Ante el impacto que la pandemia por COVID-19 ha tenido en familias mexicanas de escasos recursos, la organización Escalando Fronteras, creó una campaña de apoyos para la que necesitan tu donativo. Entérate del detalle en esta entrevista.
Foto de portada: Escalando Fronteras.
Freeman. Alejandro, muchas gracias por esta entrevista. Cuéntanos por favor un poco de Escalando Fronteras.
Escalando Fronteras. Mi nombre es Alejandro Medina Fuentes. Soy responsable de las relaciones comunitarias en Escalando Fronteras, una organización que trabaja con niños y adolescentes de una comunidad vulnerable en Monterrey, México. Utilizamos la escalada como una herramienta para prevenir comportamientos auto-destructivos, y para construir habilidades de vida en la juventud en situación de riesgo.
F. ¿Cuál es estatus del trabajo de Escalando Fronteras? ¿Cómo están lidiando con la pandemia?
EF. 55% de los trabajadores en México carecen de un contrato formal (Levy S. 2013). Eso significa que no tienen seguridad social, y las empresas que los contratan no tienen ninguna responsabilidad sobre el cuidado de sus empleados. Esto incluye la posibilidad de despidos sin justificación, y sin otorgar ningún tipo de compensación por el tiempo trabajado en la empresa. 95% de las familias en Escalando Fronteras (Climbing Borders) entran en esta categoría.
Cuando la cuarentena económica fue impuesta por el gobierno federal, sabíamos que estas familias serían afectadas fuerte y rápido. No pasaron ni dos semanas antes de que escucháramos que algunos de los padres de los chicos que llevamos a escalar ya estaban teniendo problemas para comprar comida. Afortunadamente anticipamos esta situación y, hacia principios de Abril, ya habíamos recolectado 48,000 pesos a través de una campaña en redes sociales. Después, recibimos otros 48,000 pesos de dos organizaciones locales: Club Rotario NL, y Delta Kappa Gamma NL. Esta última donación nos fue hecha en la forma de 24 tarjetas de débito que fueron entregadas a las 24 familias cuyos hijos participan en el programa de escalada en Escalando Fronteras.
Desde entonces, 180 personas se han beneficiado de provisiones o transferencias directas de dinero para comprar comida. En total se han distribuido 1.2 toneladas de comida y 48,000 pesos en transferencias directas.
F. ¿Cuál es la problemática general de su comunidad? ¿Cuáles son los problemas clave a los que se enfrentan?
ES. Escalando Fronteras ha trabajado exclusivamente, durante los últimos 6 años, con una comunidad urbana en Monterrey, en el estado de Nuevo León. Esta comunidad consiste en un asentamiento irregular de inmigrantes provenientes de zonas rurales en los estados de San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro, quienes crearon una colonia desde cero en los 90s.
La gente que les “vendió” la tierra no eran los propietarios legales; fueron engañados. Esto provocó una demanda legal que eventualmente concluyó en una condición de estatus: algunos de los nuevos residentes son propietarios legales de la tierra, pero otros no. Debido a esto, ya fuera por la desconfianza que la gente tiene de las autoridades, o porque las autoridades guarden resentimiento hacia la población, todos los servicios municipales básicos como la luz, el gas, el agua, el sistema de drenaje y pavimentación, nunca fueron entregados. Toda la infraestructura necesaria para obtener estos servicios fue construida por los hombres y mujeres que se asentaron ahí -la mayoría siendo trabajadores de la construcción-. en el caso de la luz y el agua, se conectaron a las líneas municipales, con el beneficio extra de que no tienen que pagar por ello.
Por tanto, la palabra clave aquí es “irregular”. Los participantes de Escalando Fronteras viven en una colonia irregular. Aunque esto tiene algunas ventajas, como que no tienen que pagar por la infraestructura, ya que no está regularizada, al igual que sus hogares y ambientes de trabajo, por lo que no tienen que pagar impuestos. La desventaja es que son tratados como ciudadanos de segunda clase. Para la gente que vive aquí, en pobreza urbana, la policía no es una fuente de seguridad, sino de preocupación, y no es poco frecuente escuchar historias de adolescentes a los que detuvo la policía para robar sus zapatos o sus carteras.
También son tratados como ciudadanos de segunda clase por sus empleadores. Y ESA es la razón principal detrás de la conversación que estamos teniendo. No tienen seguridad laboral, seguro médico, o vacaciones pagadas, a diferencia de la parte de México con mayor fortuna, como yo mismo. Yo he tenido la suerte de pertenecer al 5% de la fuerza laboral mexicana que gana más de cinco veces el salario mínimo. [1]
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No me despidieron durante la cuarentena; pude trabajar desde casa, y mi pago fue estable. Durante estos meses, la única preocupación para la gente como nosotros ha sido que el internet siga funcionando para poder ver Netflix por las tardes. El problema máximo que afrontamos a partir del coronavirus en México y en todo el mundo es la inequidad en todas sus formas: económica, política y social.
Esto se agrega al hecho de que una parte importante de Lomas Unidas Modelo Norte -este vecindario en particular-, tiene un origen indígena. Muchos de los adolescentes que han trabajado con nosotros han sufrido de discriminación: es similar o, en algunos aspectos, peor que la discriminación racial que viven los Afroamericanos en Estados Unidos.
F. ¿Cómo funciona la campaña de donativos y cómo serán usados los fondos?
ES. Con la ayuda de escaladores profesionales que conocen nuestro trabajo, como Tiffany Hensley, Francesca Cesario, Fernanda Rodríguez, Siebe Vanhee y Ethan Pringle, una nueva campaña ha comenzado, dirigida a la comunidad internacional. Estamos muy agradecidos con ellos. Al momento hemos reunido 20,000 pesos en dos semanas.
El dinero recolectado será distribuido directamente a las familias del vecindario y áreas aledañas con el mismo método que hemos utilizado hasta ahora. Recolectamos su información, cuánta gente vive en la casa, cuántos niños están ahí, y cuánta gente aún gana dinero. Entregamos una bolsa de comida (7kg) por niño o anciano que vive en la casa. Y le damos preferencia a las familias que tienen menos dinero.
Cada bolsa tiene un costo aproximado de 200 pesos. La bolsa incluye 4kg de frijoles, 2kg de arroz, y 1kg de lentejas. Seleccionamos esos productos porque son densos en calorías, son nutritivos, son económicos, y porque los mexicanos amamos los frijoles y podemos comerlos de muchas maneras.
F. ¿Cómo puede la comunidad escaladora ser parte de la solución, más allá de donar 1 peso o más?
ES. ¡Hola!, soy Tiffany Hensley, escaladora y fundadora de la organización hermana de Escalando Fronteras en Estados Unidos, Climbing (Without Borders), la cual fue inspirada por Escalando Fronteras para unir comunidades en solidaridad internacional en favor de juventud en riesgo.
La acción de mayor impacto que cualquiera puede llevar a cabo es: logra que las soluciones sean tan virales como el problema.
Al compartir esta llamada a la acción por $1 peso con amigos y familiares, nuestras pequeñas aportaciones se transforman en mayores impactos, que resultan en una ola significativa de solidaridad internacional. Esta idea viene de un escalador argentino que dijo: “si hay comida para dos, hay comida para diez”, y Manu siempre comparte su comida con aquellos que no tienen nada.
Aquellos interesados en ir más allá también pueden saber más del increíble trabajo social de Escalando Fronteras y compartirlo, a través de su sitio web, el documental disponible en YouTube, y la campaña completa con videos y links.
Escalando Fronteras también está activo en Instagram y Facebook.
Cualquier ayuda para compartir este mensaje es valorado. Cualquiera puede mandarnos sus preguntas o ideas a tiff@climbingborders.org, en inglés o español.
[1] https://www.excelsior.com.mx/nacional/solo-4-de-cada-100-mexicanos-ganan-mas-de-15-mil-al-mes/1342236