Fernando de Samaniego es un mexicano que por igual corre los 42k de Boston en 2:45, que unos 100k casuales en 10:30.
Fotos: Cortesía Fernando de Samaniego
Oriundo de Xico, el pueblo mágico situado en el Estado de Veracruz, Fernando de Samaniego es un fanático corredor de Ultra Trail. Desde joven practicó deporte. Primero le dedicó muchos años de su vida a la Mountain Bike, entrenando en el Ajusco y en el Rancho Santa Elena con el equipo de las Campuzano y de Marcos Ferro “El Che”. Pero, hace siete años su vida deportiva dio un giro radical cuando cayó en sus manos Born to Run, el famoso libro del escritor Christopher MacDougall.
“Born to Run fue el parteaguas para moverme al trail running. La idea de que el cuerpo humano está hecho para correr me apasionó. Y es que, incluso descalzo, uno puede recorrer largas distancias. Sólo se necesitan dos piernas para llegar a los paisajes más recónditos.” Fernando de Samaniego
En ese entonces Fernando vivía en Suiza, lejos de su país de origen, de su comida, familia y amigos. Fue la historia narrada por MacDougall la que le despertó el interés por correr y le conectó con su tierra a través de la sabiduría de la tribu de los tarahumaras, aquellos habitantes de las abruptas y remotas Barrancas del Cobre, en México, que corren cientos de kilómetros sin descanso. Al poco tiempo se dio cuenta que también para él funcionaba. Correr largas distancias le permitía entrar en un estado de meditación, así como trabajar el dolor.
A partir de ese momento comenzó a entrenar más en forma. Y las carreras de Ultra Trail se convirtieron en parte fundamental de su vida.
“Mi carrera más significativa ha sido el UTMX del 2013. La idea era que corriera la de 40k, pero “El Che” fue quien me convenció de probar la de 80k. Cuando la terminé pensé ‘¿por qué carajos le hice caso?’. Hice 12hrs para 80km. Un tiempo realmente malo cuando eres competitivo. Para dar una perspectiva, ahora corro 100km en 10h30. Pero realmente fue allí cuando descubrí que las carreras de ultra trail eran mi gran pasión.”
Además de trabajar en una empresa de energía alternativa, Fernando se despierta a las 4:30am, realiza su entrenamiento, se va a la oficina y, cuando llega el fin de semana, sale otra vez a la montaña a correr.
“Digamos que corro entre 130 y 180km a la semana.”
El papel de Fernando a nivel internacional es relevante. Ha quedado dentro del top 10 de varias carreras. En el 2013, por ejemplo, quedó en segundo lugar de la Woodside Ramble de 50k y del Knickerbocker Canyon Trail Run 30k, ambas en California, su lugar actual de residencia.
Entre sus participaciones destacadas también se cuenta su sexto lugar en la Marin Ultra Challenge 50k, dos octavo lugar en la Bandera Endurance Run 100k 2013 y 2014, segundo lugar en The Canyons Endurance Runs 100k 2015.
En el ultra de mayor participación en Estados Unidos, el Way to Cool 50K Endurance Run, Fernando obtuvo el 12vo lugar en el 2016 y en el 11vo este 2017.
Y claro, corrió el Maratón de Boston 2017 en 2:45min.
Pero sus logros han sido igualmente importantes en México. En el UTMX del 2015, dos años después de su primer ultra, quedó en segundo lugar en los 100k con un tiempo de 9:59:03 y, al año siguiente, en tercer lugar en 11:55:44, en la misma categoría.
Sin embargo, uno de los logros más destacados de Fernando ocurre en su propio hogar, corriendo el Mount Tamalpais, en San Francisco, el lugar al que ha dedicado más de 300 ascensos, logrando el récord de más cumbres en un año, con 132.
El Tamalpais tiene apenas 792 msnm, pero ha sido la fuente de entrenamiento e inspiración para Fernando. “Sólo se necesitan dos piernas… incluso descalzo se pueden correr largas distancias”, insiste. Y es que, más que medallas o trofeos, en primer lugar viene el espíritu.