antes de regresar con seguridad al Campamento Base el 16 de octubre de dicho año. El logro en solitario y sin oxígeno de Bradey fue tan notable que, desafortunadamente, algunos lo tomaron con absoluta incredulidad y comenzó una larga disputa por el reconocimiento.
A lo anterior se sumó que Bradey ascendió sin permiso por la ruta que eligió, lo que significó que inicialmente no pudo reclamar la cumbre por temor a recibir una castigo y no poder volver a la montaña durante los siguientes diez años. Finalmente, Bradey recibió una prohibición de dos años, pero luego volvió a la cumbre con éxito. El final de la controversia terminó cuando la Asociación de Clubes Alpinos de Nueva Zelanda aceptó su ascenso.
Hasta la fecha, ella es la única neozelandesa que ha encumbrado el Everest sin oxígeno, y lo ha hecho nada más y nada menos que cinco veces. Lydia Bradey también fue una excelente escaladora (aun sigue practicando este deporte) y en los años 80 vivió un tiempo en el Valle de Yosemite, época de oro en la zona, cuando realizó varias escaladas a grandes paredes, entre ellas, siete fueron el primer ascenso femenil.
Hace unos días se lanzó un cortometraje sobre Lydia Bradey, ¡no te lo pierdas!