Elsa Ávila, la primer mujer latinoamericana en encumbrar el Everest, se mantiene como un referente histórico del alpinismo mexicano. Con sus ascensos de primer nivel a la distancia, nos cuenta quién es hoy y cuál es su perspectiva sobre los deportes de montaña y escalada en México.
Freeman. Elsa, muchas gracias por aceptar esta entrevista. Para nosotros en Freeman es un honor tener la oportunidad de conversar contigo. Recordamos a Elsa Ávila, entre otras cosas, por ser la primer mujer latinoamericana en hacer cumbre en el Everest, nombrada Deportista del Siglo XX por la CONADE, autora y conferencista, por ejemplo, pero nos gustaría preguntarte, ¿quién es, en tus propias palabras, Elsa Ávila, a 16 años de ese ascenso al Everest?
Elsa Ávila. Gracias a ustedes también por la oportunidad de compartir experiencias. Elsa a 16 años de haber estado en aquella legendaria cima, que costó dos intentos antes del final. Es una mujer que gusta de disfrutar el momento, que atesora un pasado lleno de aventura, de retos, de aprendizajes y que se vale de ellos para llevar una vida tranquila, dispuesta a seguir aprendiendo y contribuyendo en la manera de lo posible con este hermoso planeta que me ha dado tanto. Y compartir experiencias a través de las conferencias que doy.
Es una persona que le retan actividades diversas y se esmera por hacerlas bien, que goza de sus diferentes facetas.
F. Habiendo iniciado tu actividad en los deportes de montaña y escalada a los 15 años, ¿qué diferencias encuentras en el alpinismo mexicano actual con respecto al que viste en tus inicios?
EA. La diferencia principal es el gran adelanto de la tecnología que permite un avance mayor en cuanto a la dificultad. En mi época en la roca no me pesaba tanto esto, sin embargo en la montaña, cuando empecé no había ropa especial para mujeres, no porque no fuera “rosita” sino porque por ejemplo para hacer pipí, era todo un triunfo a más de 8,000 m y con tormenta. ¡podrás imaginarte! Las mochilas, me quedaban enormes en la cintura.
Me da mucho gusto saber de mujeres mexicanas que escalan 5.13 y más, por supuesto también me llena de gusto ver hombres trepando grados difíciles. Ahora falta alguna valiente(s) que dé el brinco a las montañas altas y llevar la dificultad técnica allá.
F. ¿Han cambiado los retos a enfrentar para hacer proyectos de alto nivel?
EA. Afortunadamente siempre hay personas que se empeñan en hacer realidad sus sueños. Aunque yo veo que hace falta más ganas de ser aventureros completos, de explorar áreas nuevas, de trepar hasta donde sea posible, de ir más allá de lo establecido, al menos por los mexicanos. Me parece importante que las nuevas generaciones se acerquen a quienes puedan transmitir experiencia, es ahorrar pasos y tiempo y ganar ese valor de los escaladores que algunos llevamos sólo en el recuerdo y ¿de qué sirve?
F. En 2012 regresaste al Pico de Orizaba después de 13 años alejada de la alta montaña debido a problemas de salud. ¿Cómo describirías tu práctica deportiva actualmente? ¿Cuáles son tus cumbres pendientes dentro y fuera de la montaña?
EA. Mi práctica deportiva actual es (viéndola desde el punto de vista de un deportista de alto rendimiento) muy ligera, corro cuando puedo debido a las arritmias que tengo y que pese a los años no me han dejado en paz, hago yoga regularmente y le entro a lo que puedo. Obviamente que el recuerdo de mis grandes montañas allá en el fondo me hacen suspirar, aunque actualmente he descubierto facetas interesantes en mí que me permiten “llenar huecos”.
Mi cumbre pendiente más importante y que más trabajo me ha costado es mi salud. Y ¡lo voy a lograr!
F. Santiago y Karina están construyendo una carrera deportiva destacada por mérito propio. Como madre e influencia del mundo deportivo profesional, ¿cuál es tu perspectiva sobre los logros que siguen acumulando?
EA. De entrada me agrada que ellos hayan encontrado su pasión por sí mismos, que mejor que disfruten haciéndolo juntos. Como madre me siento súper satisfecha de ver la hermandad entre ellos, la forma en que comparten su gusto, al entrenar y su filosofía. No les importa acumular por acumular, ni por satisfacer a alguien, en el fondo quieren disfrutar y han aprendido a hacerlo. Creo que les falta mucho camino por recorrer, afortunadamente ellos lo saben. Saben que van bien, que no son los mejores, y que les falta mucho y desearían poder contar con espacios SEGUROS para poder seguir explorando, encontrando y viviendo. Desafortunadamente cada vez disminuyen estos lugares.
F. Cuéntanos 2 cosas que te gustaría ver algún día ocurriendo con los deportes de montaña y escalada en México. ¿Qué futuro le ves a la escena actual de nuestros deportes?
EA. Me encantaría ver cordadas abriendo rutas en paredes vírgenes en las montañas de Baffin, en las agujas de Pakistán, en la India, en Patagonia. Ya que se dejen de Everest “guiados” eso no es alpinismo, eso es turismo de altura. Si decidieran ir a algún ocho mil que aspiren a hacerlo por nuevas rutas.
El futuro en el deporte en general depende de cada deportista, yo los invitaría a no estar sentados esperando a que por sus logros los patrocinen. El inicio no es fácil, a mí me costó mucho trabajo, muchas puertas cerradas, muchos tropiezos, aunque tener el sueño vivo, es el motor que impulsa a encontrar caminos. Así que si quieren escalar, es de tiempo completo: soñar, entrenar, vender, hacer.
F. Por último, Elsa, seguramente habrá personas interesadas en conocer más de ti y tu trayectoria para aprender y cumplir sus propios proyectos, ¿dónde pueden encontrarte?
A través de mi página web: www.elaavila.com
Comentarios no permitidos.