Por: Arno Ilgner, escalador pionero en los años 70 y 80. Estas hazañas personales son la base para que Ilgner desarrolle el programa de entrenamiento físico y mental: Rock Warrior Way. En 1995, después de una búsqueda profunda de la literatura y la práctica del entrenamiento mental y las grandes tradiciones guerreras, Ilgner formalizó sus métodos, fundó el Instituto Desiderata y comenzó a enseñar su programa de tiempo completo. Blog de Escalada (texto y fotos).
La escalada, como la vida, nos pone obstáculos o «crux», que podemos convertirlos en oportunidades para entrenar mente y cuerpo, y así, superarnos.
Estaba avanzando, acercándome a un futuro al que pensaba que mi negocio se conducía. Estaba desarrollando cursos para escaladores, veteranos y empresas, así como creando una red global de entrenadores y lugares de capacitación para ofrecerlos.
De repente, sucedió esta pandemia.
Mi marcha hacia adelante fue interrumpida. Se cancelaron todos los cursos, se canceló una fuente importante de ingresos, necesaria para administrar el negocio. ¿Qué tengo que hacer? Estoy seguro de que estás en una situación similar.
Moverse hacia una meta crea una mirada de túnel. Esto es necesario para lograr cualquier cosa en la vida. Necesitamos reducir nuestro enfoque para tomar elecciones y acciones que nos muevan en esa dirección. Cuando ocurren crisis que interrumpen el movimiento hacia adelante, necesitamos tiempo para detenernos y mirar a nuestro alrededor, en lugar de luchar con la realidad causada por la situación. Parar nos permite ampliar nuestro enfoque, mirar alrededor para evaluar la situación y tomar mejores medidas.
En su libro, El Código del Guerrero, Rick Fields dice que,
«Los tiempos de crisis invocan al guerrero».
Cada uno necesita encontrar al guerrero dentro de nosotros mismos para enfrentar esta crisis. El «invocar al guerrero» nos pide que pensemos de manera diferente, precisamente como guerreros. Una excelente manera de realizarlo es usar una herramienta que llamamos PDO (Problema, Desafío, Oportunidad). Enmarcamos la situación haciendo tres preguntas. Nuestras respuestas revelan cómo pensamos y qué acciones podemos comenzar a tomar. Déjame usar mi propia situación para mostrarte esta herramienta.
- Primero, pregunto: «¿Cuál es el mayor problema que esta pandemia presenta a mi empresa?» El mayor problema es la falta de ingresos debido a cancelaciones de cursos.
- En segundo lugar, pregunto: «¿Cuál es el mayor desafío que esta pandemia presenta a mi empresa?» El mayor desafío es cómo mantener flujos de ingresos para financiar negocios.
- Tercero, pregunto: «¿Cuál es la mayor oportunidad que esta pandemia está presentando a mi negocio?» La mayor oportunidad es buscar nuevas fuentes de ingresos que no dependan de la enseñanza personal, como la capacitación remota (o a distancia).
¿Qué identificas en estas preguntas? ¿Es realmente la misma pregunta, formulada tres veces? Pues sí y no. Sí, son básicamente la misma pregunta y no, las respuestas que obtenemos de ellos son muy diferentes.
Cuando planteo la pregunta como un problema, me concentro en lo que no tengo: ingresos. Pienso pasivamente: los cursos se cancelan, lo que disminuye mis ingresos. Me concentro en cómo la pandemia interfiere con la forma en que he estado haciendo negocios. Esto me puede llevar a pensar en cómo recuperar la situación normal, volviendo a la forma en que he estado generando ingresos.
Cuando planteo el problema como un desafío, empiezo a pensar más activamente y mi atención se centra en cómo mantener las fuentes de ingresos. El «cómo» está orientado a la acción y comienzo a abrir mi mente a opciones diferentes a la antigua forma de hacer negocios.
Finalmente, cuando planteo el problema como una oportunidad, pienso activamente en nuevas fuentes de ingresos para financiar mi negocio, como la capacitación remota. Mi pensamiento cambia para comprometerse voluntariamente, incluso con ansiedad, con la situación de crisis. Pienso en cómo crear una nueva realidad, no en reconstruir la anterior.
Este cambio de problema a oportunidad es lo que distingue a los guerreros de las víctimas. Los guerreros están entrenados para avanzar a pesar de la amenaza, el estrés y la crisis. Son los protectores de la sociedad, para servir a un propósito mayor que ellos mismos. La «Oportunidad» te ayuda a pensar como guerrero, para que puedas avanzar a través de esta crisis, extraer las lecciones de aprendizaje y crear una nueva «realidad».
Además, identificamos algo más grande que el interés personal. Las empresas necesitan cumplir una función para el mundo, a través de los productos y servicios que ofrecen. Es fácil perder de vista esto cuando las ventas aumentan. Nos enfocamos en vender y cómo obtener más ganancias. Si ese flujo de ventas / ganancias se interrumpe, tenemos un problema. Las crisis nos recuerdan que trabajamos principalmente para servir y, en segundo lugar, para realizar ventas / ganancias. Servir a los demás nos da una razón para existir. Si perdemos de vista el servicio, perdemos nuestra razón de existir.
Como individuo, también jugamos un rol social. ¿Qué significa esto? ¿Qué pasa con las relaciones, la comunidad de escaladores y el mundo del que formamos parte? ¿Cómo puede esta pandemia ayudarnos a ponernos en contacto, interrelacionarnos, motivarnos para formar parte de algo más grande?
Tal vez las cosas volverán a la normalidad, o quizá habrá una nueva «normalidad» a la que tendremos que adaptarnos. ¿Cuál será esta nueva realidad? Al pensar como guerreros, es decir, ver las crisis como oportunidades, ayuda a descubrir nuevos caminos.
Consejo práctico: ¿cuál es la oportunidad en el problema?
Pensar como guerreros, buscar la oportunidad. Realiza estas tres preguntas y observa cómo tu pensamiento cambia hacia un compromiso más activo. Te encuentras sumergido en la crisis de la pandemia y quieres crear una nueva normalidad para ti.
- P: «¿Cuál es el mayor problema que me presenta esta pandemia?»
- D: «¿Cuál es el desafío más grande que me presenta esta pandemia?»
- O: «¿Cuál es la mayor oportunidad que me presenta esta pandemia?»
A partir de aquí, lo que parecía una situación oscura, confusa y llena de incertidumbre comienza a verse como una oportunidad para abrir nuestro panorama, nuestras opciones, para fortalecernos y solidificar nuestros medios de realización.
