El pasado 11 de enero partió Don Günter, uno de los más grandes promotores de la escalada nacional.
Hace unos días despertamos con una triste noticia y es que después de una larga batalla en contra de la enfermedad, Don Günter, finalmente descansó.
Las siguientes palabras no son más que un pequeño homenaje a una de las más grandes cordadas que ha tenido México. A un asegurador incansable. A un esposo, a un padre y a un abuelo, pero sobre todo a un amigo. Son palabras escritas con el corazón y con mucho cariño para quien ya partió, pero sobre todo para quienes tienen que vivir su ausencia. Una ausencia meramente física, ya que su presencia y legado quedarán aquí, por siempre.
Günter Gerhard Ehlert Kuhn, mejor conocido en el mundo escalador como Don Günter, nació el 3 de abril de 1951 en Offenbach, Alemania. A la edad de siete años sus padres lo trajeron a vivir a México, aunque posteriormente regresaría a su país natal para realizar gran parte de sus estudios.
Licenciado en Químico Textil, pero carpintero de profesión. Contrajo matrimonio con Guadalupe del Carmen Díaz, a quien de cariño conocemos como “Lupita”. Juntos fueron los principales promotores e inversionistas de lo que inició como un proyecto deportivo, pero que terminó siendo un proyecto de vida. La familia KAYA.
A esta gran y querida familia es que debemos agradecer el desarrollo de la escalada en San Luis Potosí y más aún, el nacimiento de una de las mejores zonas con las que cuenta nuestro país. Y es que todo aquel que haya escalado en Guadalcazar, sabrá que será poco lo que podamos contarles de ésta maravillosa zona equipada casi en su totalidad a manos de Christian Ehlert y su padre, Don Günter.
Son más de 120 rutas en las que las manos de Don Günter tuvieron participación, tanto como armador, como porteador y patrocinador, pero más que cualquier otra cosa, como asegurador incansable. Como esa gran cordada que todo armador y escalador anhela.
Además de las rutas, fueron diversos los eventos que junto con la familia KAYA organizó, entre ellos, varios campeonatos nacionales, dos encuentros de armadores de rutas y hasta la fecha, los dos únicos Encuentros Nacionales de Escalada realizados en nuestro país. E incluso fue presidente de la Asociación Potosina de Escalada Deportiva.
Y aunque en palabras de Christian, nuestro querido “Chaparrito”, Don Günter solía ser regañón y corajudo, el recuerdo que prevalecerá en todos nosotros no solo es el de una persona entregada y siempre dispuesta a ayudar, sino el de un padre que supo conformar a una familia querida por todos.
Así que, a nombre de toda la comunidad escaladora, no nos queda más que darle las gracias a usted querido Don Günter, gracias por tantas horas dedicadas al desarrollo de la escalada en México. Gracias por tantas rutas que dejó como legado para las presentes y futuras generaciones. Y gracias por siempre habernos recibido con los brazos abiertos.
Y por supuesto, gracias Lupita por haber sido la principal cómplice de sus locuras, junto con Christian. Y a ti, querido “Champ”, querido “Chaparrito”, solo podemos decirte que tu cordada no se ha ido, tu cordada somos todos. Con cariño, hoy y siempre.
¡Nos vemos en Guadalcazar!
Don Günter y Lupita en el café Aventurate de Guadalcazar