Cada 5 de agosto se celebra el Día Internacional de los Deportistas de Montaña. Este año, la comunidad outdoor opina, ¿qué significa ser montañista?
“El sentimiento por la Naturaleza es la más refinada expresión de la Civilización. El cuerpo se limpia y restaura con el aire sutil de las alturas, y el alma se limpia y restaura con el silencio de las cumbres.” – Unamuno
Coincidiendo con la conmemoración del milagro de la Virgen de las Nieves, patrona de las actividades de Montaña y venerada por esta causa hace más de 1600 años, el 5 de agosto se celebra el Día Internacional de los Deportistas de Montaña.
Para muchos, el padre del montañismo o, mejor dicho, del alpinismo es Horace-Bénédict de Saussure, un geólogo suizo que afirmó haberse sentido atraído por la altura de las montañas desde la infancia y quien, por primera vez en la historia, escaló el Mont Blanc en 1787.
Alpinistas, ciclistas, corredores, escaladores viven por y para la montaña. El montañista renuncia cada que es necesario a la vida urbana, cómoda, cálida, y entrega siempre que puede lo mejor de sí. El montañista ama los retos, la aventura, así como descubrir nuevos paisajes tanto internos como externos. El montañista, a veces sin querer, aprende y sabe leer el paisaje.
Pero, ¿qué es el paisaje? Es “la forma y el rostro del planeta”. Son todos aquellos símbolos culturales y características geográficas que constituyen un entorno y que se vive no sólo a través de la vista, sino con todos los sentidos. El paisaje es lo que diferencia una montaña de una playa o una gran mancha urbana.
El montañista busca una cierta reciprocidad con el paisaje natural; lo observa, pero no como algo meramente externo a él, lo contempla y recoge dentro de sí mismo. Lo vive y dialoga con él. ¿Cómo es este diálogo? ¿qué significa ser montañista? ¿por qué alguien decide serlo?
Han pasado doscientos años y, aunque de infinitas maneras, el hombre sigue sintiendo esa atracción por las montañas. La razón, porque más allá del idioma, la cultura, las tradiciones, la geografía y el clima, las montañas y sus paisajes están estrechamente conectadas a la emoción y el sentimiento del hombre; porque lo despierta, porque, en palabras de Mallory, en las montañas no se vence un enemigo, a ninguno, excepto a nosotros mismos.
En las siguientes reflexiones, montañistas mexicanos, nos responden ¿qué representa para ellos la montaña?
Elsa Ávila (alpinista)
“El placer de ser alpinista empieza abriendo todos los sentidos para recibir los regalos que la naturaleza nos brinda: ser testigo de los paisajes inigualables, percibir los aromas matinales frescos, la nieve, la lluvia, el viento, otras veces el calor, la resequedad, combinado con el esfuerzo físico, el entrenamiento, la toma de decisiones que da la experiencia para descifrar cómo, dónde y cuándo, para encontrar el aprendizaje que conlleva la aventura y a veces la cumbre. Por ello, si quiero volver a verlo y que mis hijos y las siguientes generaciones lo vivan, preguntémonos: ¿qué hago yo para conservar este tesoro llamado naturaleza?”
Pedro Corcuera (alpinista)
“Después de mis padres, la montaña ha sido mi más grande maestra. La montaña me enseñó que la cumbre por sí misma no vale nada, sino que vale por el camino recorrido para llegar a ella. La montaña me enseñó el significado más profundo de la palabra hermandad, me enseñó que somos nuestros sueños y la gente con quienes los compartimos. Siempre le estaré agradecido, porque sin ella simplemente no sería el que soy.”
Quetzali Galindo (escaladora)
“Desde pequeña he tenido una fuerte atracción con la naturaleza, no sólo por lo libre que me hace sentir, sino porque siempre ha sido ella la sanación para muchas circunstancias en mi vida.
Afuera es donde me reencuentro y encuentro nuevos objetivos y motivaciones, donde he podido ver los escenarios más hermosos y escuchar el verdadero silencio.
El estar ahí me hace sentir genuina, diminuta a comparación de ella, pero a la vez gigante por lo mucho que me enseña.”
Diego Wynter (alpinista)
“Ser montañista ha significado en mi vida la gran dicha de tener un espacio para conocerme, sanarme, aprender y disfrutar del contacto con la inmensidad, lo sagrado y lo divino. Ha significado el medio para conocer grandes personas y compartir con ellas la vida. Significa el lugar perfecto para alzarse sobre el miedo, superar los límites de la mente y del cuerpo y regresar a casa siendo mejor persona.”
Fernanda Rodríguez (escaladora)
“Un montañista, hace de la montaña su hogar, sabe escuchar e interpretar hasta el más sutil de sus susurros. Para un montañista, sea cual sea su talento, encuentra en la montaña sus raíces, se siente atraído espiritual y físicamente, entiende que de ella parte la vida y lleva en sí todos los elementos; es la tierra, el aire, el agua y el fuego, el camino a la libertad, un lugar de energía y paz.”
Javier Serratos (escalador)
“Cuando me invitaron a escribir sobre el Día Internacional del Montañista, lo primero que hice fue cuestionarme si en mi caso aplicaba el término. Pensé de inmediato en grandes personalidades que gracias al montañismo han puesto (literalmente) a México en alto y me vinieron a la mente nombres como Elsa Ávila, Héctor Ponce o el recientemente fallecido Daniel Araiza, por mencionar solo algunos.
Al pensar en ellos y en lo mucho que los admiro, tuve sentimientos encontrados. Si bien me sentí diminuto antes sus logros y hazañas deportivas, también (por lo menos) pude sentirme aliviado al saber que, aunque el tipo de montañas o paredes que escalamos son distintas, hay cosas que tenemos en común, entre ellas: el amor por la naturaleza, el respeto por los demás y no menos importante, preferimos pensar que el estilo sí importa.
Y aunque la Real Academia Española define a la Montaña llanamente como “una gran acumulación de algo”, sé que para nosotros es más bien “una gran acumulación de mucho”, pero, sobre todo de vida y de historias por compartir.”
Fabiola Pineda (alpinista)
“Para mí es muy simple, mi vida está en las montañas.
Si bien me gustan todos los estilos, escalada en roca, en hielo, no obstante, correr en la montaña por alguna razón me parece de lo más natural, es simple y directo, es como un juego. Nace una conexión con la montaña, una relación más personal entre tú y ella, porque realmente puedes sentir la montaña; eso me encanta. Después de haber subido tantas veces ninguna es igual a la anterior y no quieres regresar a casa.
También creo que el ser humano necesita sentirse libre en algún momento. Vivimos en una sociedad controlada por muchas leyes, en donde no se puede hacer mucho, donde no hay espacio para expresarse, y en la montaña, encontramos esa libertad de elegir lo que queremos hacer.
Disfruto cada segundo en la montaña, en la naturaleza; disfruto cada paso sobre la nieve, cada roca que toco, cada respiro cuando estoy exhausta. Porque para mí la montaña es el motor de mi vida, es mi pasión; lo que está siempre en mi corazón.”
Sebastián Azcárate (corredor)
“Es simple. Habemos quienes sólo en la naturaleza nos sentimos completos. Cuando respiras el amanecer al abrir tu casa de campaña, sintiendo el frío del lejano deshielo sobre tu nariz y sabiendo que lo único que te separa de tu próxima aventura es tu desayuno, te das cuenta que sentirte completo es así de simple.”
Benjamín Soto (fotógrafo de aventura)
“Hemos encontrado en la montaña un lienzo perfecto para contar nuestras historias. Hay algo en ella que nos atrapa.
Erróneamente, al inicio pareciera que ahí solo caben las hazañas de los grandes montañistas, pero una sola visita a sus terrenos nos abre los ojos y nos hace darnos cuenta que en sus líneas hay espacio para todos. Para aquel que superó la rutina del día a día, para el que dejó la adicción en ella, para el que sólo estando ahí se le reconoce como igual, para la que va por un récord de velocidad y para quien pone su vida en la línea por lo mucho que la anhela.
La montaña es celosa, pero cuando nos dejamos atraer por su llamado, podemos ver que ahí cabemos todos, junto con nuestro sueños, nuestros miedos y nuestras historias.”