En memoria a los niños de la Guardería ABC, la causa social que motivó a Pedro Ultreras en el maratón más alto del mundo, el Maratón del Everest.
Pedro Ultreras corrió la decimosexta edición del Maratón del Everest, la carrera de montaña más alta del mundo, en 7:50, quedando en la posición número 33 de alrededor de 200 participantes, portando la bandera mexicana a su espalda -como una capa- y en memoria a los niños de la Guardería ABC.
El periodista -quien radica en Nueva York desde hace varios años- y gran amante de las montañas, ha corrido en un nutrido número de países. El Maratón de la Muralla China, el Big Five en Sudáfrica, maratones en Miami, Nashville, Arizona, Utah y casi una decena de veces el Maratón de Nueva York así como otros tantos más en México, son algunas de las carreras en las que Ultreras ha participado, pero, afirma él, “no corro para sumar medallas, para contar cuántas carreras he logrado, corro porque correr es comprar más días y años de vida, porque correr es una forma de ganar salud física y mental y eso revitaliza”.
Con la finalidad de conocer más de cerca a esa persona que corre por el mundo portando la bandera mexicana y una máscara de luchador, y que dedica sus pasos a distintas causas sociales, Freeman Outdoors le realizó la siguiente entrevista.
Freeman (F): Pedro, muchas gracias por tu tiempo. Queremos conocer sobre tu participación en el Maratón del Everest. Platícanos, ¿de qué trata esta carrera?
Pedro Ultreras (P): Hola Freeman. Gracias por su interés. Sí claro.
Corrí la decimosexta edición del Maratón del Everest; se trata del maratón más alto y riesgoso del mundo, que inicia en el Campo Base de este colosal, a 5350msnm. Es uno de los maratones más duros por las condiciones impredecibles del clima, por la altura, por el camino que recorre glaciares, grietas, voladeros, zonas rocosas. Requiere de mucha preparación. Son 42K pero en realidad tiene todas las condiciones de un ultra. Generalmente lo ganan los nepalíes, quienes realizan entre 3:55 y poco más de cuatro horas.
Para poder participar me registré un año antes, en un paquete especial para estar veinte días en Nepal, pues durante las dos semanas y media previas al maratón sigues un proceso de adaptación a la altura, iniciando en Katmandú, e ir subiendo poco a poco hasta el campo base caminando durante diez días.
(F): ¿Y cómo te sentiste? ¿cuál fue tu experiencia?
(P): Las semanas previas al maratón estuve demasiado ocupado por trabajo, casi no pude entrenar, aunque fui un par de veces al Nevado de Toluca, montaña que subí y bajé corriendo. Pensé que tenía controlada la altura, que estaba más o menos preparado.
Llegué a Nepal, y tras caminar los 10-12 días y llegar al Campo Base, empecé a sentir la falta de oxígeno. No dormí dos noches. Tuve que recurrir al médico de mi grupo, pues sentía miedo de no poder respirar bien. La pasé mal, pensé que iba a tener muchos problemas. Pero, la noche previa a la competencia el médico me dio un jarabe para la ansiedad, y dormí seguido desde las 8:30pm hasta las 5:30am.
Desperté super conectado. Amanecí como en mis mejores días, corrí sin ningún tipo de problema, me sentía en mi lugar. Jamás pensé que lo iba a terminar antes de las 9hrs, el tiempo que generalmente hace la gente y llegué a la meta tras 7:50.
(F): En el Maratón del Everest corriste en memoria a la tragedia de la Guardería del ABC. ¿Qué te llevó a eso?
(P): Hace 4 años realicé un documental que se llama ABC Nunca Más, que se estrenó mundialmente en el Festival Internacional de Manhattan, está en Netflix y ha recorrido la Cineteca y otros cines nacionales e internacionales. En dicho documental trato de dar a conocer la tragedia infantil más grande que se ha vivido en México, así como lo que realmente pasó, esto es, más allá del incendio.
Para su realización viví en Sonora por un tiempo, conocí a los padres y familiares, recuperé videos y conté la historia: 49 niños y 75 lesionados por negligencias, por solapar a los pudientes y parientes de quienes gobiernan, porque la justicia en nuestro país es ciega con mucha frecuencia.
Tengo muchas razones por las cuales seguir apoyando esta causa. Yo corrí el Maratón el 29 de mayo y el 5 de junio se cumplió el noveno año de esta tragedia, así que hacerlo fue una manera de mantener con vida la lucha constante que siguen los padres y recordar que hay cuentas pendientes con la justicia.
Correr en memoria de la tragedia de la Guardería del ABC de alguna manera me da fuerzas. Me impulsa pensar en ellos, es un incentivo adicional, de alguna manera siento que están conmigo porque he estado muy cerca y en contacto con los familiares.
(F): ¿Generalmente corres por alguna causa, o el Maratón del Everest en memoria a los niños del ABC fue un evento especial?
(P): Soy periodista, pero no dejo de ser ciudadano y siento una necesidad natural por involucrarme en causas sociales, sin con ello afectar mi profesionalismo y mi objetividad.
Apoyo muchas causas, de derechos humanos, contra trata de personas, violencia doméstica, protección de animales, entre otros. Estoy tratando de despertar conciencia y, en muchas ocasiones, de recaudar fondos a través de distintos eventos.
Si corro por pasión, por qué no hacerlo por una causa de problemas que afectan a nuestra sociedad. Así pues, recaudo fondos para organismos comunitarios, nacionales, internacionales. Busco colaborar, poner mi granito de arena a través de mi pasión que es correr.
Siempre que corro porto camisetas con distintos mensajes, así como la bandera mexicana, para que la gente observe que mi país, del que estoy orgulloso, está presente.
(F): ¿Qué significa para ti correr?
(P): Correr es vida, es comprar más días y años de vida, es una emoción increíble, aumenta la energía, revitaliza. Cuando corro me olvido del mundo, no escucho música, no uso gorra, llevo la máscara pero me la quito y pongo cada que puedo, no uso espejuelos, porque me gusta sentir el aire fresco, que me limpia el alma, la mente, estar conectado con el entorno.
Soy periodista y escritor, entonces mientras corro pienso y creo historias, me invento otros mundos, otras realidades. Generalmente corro por las mañanas y mi día cobra sentido, me hace sentir más joven y liviano.
(F): ¿Correr, te hace ser mejor persona?
(P): No me hace mejor persona como tal, me da una mejor condición física, me hace ser más positivo, me aleja de malos pensamientos. Creo en la espiritualidad sin religiones, y lo que busco es promover la paz, ser mediador. Y es verdad, correr me da una tranquilidad y paz interna que me ayudan a ganar salud física y mental y bueno, sí, eso quizá me haga ser mejor persona.
(F): Pedro, muchas gracias por la entrevista. Esperamos verte pronto portando la bandera mexicana en algún ultra del mundo. ¿Tienes próximos proyectos de carreras?
(P): Sí, iré a Petra, en el Desierto de Jordania, a correr un maratón el primero de septiembre, el de Chicago lo correré en octubre, uno en Myanmar (en Burma, Asia) en noviembre. Me gusta correr porque me permite conocer otros países y, sobre todo, llevar la bandera mexicana a varios rincones del mundo. Aunque tengo 29 años fuera del país, sigo sintiéndome “más mexicano que los nopalitos”.