Se llevó a cabo una edición más del Outdoor Retailer. Marcas y organizaciones llaman a la comunidad a actuar frente a la crisis climática.
Fotos: Freeman Outdoors.
«La crisis climática necesita una solución sistemática por parte de la comunidad outdoors. La Tierra nos habla: tu empresa está en riesgo por el cambio climático.»
– Nora Stowell (Outdoor Industry Association)
El Outdoor Retailer es la feria bianual que se celebra en Denver, Colorado, donde se unen las industrias del aire libre, minoristas, representantes, diseñadores, proveedores, líderes, medios y atletas como una oportunidad para llegar a compradores influyentes. A lo largo de tres días la ciudad recibe a cientos de visitantes con el propósito de conocer lo último sobre productos y tecnologías del mundo outdoors. Si eres emprendedor o tienes una marca outdoors ya consolidada, este es el lugar ideal para darte a conocer y establecer vínculos con la industria.
En su última edición -llevada a cabo el pasado 28 al 31 de enero- y primera de esta nueva década que comienza, el Outdoor Retailer no sólo abrió sus puertas para promover el crecimiento de la industria del aire libre, así como para crear comunidad e inspiración. Desde el primer día, en el acto de inauguración los miembros directivos lanzaron un mensaje contundente: «es urgente que la industria outdoors se una y establezca lazos para hacer frente a la crisis climática». La razón es clara: «sin invierno, sin equilibrio ecológico, no hay deportes outdoors».
Y es que, para cualquier tipo de industria el trabajo colaborativo, los lazos y puentes que se establezcan entre los distintos elementos que la conforman son importantes, tanto que los resultados de su crecimiento y fortalecimiento se ven directamente influenciados por ellos. Sin embargo, cuando hablamos de la industria outdoors no sólo lo anterior es fundamental, sino urgente, pues frente al reto de la crisis climática, la industria misma está en riesgo.
«No sólo estamos iniciando una nueva década en la que tenemos la oportunidad de hacer las cosas mejor, estamos iniciando la década más crucial de nuestra existencia como especie, la década en la que cada acción determinará la vida de las futuras generaciones».
– Kate WIlliams, CEO 1% for the Planet
Este fue uno de los ejes centrales de la feria outdoors más grande de América, donde la agenda estuvo respaldada por conferencias y pláticas sobre medio ambiente. Entre ellas, las dirigidas por The Conservation Alliance -Alianza por la Conservación-, que mostró sus resultados de trabajo -han protegido 72 millones de acres, 3,500 millas de ríos y 17 zonas de escalada-, y que tuvo como conferencistas al escalador y activista Tommy Caldwell, a la ambientalista originaria de Old Crow, Yukon, Lorraine Netro y la investigadora y escritora Maia Wikler, quienes hablaron sobre uno de los últimos refugios naturales de la vida silvestre en Estados Unidos, el Arctic National Wildlife Refuge.
«Si al outdoors sólo vamos en busca de experiencias y no tomamos nuestras responsabilidades ambientales en serio, somos parte del problema».
– Tommy Caldwell
Asimismo, distintas fundaciones como Save the Arctic, la Outdoor Industry Association y Protect Our Winters, realizaron activaciones y pláticas fundamentales sobre la crisis del cambio climático. Mario Molina, director de Protect Our Winters, por ejemplo, participó en el panel de discusión organizado por The North Face «Cost of Carbon» junto al alpinista Conrad Anker, a la escaladora Emily Harrington y al gerente general global de The North Face, Tim Bantle. Allí se presentó una nueva app que muestra a los usuarios la huella de carbono que generan en sus viajes y travesías con el objetivo de concientizar sobre sus estilos de vida.
«Para los entusiastas del aire libre -que manejamos $887 mil millones de dólares de la economía de recreación al aire libre, y que genera 7.6 millones de empleos estadounidenses- la crisis climática está en nuestro patio trasero. Son los inviernos impredecibles y la nieve cada vez más pequeña, los incendios forestales que consumen nuestros parques nacionales y amenazan nuestros senderos, riscos, ríos y
Mario Molina (director de protect our winters)
comunidades de montaña. No es algo teórico: está sucediendo ahora en los lugares que apreciamos. Es real y es personal, y no se trata solo sobre nuestra propia diversión. Es una metáfora y una forma para que nuestra comunidad entienda el profundo sufrimiento que el cambio climático está causando en todo el globo.»
La preocupación sobre la crisis climática también se vio reflejada en algunos de los expositores que mostraron sus productos y equipo con giros sustentables y ecológicos. Por ejemplo, la marca Picture Organic sacó Demain, una chamarra impermeable y transpirable hecha de 58% de materiales de origen biológico y 42% de poliéster reciclado.
Patagonia, por su parte, se presentó con un stand creado 100% con material reciclado y con paredes donde se podían leer frases como «¿qué tan limpia es la producción de la ropa que usas?», o «¿qué tan limpia es la comida que consumes?». La marca que cambió el giro de su filosofía bajo el lema «Estamos en el negocio para salvar al mundo» trajo consigo su camión Worn Wear, el proyecto con el cual han llegado a diferentes países promoviendo la reparación de las prendas como un acto radical frente a la era del consumo -se calcula que al año los compradores tiran al menos 13 millones de toneladas de ropa y que los consumidores están comprando cinco veces más ropa que hace 25 años-. También presentó la nueva colección de chamarras R1 de poliéster con materiales totalmente reciclados, aprobados por Bluesign, hecha en Comercio Justo y que saldrá a la venta en otoño.
«La «cumbre» del cambio climático requerirá un esfuerzo multigeneracional. Depende de ti ser parte de la solución».
– Conrad anker
Aun cuando las marcas que en el Outdoor Retailer se posicionaron implicadas en la crisis climática no fueron la mayoría, a lo largo de los pasillos fue usual encontrar activaciones y propuestas de equipo sustentable. Otra más, por ejemplo, fue Fjällraven, que expuso la chamarra Vidda Pro, hecha de lana sostenible, recuperada y mezclada con fibras de maicena biodegradables. Crescent Moon presentó sus raquetas de nieve hechas de almidón de papa y maíz que están diseñados para descomponerse cuando terminan su vida útil, en lugar de ocupar espacio en el basurero.
Asimismo, distintas empresas ofrecieron productos como cámaras, termos y botellas de agua que con la recaudación de fondos apoyaron organizaciones y fundaciones con fines ambientalistas.
«Mucho tiempo me sentí frustrada por no saber qué hacer a favor del medio ambiente. Ahora sé que, aunque seamos imperfectos, podemos hacer algo y es urgente.»
– Emily Harrington
La semana de la celebración del Outdoor Retailer terminó el viernes con un mitin organizado -fuera de la agenda de la feria- por la alpinista profesional Caroline Gleich y Katie Boué, fundadora del Outdoor Advocacy Project con el objetivo de recordar a la industria y la comunidad outdoors la importancia de tomar todas las acciones necesarias frente al cambio climático.
Finalmente, el Outdoor Retailer está desafiando a las marcas del aire libre y a sus empleados a considerar cómo podemos proteger mejor nuestros espacios naturales. Sin duda, la comunidad outdoors se encuentra posicionada en un lugar donde sus obligaciones y responsabilidades están estrechamente vinculadas con el medio ambiente y no puede dar la espalda a la crisis de la que depende directamente. Por ello se ha de movilizar, organizar y unificar para influir en el mundo de manera positiva.