Freeman Outdoors está presente en la COP16, Colombia, a través de un corresponsal, reportando desde Cali los avances y desafíos en la lucha global por la biodiversidad.
La 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica, celebrada en Cali, Colombia, reúne a más de 10,000 representantes de 195 países con el objetivo de abordar la crisis de biodiversidad global. En esta edición, comunidades indígenas, líderes políticos, científicos y representantes locales buscan consensos para detener la pérdida acelerada de especies y hábitats. Sin embargo, la conferencia avanza con lentitud y enfrenta desafíos importantes en materia de financiamiento y participación justa.
El marco “30×30”: Un objetivo ambicioso pero complejo
Uno de los ejes principales de la COP16 es la implementación del marco «30×30», que busca proteger al menos el 30% de las tierras y océanos del planeta para 2030. Este compromiso surge como respuesta a la alarmante amenaza de extinción que enfrenta más de un millón de especies. Sin embargo, cumplir este objetivo requiere estrategias claras y financiamiento suficiente, especialmente para los países en desarrollo.
Los países desarrollados, hasta ahora, han aportado una fracción mínima de los 20 mil millones de dólares anuales prometidos, en su mayoría mediante préstamos y no donaciones. Esta práctica ha generado preocupación, ya que aumenta la deuda en las naciones más vulnerables en lugar de aliviarla, complicando su capacidad para enfrentar los desafíos ambientales.
La participación indígena: Entre el reconocimiento y la exclusión
Un avance notable en esta COP es la inclusión formal de los Pueblos Indígenas de la Amazonía colombiana en las negociaciones. Estas comunidades, guardianas de aproximadamente el 80% de la biodiversidad global, aportan conocimientos tradicionales vitales para la gestión de ecosistemas. Sin embargo, su participación enfrenta resistencia en varios frentes.
Aunque se reconoce su rol crucial, los Pueblos Indígenas siguen reclamando un acceso más directo a los recursos internacionales y la creación de un órgano subsidiario que les garantice voz y representación en las decisiones. A pesar de estos esfuerzos, muchos espacios siguen limitando su participación a un nivel simbólico, mientras que algunos países obstaculizan activamente los avances en sus propuestas.
Discursos de alto nivel: Críticas al capitalismo y propuestas alternativas
En el segmento de alto nivel, líderes como el presidente colombiano Gustavo Petro cuestionaron las bases del sistema económico actual, vinculando la pérdida de biodiversidad con el capitalismo, la avaricia y el mercado. Petro enfatizó que es necesario cambiar el paradigma actual, abandonando la lógica de que salvar el planeta debe ser económicamente rentable. Propuso también la adopción de canjes de deuda por naturaleza para aliviar la carga financiera de los países en desarrollo.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó sobre la «guerra contra la naturaleza», mencionando que la actividad humana ha alterado el 75% de las áreas terrestres y el 66% de las marinas. Hizo un llamado a movilizar 200 mil millones de dólares para restaurar ecosistemas y subrayó la importancia del conocimiento indígena y la participación activa del sector privado en la conservación.
El protagonismo de los jóvenes y los Pueblos Indígenas
Uno de los momentos más emotivos de la conferencia fue protagonizado por el comité de jóvenes e indígenas. Una niña de aproximadamente nueve años, durante su intervención, pidió a los líderes cuidar el planeta y motivó a otros niños a informarse usando la tecnología de manera consciente, en lugar de solo consumir contenido en plataformas como TikTok.
Los representantes indígenas jóvenes también demandaron la adopción de un órgano subsidiario permanente y el trabajo bajo el Artículo 8J del Convenio, enfocado en la protección del conocimiento tradicional. Además, insistieron en la distribución justa de los recursos globales y en tener acceso directo a los mismos.
La COP16 en Cali se acerca a su cierre con el desafío de alcanzar acuerdos significativos en un contexto de negociaciones lentas y difíciles. La pérdida de biodiversidad avanza rápidamente, mientras los compromisos financieros y las propuestas inclusivas encuentran resistencia. Los próximos días serán cruciales para determinar si los líderes globales pueden superar las barreras políticas y responder con acciones concretas a esta crisis urgente.
La cumbre no solo destaca la necesidad de medidas ambiciosas, sino también la importancia de escuchar y empoderar a quienes están en la primera línea de la conservación: las comunidades indígenas y locales, cuyos esfuerzos merecen mayor reconocimiento y apoyo.