Escalando y reciclando
El otro día platicaba con mi mamá. Le contaba sobre las cosas que he estado haciendo, sobre mis ideas, mis proyectos. Después de un rato de hablar y hablar, se me quedó viendo fijamente y con ojos honestos y curiosos, me preguntó: pero hijita, ¿qué es eso de la sustentabilidad?, yo no entiendo mucho. Y ¡pum! Me abrió la cabeza y pensé en todas las veces en las que he hablado de muchas ideas sin preocuparme por aclarar lo más básico. Así que pensé que sería interesante empezar este artículo definiendo qué cosa es la sustentabilidad, porqué es importante, en qué nos afecta y, sobre todo, qué podemos hacer con ella.
Definición
La sostenibilidad (o sustentabilidad) se basa en el principio de que todo lo que necesitamos para existir y para nuestro bienestar depende directa o indirectamente de la naturaleza. La sustentabilidad crea y mantiene las condiciones necesarias para que los humanos puedan existir con la naturaleza de forma productiva y armoniosa, permitiéndonos cumplir con las necesidades sociales, económicas de las generaciones presentes y futuras. Otra definición establece que: la sustentabilidad es la habilidad de las actuales generaciones para satisfacer sus necesidades sin perjudicar a las futuras. Es decir: hacer uso de lo que necesitamos sin dejar a las futuras generaciones sin nada. Sin abusar ni destruir.
Pero, ¿qué significa esto? Todos los días escuchamos que debemos cuidar el agua, cuidar la luz, no tirar basura o que debemos preocuparnos por reciclar. Pero, ¿por qué es importante cuidar los recursos y cómo nos afectan? Si pensamos un poco en el planeta en el que vivimos nos podemos dar cuenta de que es un sistema cerrado. Es decir: no hay a dónde ir y todo lo que hacemos o dejamos de hacer tiene un impacto y una consecuencia. Si nosotros desperdiciamos el agua podemos afectar a lugares que padecen sequía. Si tiramos basura, puede llegar a los ríos , mares y tierras que producen los alimentos que consumimos. Si talamos árboles matamos recursos responsables de generar el oxígeno que respiramos. Si usamos jabones, pilas, químicos, unicel (poliestireno expandido), plástico (toda la basura que generamos) contaminamos el suelo, el aire, los mantos acuíferos; y podemos generar enfermedades en ciertas comunidades y afectar a muchas especies. En fin, todo lo que hacemos tiene una consecuencia, pero nuestra responsabilidad no termina solamente en el ahorro o el cuidado. Cada objeto que consumimos, que compramos, que usamos, tiene un impacto ambiental. Tanto por la energía, recursos y medios que se usaron para fabricarlo, como por el impacto que tendrá una vez que lo desechemos. ¿Dónde irá a acabar ese envase, mueble, cable o ropa que desechamos? Todo tiene un impacto.
Una vez dicho esto, me puse a pensar que como escaladores tenemos y podemos hacer mucho por las zonas que visitamos. Tener cuidado de no ensuciarlas, limpiarlas y tratar de compartir esta preocupación. Pero, ¿qué podríamos hacer, por ejemplo, con nuestro equipo de escalada una vez no lo necesitamos? Es importante pensar en dónde acabaría y lo que impactaría si sencillamente lo tiramos a la basura, por ejemplo. Podemos evitar comprar productos que no necesitamos para no contaminar; pero no podemos dejar de comprar cuerdas y arneses. Nuestra seguridad depende de ello. Así que tan curiosa como soy, me puse a investigar un poco.
¿Qué hacer?
Muchas marcas y páginas especializadas nos dicen que nuestro equipo debería renovarse cada dos años, y cada año si el uso ha sido intenso. La realidad es que hay muchos que no lo hacemos (no alcanza el bolsillo), así que tratamos de sacarle provecho al máximo. Pero supongamos que ya de verdad, de verdad, es hora de cambiarlo. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo un escalador puede deshacerse de su equipo de forma responsable y sustentable? Una buena forma de hacerlo es donarlo, reutilizarlo o reciclarlo; todo depende del estado del equipo.
Podríamos pensar en asignarles usos en el hogar, en las escuelas vecinas, en ciertos clubes o instituciones, las opciones son varias. Hay algunas organizaciones a nivel mundial que aceptan equipo de escalar usado.
La Khumbu Climbing Center, en Phortse, Nepal, acepta equipo usado para la escuela de montaña local y para los sherpas. Aceptan desde cascos, mosquetones, cordinos, tornillos de hielo, crampones, piolets, arneses, zapatos, etc. En su página podrás encontrar la lista de lo que aceptan y la forma de enviar el equipo.
Ahora, que si lo que buscas es apoyar organizaciones locales, siempre puedes publicar tus donaciones en páginas de escaladores o en redes sociales. Existen grupos como ItalianTrek que pueden recibir tu equipo, mismo que ellos, a su vez, donarán o asignarán a los grupos que apoyan; o gimnasios de escalada como Memento Climbing, que aceptará tu equipo y lo reutilizará en base al desgaste que tenga, siempre y cuando nunca pongan en riesgo las seguridad de los usuarios. O incluso con la misma Federación de Deportes de Montaña y Escalada que también reutiliza equipo con sus asociaciones estatales.
También puedes aprovechar y tratar de recuperar algo de tu inversión. Tiendas especializadas como Séptimo Grado aceptan tu equipo a consignación. Así, no solo recuperas algo de lo que pagaste, sino que ayudas a que alguien más pueda tener equipo a un buen precio y, sobretodo, extiendes el ciclo de vida del producto. Seguro te sorprenderás de la cantidad de gente que puede re-utilizar tu equipo.
Las gatas
En el caso de los zapatos, también existen varias opciones. Lo mejor es no desecharlos a la primera: siempre puedes donarlos, venderlos o reensuelarlos y, de ese modo, alargar su vida de uso. En México tenemos excelentes opciones para reensuelar, como Chango reensuela o Mojado tenis, que son accesibles y dejarán tus zapatos como nuevos. Además de que apoyarás a jóvenes emprendedores y a la economía local. Otra opción es intercambiarlos con algún otro escalador, heredarlos a escaladores principiantes o donarlos a muros de escalada como Toka la escalada, quien a su vez se hará cargo de hacerlos llegar a quienes más lo necesiten. Puedes venderlos en páginas que venden productos de segunda mano como Mercado Libre, o en el gabacho, si quieres mandarlos por correo. Si ya de plano están muy usados y no hay forma de que alguien más los use, marcas como Madrock aceptan los zapatos usados. Los puedes mandar por correo, ellos se darán a la tarea de reciclarlos de la mejor manera.
Cuerdas, cintas y cordinos
Probablemente las cuerdas y cordinos son la parte del equipo con la que más se puede hacer. Hay páginas completas y tutoriales que te enseñan a hacer tapetes, llaveros, collares y hasta muebles y hamacas. Tienes la opción de ponerte creativo con las cuerdas. O si no quieres puedes donárselas a tu abuelita para que las use de tendedero; o al asilo de perros para que las usen de correas. Ya si de plano no hay forma de recuperarlas, compañías como Sterling, PMI y Millet aceptan cuerdas para reciclar.
Mosquetones
Nuestros mosquetones jubilados pueden hacer varias funciones en la casa y en la oficina. Pueden servir como llaveros o como organizadores de ligas; usarse para las mochilas de los chamacos o para colgar las bolsas del mandado en la cocina. Si de plano tienes demasiados, ya donaste miles a toda la familia y todavía te quedan, puedes venderlos como chatarra. O siempre hay la opción de buscar un centro de acopio adecuado para que puedan reciclados de forma apropiada.
Casco
Si tu casco ha sido golpeado y ya no cumple su función, puede reutilizarse como maceta. En el Huerto Roma Verde en la Ciudad de México se utilizan para talleres y para decoración del lugar. La verdad se ven padrísmos. Si están rotos lo más indicado es buscar un lugar de reciclaje de plástico. Sin tan solo están rallados, puedes donarlos a escuelas, lugares de renta de bicicletas, a los boy scouts, intercambiarlo o venderlo.
Arneses y crashpad
Los arneses son más difíciles de reciclar o reutilizar por los refuerzos y hebillas, y por un tema de seguridad no se recomienda que utilicemos arneses usados. Pero existen artistas mexicanos, jóvenes y emprendedores que son súper creativos y seguro les darán un buen uso. En el Bazar Fusión en la Col. Juárez he visto artistas talentosos que seguro los podrán reutilizar para hacer cinturones o correas para bolsas.
Tu crashpad viejo y roto puede ser reutilizado como cama para perros o gatos. Si quieres ponerte creativo puedes hacer uno en casa; si no, dónalo a refugios para perros.
Las opciones son muchas. Sólo basta con preguntar e investigar, y de seguro se te ocurrirán más ideas. Lo importante es que seamos conscientes de que todo el equipo que utilicemos y desechemos tendrá un impacto en nuestro ambiente; que tratemos de tomar esto en cuenta e intentemos mitigarlo tanto como sea posible. Es importante que antes de comprar tu equipo como siempre revises todo el tema de seguridad, utilidad, calidad y precio que te proporciona. Pero también sería buena idea revisar si tienen algún programa de manejo de sus productos una vez que ha terminado su periodo de uso. Ya sea de reciclado o de reúso para ellos mismos o para otras industrias. Eso, no solo habla de una compañía comprometida contigo como consumidor, sino también de una empresa consciente, comprometida con la comunidad y con el medio ambiente. Y a nosotros nos hace consumidores conscientes y responsables.
Como ves, la sustentabilidad está presente en todo momento, es parte (o debería ser) de nuestra vida. Se trata de que entendamos que nosotros, los seres humanos, somos parte de la naturaleza, no dueños de ella. Que nuestros recursos para vivir dependen de ella y que todas nuestras acciones tienen impacto en nosotros, en los demás y en el planeta que habitamos. ¡Hasta la próxima!
Otros sitios de interés:
http://www.patagonia.com/us/home
http://www.climbing.com/gear/go-green/
http://laspaginasverdes.com/?tipo=empresa&s=reciclado
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