Por: Carlos Vértiz, Banda Cerros Monterrey
Monterrey está rodeado de innumerables sierras que esconden grandes paisajes pertenecientes a la Sierra Madre Oriental. La Cumbre del Sapo es uno de los mayores retos en la región; es un verdadero ascenso de altura.
Al norte de la capital de Nuevo León se encuentra la Sierra de Picachos; al sur, la Sierra Madre Oriental, con su famoso Parque Ecológico Chipinque; al oriente, el Cerro de la Silla; al poniente, el Cerro de las Mitras y el Topo Chico, pero mucho más allá, al noroeste en el municipio de García, la Sierra del Fraile esconde varias cumbres que son destinos ineludibles para los montañistas más experimentados de la región.
Esta vez hablaremos de la cumbre del Sapo, en la Sierra del Fraile, llamada así porque su base asemeja un sapo viendo hacia arriba y al oriente. Con una altitud sobre el nivel del mar de 2,400 metros y 1,600 metros de desnivel positivo, esta cumbre es un reto único, debido a su terreno que presenta una gran pendiente al comienzo de la ruta, y los 3 kilómetros de crestas en los que se logran 5 cumbres antes de llegar al destino final. Durante el recorrido, la presencia de cualquier tipo de árbol es casi nula.
Esta ruta fue fundada el 20 de febrero de 1983 por Francisco Javier Martínez Mora, un reconocido montañista del Club Cimarrones, quien hace un año, en abril del 2016, cumplió su sueño de realizar 100 ascensos a tan emblemática cima.
¿Qué hace tan especial a la cumbre del Sapo? ¿Por qué tanto respeto a esta montaña? Algunos le llaman “Don Sapo”. La respuesta es sencilla: por su complejidad, la aridez de su terreno, por la exposición al sol en una ruta donde sólo se encuentra un árbol, una palma y una cueva, en donde algunos acostumbran acampar.
Nuestros compañeros del centro y sur de México se preguntarán, si son sólo 6 kilómetros, ¿cuál es el reto? El reto es lograr la cumbre resistiendo de 25 a 35 grados, con el sol frente al rostro durante todo el camino, caminando entre magueyes, sotoles, guapillas y lechuguillas ¡Espinas y más espinas!; cargando de 6 a 10 kilos en la mochila y con una humedad de 30% a 60%, según la temporada del año.
Lograr la cumbre del Sapo es una gran satisfacción para todo aquel montañista del norte del país, por ello recomendamos tener las precauciones necesarias para enfrentarla. Condición física, técnica y las ganas de querer sufrir por amor a la montaña con el cálido clima que caracteriza a Nuevo León.
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